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Provincia de Santiago de los Caballeros

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Primera República

En 1495, Cristóbal Colón funda, durante su segundo viaje, el fuerte de Santiago, en la ribera este del río Yaque del Norte. En 1506, la villa que se forma alrededor de este es trasladada a orillas del río Jacagua. En 1562, Santiago de los 30 Caballeros es destruido por un terremoto. Los sobrevivientes se instalan en los terrenos colindantes con el río Yaque del Norte, ubicación actual de la ciudad. Al otorgarse en 1508 el Real Privilegio de Concesión de Armas a la Villa de Santiago en La Española, la figura heráldica que se incluyó en su escudo fue la venera. La Real Cédula, firmada por el rey Fernando el Católico como administrador de los reinos de su hija Juana I de Castilla.

El municipio ha sido testigo de importantes eventos históricos entre los que cabe mencionar la batalla del 30 de marzo (1844) o batalla de Santiago, con la cual los dominicanos consolidan su independencia de la vecina República de Haití, y tuvo lugar en el actual Parque Imbert de esta ciudad.

Santiago fue una importante ciudad estratégica en la guerra de la Independencia Dominicana6​ y fue capital de la República Dominicana durante la Guerra de la Restauración (1863-1865).

La dominación de los franceses por el Paz de Basilea (que cedía la parte española de la isla a Francia en 1795 y que no se cumplió hasta el 12 de enero de 1801)7​ dejó su huella en Santiago. El municipio comenzó una planificación de un casco urbano moderno. El neoclasicismo europeo queda representado en el Palacio Consistorial, construido entre 1892 y 1895, por el arquitecto belga Luis Bogaert. La época victoriana fue el cénit de la arquitectura en la ciudad. Se construyeron numerosas residencias en el elegante estilo neoclásico europeo que son las que conforman el centro histórico de Santiago de los Treinta Caballeros.8

Familias Santiagueras

El 6 de septiembre de 1863, la ciudad de Santiago quedó reducida a cenizas a causa de un incendio desatado a propósito del sitio tendido a las fuerzas anexionistas españolas por el ejército dominicano en la fortaleza San Luis, durante una batalla en plena Guerra de la Restauración. Este incendio consecuentemente redujo a cenizas, entre otros, los registros parroquiales que hasta la fecha y por siglos se venían preservando en la Iglesia Parroquial Mayor de aquella ciudad. En otras palabras, se borró prácticamente la memoria de sus habitantes. La pérdida ha sido irreparable.

Se desconoce desde qué fecha y acogiéndose al Concilio de Trento, la parroquia de Santiago empezó a registrar los bautizos, matrimonios y defunciones, pero teniendo en consideración que la parroquia de San José de las Matas inició sus registros en 1814, es de suponer que los de Santiago se remontarán a algún momento del siglo XVII. El incendio de 1863 los consumiría.

Sí se conocen dispensas matrimoniales otorgadas a vecinos de Santiago y su entorno a partir de 1765, las cuales obran en el Archivo Histórico del Arzobispado de Santo Domingo, razón por la que se salvaron del incendio. La información que estos documentos muestran es muy limitada, ya que sólo llenaban esa formalidad los contrayentes que tenían algún grado de parentesco. Sin embargo, nos ofrecen la ventaja de que citan ancestros de varias generaciones anteriores.

Reuniendo y articulando los parientes citados en dichos legajos, es posible reconstruir en forma muy parcial la genealogía de una a tres generaciones de algunas familias de Santiago, remontándonos al siglo XVIII y a la primera mitad del XIX. Su compulsa permite concluir que muchos apellidos hoy comunes en esta ciudad tienen presencia allí y sus alrededores por lo menos desde hace 200 a 300 años.

A continuación reseñamos los ancestros más antiguos de algunos apellidos hasta ahora estudiados. Las fechas estimadas de nacimiento se consignan en base a una proyección a partir de la fecha en la cual la dispensa fue solicitada.

LOS ABRÉU

Un Abréu nacido hacia 1730 tuvo tres hijos: Juan, Manuel y José Abréu. Se desconoce el nombre de la madre. Juan Abréu casó con Luisa Hernández y procrearon a Antonio[1], Ramona[2] y Juan[3] Abréu Hernández. De este ramal desciende la familia León Jimenes de Santiago. Manuel Abréu casó con Margarita Inoa y tuvieron a Juan[4] Abréu Inoa. José Abréu casó con Gregoria Hernández y tuvieron a Eufemia[5] y Catalina[6] Abréu Hernández.

