Thomas Patrickson

Socio de John Sewell en la firma ,Sewell and Patrickson Thomas Patrickson llegó a Chile procedente de Inglaterra a mediados de 1820 A fines de 1854 falleció

Thomas Patrickson llegó a Chile, procedente desde Inglaterra, a mediados de la década de 1820, y comenzó de inmediato a promover la exportación formal de «ejes de cobre» (minerales con 30% de metal fino, más o menos) a las fundiciones de Swansea, en Inglaterra. Debe considerarse que, hasta allí, los minerales de cobre eran cargados por los barcos ingleses como lastre, por no haber otra mercancía que llevar a Europa. Por su parte, John Sewell había llegado a Chile desde Calcuta, precisamente en busca de minerales de cobre para exportar a la India. Ambos aprovecharon la emergente demanda mundial por ese mineral, logrando grandes ganancias durante el auge del ciclo oriental (entre 1814 y 1829) y durante el ciclo inglés (1830-1846, especialmente). El éxito en sus respectivos negocios los llevó a formar la dicha sociedad, la cual comenzó a experimentar un rápido desarrollo y a convertirse en una virtual acceptance house en territorio chileno desde que asumió la «habilitación» de las minas que Rodríguez, Cea & Compañía tenían en Copiapó. Es sintomático que esta última firma haya rescindido el contrato de habilitación que había firmado con un empresario chileno y lo transfiriera a Sewell, Patrickson & Co., alegando los «inconvenientes y embarazos que presenta el actual sistema de administración por las diferencias ocurridas con el señor Cea… con todo lo cual se sufre un retardo considerable en la explotación de las pastas…». De hecho, los nuevos habilitadores tomaron formalmente «posesión de los establecimientos (de Rodríguez, Cea & Cia) conforme a ordenanza, al intento dicho de darles todo el impulso de que son capaces para su mayor prosperidad»

La expectativa de que habilitadores ingleses podían ofrecer una «mejor administración» de las empresas mineras se fundaba en la certeza de que aquéllos no sólo disponían de contactos externos (que aseguraban las ventas de cobre en Europa, India y Estados Unidos), sino también de naves apropiadas para el transporte. Habiéndose convertido en una importante empresa «habilitadora», Sewell & Patrickson adquirieron los laboreos y las acciones de la Sociedad de Minas La Chilena, de Copiapó (que había pertenecido antes a Brittain, Waddington & Co. y a Dickson, Price & Co.), de la cual fueron también sus «aviadores» (o «habilitadores») formales66. Del mismo modo, compraron la hacienda El Tablón, en Concepción, que la hicieron trabajar para producir las vituallas y alimentos que suministraban a los mineros del Huasco

A fines de 1834, sin embargo, falleció Thomas Patrickson, razón por la que la firma (que subsistió con ese nombre por algún tiempo más) traspasó a Robert Scott, Tairbie & Co., de Londres, todas las «minas, casas y haciendas que pertenecieron a la compañía titulada Sociedad de Minas La Chilena». La compañía mencionada era no sólo el contacto comercial en Londres, sino la acceptance house con la cual Sewell & Patrickson mantenía una útil «cuenta corriente». Debilitada, la firma comenzó, desde 1837, a realizar sus envíos de cobre a Swansea a través de Naylors, Boardman & Co., también radicada en el puerto de Valparaíso