Guillermo Roesch Kestler

Notas de Carlos Bernhard Rubio: Era muy hábil y le gustaba la pintura, el dibujo y la carpintería, pero su carácter era muy inestable y repentinamente destruía lo que había hecho, vendía sus útiles de trabajo y empezaba otra actividad. Vivió con José y Esthella Bernhard en Quetzaltenango en 1937-38, siriviéndole a José de ayudante en los viajes que hacía a los diferentes municipios de Occidente como médico sanitario de la quinta zona. Cuando se vinieron a la ciudad de Guatemala, Guillermo trabajó como enfermero en al antiguo Manicomio, falleciendo en una epidemia de tifus que se desató en dicho centro, la cual pasó inadvertida al principio por los médicos que nunca habían visto un caso de tifus extantemático.

Cuenta Carlos Bernard Rubio: Con Héctor (Rubio Kestler) nos entreteníamos en la terraza jugando soladitos de plomo, los míos eran los alemanes y los de Héctor los franceses; teníamos unos castillos que habíamos hecho de madera y cartón. Una vez el probre Guillermo Roesch por quedar bien, tomó el castillo de Héctor y la parte frontal del mismo le pintó unas palmeritas, fue la primera vez que vi a Héctor hecho un energúmeno.

Notas de Betsy Roesch Luna: En 1940 y 1941, Guillermo vivio con Edo Roesch Kestler y Julia Luna de Roesch.