Bajando una generación, encontramos que:

Antonio[1] Abréu Hernández casó con Josefa Durán y son los padres de Benita y Juana Teresa Abréu Durán.

Ramona[2] Abréu Hernández casa con José Rodríguez Díaz, hijo del canario Juan Rodríguez y Estefanía Díaz Betancourt, siendo los padres de José y Petronila Rodríguez Abréu.

Juan[3] Abréu Hernández casa con María Manuela de León y son los padres de Elías de León y María Mercedes Abréu de León. El primero, Elías, casó en 1855 en Santiago con Francisca González Abréu siendo así ancestros de la familia León Jimenes. La segunda, María Mercedes, casó hacia 1847 con el prócer de la Restauración Secundino Espaillat Velilla. De ese ramal descienden los abogados Julio César Castaños Espaillat, José María Hernández Espaillat, así como el líder del 14 de Junio, David Onelio Espaillat Campos.

Juan[4] Abréu Inoa casó María de la Cruz y fueron los padres de Jacinto Abréu de la Cruz.

Eufemia[5] Abréu Hernández casó con Bernardo Fernández y fueron los padres de Gregorio[A], Juan[B] y Pablo[C] Fernández Abréu.

El primero, Gregorio[A] Fernández Abréu, casó con Josefa Hernández Acevedo y fueron los padres de: Francisco[a] Estevan, quien casó en 1861 en Santiago con Juana Polanco Fernández; Inés[b], quien casó en 1841 en Santiago con Justo Tavares Cortoreal; y José[c] Fernández Hernández, quien casó en 1860 con Sinencia Caraballo Fernández.

El segundo, Juan[B] Fernández Abréu, casó con Petronila Rodríguez Abréu y son los padres de: Bernarda[a] Fernández Rodríguez, quien casó en 1835 con Joaquín González Abréu; Josefa[b], quien casó con Manuel Torres; y Pedro[c] Fernández Rodríguez, quien casó en 1848 con Ramona González Abréu. Estos últimos son ancestros directos de las hermanas Mirabal.

El tercero, Pablo[C] Fernández Abréu, casó con Gregoria Hernández y luego en 1846 con María García Rodríguez.

Catalina[6] Abréu Hernández casó con José Rodríguez y procrearon a Josefa Rodríguez Abréu. Esta última casó con Juan García, cuya hija, María García Rodríguez, casó en 1846 en Santiago con Pablo Fernández Abréu, hijo a su vez de Bernardo Fernández y Eufemia[5] Abréu Hernández.

LOS ACEBEDO

Domingo Acebedo nació hacia 1760. Casó con Sebastiana Pérez y tuvieron a Antonio[1], Rita[2] y Antonia[3] Acebedo Pérez. Domingo Acebedo también casó con Luisa Rodríguez y procrearon a María[4] y Juana[5] Acebedo Rodríguez.

La siguiente generación está conformada así:

Antonio[1] Acebedo Pérez casó con Mauricia de Peña Santiago, hija de Pablo de Peña Vásquez y Ana Santiago Aracena. Procrearon a Ramón[A], Joaquín[B] y Juan[C] Acebedo de Peña.

Rita[2] Acebedo Pérez casó con un señor de apellido Pérez y procrearon a Antonia[D] Pérez Acevedo.

Antonia[3] Acebedo Pérez procreó a José[E] Joaquín Acebedo.

María[4] Acebedo Rodríguez casó con Fulgencio Cortorreal y procrearon a Dolores[F] Cortorreal Acebedo.

Juana[5] Acebedo Rodríguez casó con José Hernández y procrearon Josefa[G] Hernández Acebedo.

Si bajamos otra generación encontramos que:

Ramón[A] Acebedo de Peña casó en 1826 en Santiago con Benita López de Peña, hija de Clemente López y Gertrudis de Peña, y fueron los padres de Miguel[a] Acebedo López. Este último casó en 1861 con Petronila[b] Acebedo Fermín, hija de Juan Acebedo Peña y María Fermín.

