José Antonio Giacopini Zárraga, Zárraga

LA TRAYECTORIA y tránsito a la eternidad de José Antonio Giacopini Zárraga, debe motivar en nosotros un caluroso homenaje. Fue por encima de todo una figura cumbre de la venezolanidad permanente y un amigo dilecto de quienes gozamos del privilegio de su amistad. Recordarle es además de un deber, una necesidad para quienes a pesar de cuanto ocurre en esta Venezuela caótica, guardamos fundadas esperanzas en el porvenir de la República.

José fue hombre de espíritu público y de consagrados méritos profesionales ocupó elevadas posiciones de gobierno y en el sector privado, cultor de sólidos principios y moral cristiana, conversador elocuente y prolijo, dotado de extraordinaria memoria para el registro de nombres, fechas y episodios relevantes, tanto como temas de la vida diaria venezolana y universal, de los caballos que fueron una de sus grandes pasiones, del arte venatorio que también fue pasión de sus años mozos, en fin, de la cultura general en su más amplio espectro, pues sabía compartir momentos y reflexiones lo mismo con un intelectual de acrisolados conocimientos, que con un campesino humilde de nuestra pampa llanera.

LA TRAYECTORIA y tránsito a la eternidad de José Antonio Giacopini Zárraga, debe motivar en nosotros un caluroso homenaje. Fue por encima de todo una figura cumbre de la venezolanidad permanente y un amigo dilecto de quienes gozamos del privilegio de su amistad. Recordarle es además de un deber, una necesidad para quienes a pesar de cuanto ocurre en esta Venezuela caótica, guardamos fundadas esperanzas en el porvenir de la República.

José fue hombre de espíritu público y de consagrados méritos profesionales ocupó elevadas posiciones de gobierno y en el sector privado, cultor de sólidos principios y moral cristiana, conversador elocuente y prolijo, dotado de extraordinaria memoria para el registro de nombres, fechas y episodios relevantes, tanto como temas de la vida diaria venezolana y universal, de los caballos que fueron una de sus grandes pasiones, del arte venatorio que también fue pasión de sus años mozos, en fin, de la cultura general en su más amplio espectro, pues sabía compartir momentos y reflexiones lo mismo con un intelectual de acrisolados conocimientos, que con un campesino humilde de nuestra pampa llanera.

Conocimos a José desde los tiempos de nuestra más tierna infancia, pues la amistad fraterna que le unió a nuestro padre y a Paco Carrillo Batalla, estuvo presente en todo momento y circunstancia de nuestra vida familiar. Aquella relación tuvo su origen en la entrañable amistad que unió a José Tomás Carrillo Márquez y Mario Giacopini Urdaneta, ambos venidos de Trujillo a la Caracas campechana de las postrimerías del siglo XIX y vinculados familiarmente a través de sus parientes Urdaneta Carrillo. Así, pues, desde niños tratamos a José como miembro que fue de la familia y sentimos especial fascinación por sus historias y narraciones, algunas de ellas recogidas más tarde en valiosísimas transcripciones que atesoramos con inmenso orgullo. Y fue tal el carácter cordial, la sencillez y el desprendimiento de José, que aún en su vejez cabal, renovó la costumbre de compartir cuanto sabía con el niño Juan Vicente Carrillo-Batalla Máttar cuarta generación familiar, con quien sostuvo hasta el final de sus días una hermosísima relación de afecto y amistad.

Tema recurrente en nuestra conversación fue el de la historia mi litar de Venezuela. José fue brillante en numerosas conferencias y jamás ocultó su predilección por ese mundo militar que desde niño descubrió en conversaciones con su tío-abuelo, el celebérrimo general Francisco Linares Alcántara, primer oficial venezolano egresado de West Point. Allá llevamos a José en 1998 para celebrar el centenario del grado de Alcántara, ocasión que le traerá por una parte hondas emociones y, por la otra, la oportunidad de lucir notables conocimientos de artillería, armamento de soporte y estrategia, elevando de tal manera el interés y entusiasmo de oficiales, profesores, cadetes y asistentes al memorable acto académico. Y como aquella, podríamos enumerar incontables disertaciones sobre historia política contemporánea, energía y petróleo, fauna silvestre, ganadería, el mundo árabe que conoció en perspectiva histórica y cultural, en fin, sobre cuanto tema se plantease a su atención.

José Antonio Giacopini Zárraga pertenece a esa escuela de hombres singulares que dejan huella en los más íntimos afectos de sus contemporáneos y de quienes aún siendo de menor edad, tuvimos oportunidad de conocerle y de quererle entrañablemente.

Caracas 11 Nov. ABN (Alessandra Perdomo Velázquez).- A los 90 años de

edad falleció José Giacopini Zárraga, abogado, historiador, analista

militar y asesor del Consejo de Defensa Nacional, además de amigo

cercano del presidente de la República, Hugo Chávez Frías, desde los

comienzos de la conspiración de febrero de 1992.

Giacopini Zárraga, quien participó en la revolución de octubre de 1945,

confesó en una entrevista concedida al diario El Nacional que el

Mandatario le confió, hace más de una década, su interés por emular las

hazañas militares de hombres como Ezequiel Zamora, Cipriano Castro, Juan

Vicente Gómez, López Contreras y, sobre todo, como Simón Bolívar.

En esa misma conversación, el historiador comparó la Revolución

Libertadora, financiada por Manuel Antonio Matos, un poderoso banquero

de principios del siglo pasado, con el golpe de Estado de abril de 2002

y el Paro Petrolero con los que se pretendió desestabilizar el Gobierno

de Hugo Chávez Frías.

En ese sentido, Giacopini Zárraga comparó el triunfo de Cipriano Castro

en la batalla de La Victoria con la conquista de las fuerzas aliadas al

Gobierno actual sobre el paro convocado por la Confederación de

Trabajadores de Venezuela y la Federación de Cámaras y Asociaciones de

Comercio y Producción de Venezuela hace ya casi tres años.

En una entrevista realizada hace seis años, Giacopini Zárraga confesó

que Chávez Frías lo llamaba "mi capitán de todos los tiempos".

En aquella oportunidad, para un trabajo especial publicado en internet

sobre las hazañas de los Zárraga, el historiador y asesor militar de la

Revolución bolivariana manifestó que, en su opinión, Chávez es "un buen

patriota que actúa de buena fe".

"El Presidente cree sinceramente en lo que hace, y piensa que lo realiza

en beneficio de Venezuela", aseguró Giacopini, para luego agregar que

Chávez es un hábil político pues promovió una consulta popular cuando se

cernían sobre él las acusaciones de dictador

Nombre: Jose Antonio Hugo Giacopini Zárraga Tipo de evento: Baptism Fecha del evento: 03 Dec 1915 Lugar del evento: Nuestra Señora de Altagracia, Caracas, Distrito Federal, Venezuela Sexo: Male Nombre del padre: Mario Giacapini Nombre de la madre: Belen M Zárraga

Número de microfilm de FamilySearch: 002052083 Número de carpeta digital: 004999717 Número de imagen: 02270

Cita de este registro "Venezuela, registros parroquiales y diocesanos, 1577-1995," database with images, FamilySearch (https://www.familysearch.org/ark:/61903/1:1:QLXY-L1YW : 2 September 2020), Jose Antonio Hugo Giacapini Zárraga, 03 Dec 1915; citing Baptism, Nuestra Señora de Altagracia, Caracas, Distrito Federal, Venezuela, Parroquias Católicas (Catholic Church parishes), Venezuela; FHL microfilm.

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Agregado por: Ing. Carlos Juan Felipe Urdaneta Alamo, MD.Ig

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