María del Rosario Pacheco Rodríguez del Toro y Pacheco de Tovar

De acuerdo a lo que me contó abuela, (Olga Maruret de Azpurua) Mamá Sayo era descendiente de Alonso Pacheco, uno de los conquistadores que vinieron a Venezuela y fundó la ciudad de Maracaibo. Ese Alonso Pacheco, el conquistador, había peleado a las órdenes de don Juan de Austria en la histórica batalla de Lepanto. Al finalizar esa campaña, pidió venir a América y le fue concedido ese favor por el Rey. Según las historias de abuela, Alonso Rivas fundó también Trujillo, cuando venía huyendo de los piratas que en su tiempo asolaron a Maracaibo. Después los Rivas y los Pacheco pasaron a Barinas y de allí a Guárico donde tenían tierras. De allí pasaron hacia la Costa ( me imagino que sería entre Puerto Cabello y Choroní, por lo que decía abuela) y tuvieron varias haciendas, las cuales se llamaban "La Julia", "Farfán", "La Faltriquera", "Agua Negra".

 Sobre esta señora, mi abuela contó un episodio muy gracioso: Mamá Sayo y el General Monagas (mi abuela no recordaba cuál de los dos era; José Tadeo o José Gregorio), el entonces Presidente de Venezuela eran enemigos. Una noche una de las hijas de mamá Sayo cumplía años y los muchachos amigos de ella le llevaron una serenata. Después de la serenata, se les invitó a pasar a la casa, rodaron los muebles del salón, abrieron las ventanas del mismo, las cuales daban hacia la calle,  para que los transeúntes vieran el baile (esto era lo que se llamaba la barra, era una costumbre que prevaleció en Caracas hasta principios de este siglo (XX)). En eso pasó un oficial de Monagas, al cual apodaban "Pata de Gallo". Éste, al ver que el baile se desarrollaba en casa de una de las enemigas del General, no se le ocurrió nada mejor que cargar su escopeta y echar un tiro hacia la fiesta. Esto, por supuesto, causó un gran revuelo; los muchachos asistentes al baile querían salir a darle unos golpes a "Pata de Gallo", la gente de la barra quería entrar a pelear, apoyando al oficial. En eso, Mamá Sayo se paró en toda la puerta de su casa y exclamó:

- Aquí nadie sale ni nadie entra.
Seguidamente, ordenó cerrar las ventanas del salón y rodar los muebles del comedor para que siguiera el baile. Y así se hizo.
A la mañana siguiente, cuando Mamá Sayo se estaba desayunando, entró una de las sirvientas muy agitada anunciándole que el General Monagas en persona estaba esperándola en el corredor y quería hablar con ella. Mamá Sayo salió a recibirlo y el general Monagas le informó que lamentaba el incidente que su oficial "Pata de Gallo" había producido en su casa. Le informó que él había ordenado la deteción del mismo y venía personalmente a presentar sus excusas por lo sucedido. Ante esto, Mamá Sayo aceptó las disculpas e invitó al General a desayunarse con ella. Él le dio el brazo; cortesía usual de la época, y entraron en el comedor a desayunar.
Helena Azpurua de Alfonzo

Con esta señora, conocida familiarmente como "Mamá Sayo", Se extingue esta rama de la familia Pacheco, y a través de ella, como civilisima poseedora, se transmiten los derechos al Condado de San Javier a sus descendientes.
Herrera - Vaillant, La Estirpe de las Rojas, Tomo 2, página 298.