Capitán Conquistador Diego Gómez de Agüero, Regidor

         En la historia de Venezuela el linaje Gómez de Agüero y Vázquez de Rojas (Rojas) merece una especial consideración. En efecto, la descendencia del capitán Conquistador Diego Gómez de Agüero, constituye, sin duda, el núcleo fundamental que determinó la existencia de Venezuela, como entidad social, durante toda la etapa colonial y, aún, en la lndependencia. Con raras excepciones, cuantos personajes criollos, militares o civiles, han ocupado alguna posición destacada en la antigua Capitania General, llevaban en sus venas, mucha o poca, sangre del conquistador montañés; incluso Bolívar y Sucre, son descendientes directos del Capitán Diego Gómez de Agüero, nacido en Ampuero a fines del siglo XV o primeros del XVI.     

         Después de haber servido al Rey en otras partes, pasó a Indias en compañía de su esposa, probablemente primero a Cuba o Santo Domingo y luego a la Isla de Margarita, donde nos lo encontramos como capitán fundador y Teniente de Gobernador en 1555. Según afirma uno de sus descendientes, en la relación de méritos para aspirar a la Encomienda de Indios de Charayave, Gómez de Agüero fué varias veces regidor de Margarita y "sirvió a Su Majestad muchos años a su costa y mención en grandes ocasiones que se le ofrecieron en la isla, defendiéndola de enemigos piratas que ordinariamente tocaban sus costas, así como de los indios caribes, comedores de carne humana, armando a su costa piraguas con indios de su encomienda". La esposa de Don Diego Gómez de Agüero, Doña Ana vázquez de Rojas, cuya belleza aparece cantada un tanto convencionalmente, por Juan de Castellanos en sus "Elegías de varones ilustres de Indias", (elegía XIV, canto L.) Este matrimonio estaba llamado a trágico destino. En efecto, Gómez de Agüero y doña Ana, ancianos ya, fueron bárbaramente sacrificados, el 20 de julio de 1561, por Lope de Agúirre, "el Tirano Agúirre", cuando irrumpió, con la horda de sublevados marañones, en la isla Margarita, florón entonces de las Indias españolas. En la picota de La Asunción, agonizó doña Ana, sirviendo su cuerpo valetudinario de blanco a los arcabuces marañones; en la misma plaza, el "Tirano Agúirre", hizo ahorcar a don Diego, después de obligarle a presenciar el suplicio de su mujer. Pero, lo que el feroz oñatarra no quiso o no pudo impedir que sus ocho hijas de aquel matrimonio patriarcal, crearan con su descripción oral, la figura y el juicio definitivo con que habría de pasar a la historia aquel terrible y estupendo vasco. Fueron varias de aquellas, unidas en matrimonio con destacados Conquistadores, que darían muy amplia y distinguida descendencia, "la estirpe de las Rojas", a multitud de familias de la actual Venezuela.

Se puede añadir este artículo del DR. Antonio Herrera Vaillant >https://algunasfamilias.wordpress.com/2009/04/29/la-estirpe-de-las-...