Joaquín[B] Acebedo de Peña casó en 1840 con Gertrudis Pérez Guzmán, hija de Juan Pérez y Anastasia Guzmán.

Juan[C] Acebedo de Peña casó con María Fermín y fueron los padres de Petronila[b] Acebedo Fermín, quien casó con Miguel[a] Acebedo López.

Antonia[D] Pérez Acebedo casó con José Villar y fueron los padres de Ramón[c] Gregorio Villar Pérez, nacido en 1842, y quien casaría en el mismo Santiago en 1867 con Francisca[d] Acebedo Montier.

José Joaquín[E] Acebedo casó con Catalina Montier y fueron los padres de Francisca[d] Acebedo Montier, quien casaría con Ramón Gregorio[c] Villar Pérez.

Dolores[F] Cortorreal Acebedo casó con Carlos Taveras con quien procreó a Justo Taveras Cotorreal, quien a su vez casó con Inés[e] Fernández Hernández.

Josefa[G] Hernández Acebedo casó con Gregorio Fernández Abréu, hijo de Bernardo Fernández y Eufemia Abréu, y procrearon a Francisco Estevan, José e Inés[e] Fernández Hernández.

LOS ARIAS

Lorenzo Arias nació hacia 1735. Casó con Gregoria Ureña y procrearon a: Antonio[1], José[2], Pedro[3] y Valentín[4] Arias Ureña.

La siguiente generación está compuesta de la forma siguiente:

Antonio[1] Arias Ureña casó con María Nieves de Acosta Tapia, hija de Juan de Acosta y María Tapia, procreando a Cecilia[A], Romualdo[B], Romualda[C] y Estevan[D] Arias Acosta. Luego, Antonio casó de nuevo con Petronila Ureña y procrearon a Anacleto[E] Arias Ureña.

José[2] Arias Ureña casó con Petrona Agnes y procrearon a María[F] Arias Agnes.

Pedro[3] Arias Ureña casó con Bárbara Ureña Acosta, hija de Antonio Ureña y Manuela de Acosta Laguna, procreando a Dominga[G], Rufina[H] y Ruperta[I] Arias Ureña.

Valentín[4] Arias Ureña fue el padre de Eugenio[J], José[K] y Luisa[L] Arias. Se desconoce el nombre de la madre.

Bajando una generación, tenemos que:

Cecilia[A] Arias Acosta casó hacia 1835 con Ramón[a] Galves Arias, hijo de Manuel Galves y María Arias Agnes.

Romualdo[B] Arias Acosta casó hacia 1845 con Francisca[b] Rivas Arias, hija de Pedro Rivas y Rufina Arias Ureña.

Romualda[C] Arias Acosta casó con Francisco Rivas y procrearon a Ezequiel[d] Rivas Arias, quien a su vez casó en 1884 con Celestina Ramírez Arias, hija de Juan Ramírez y Luisa Arias.

Estevan[D] Arias Acosta casó con Andrea Guerrero y procrearon a Antonio Arias Guerrero quien nació en 1845 en Santiago. Este casó en 1871 con Gregoria[c] Cruz.

Anacleto[E] Arias Ureña procreó con Isidora Laguna a Bernardino Laguna.

María[F] Arias Agnes casó con Manuel Galves y procrearon a Ramón[a] Galves Arias.

Dominga[G] Arias Ureña casó en 1828 con Lucas Ureña de los Santos, hijo de Luis Ureña Soler y Margarita de los Santos.

Rufina[H] Arias Ureña casó con Pedro Rivas y fueron los padres de Francisca[b], Micaela y Pedro Rivas Arias.

Ruperta[I] Arias Ureña procreó una hija llamada María Encarnación Arias. Esta última casó en 1843 en Santiago con Bernardino Laguna, hijo de Anacleto[E] Arias Ureña e Isidora Laguna.

Eugenio[J] Arias casó con Rosalía Ventura y son los padres de Dámaso Arias Ventura (1836-1938). Este último casó en 1873 con Eulogia Castillo Núñez, hija de Juan Castillo y Ventura Núñez. De esta rama descienden importantes líneas de las familias santiagueras Jorge, Cantisano y Saleta.

José[K] Arias procreó una hija con María Cruz a quien llamaron Gregoria[c] Cruz, nacida en 1849 en Santiago. Esta última casó en 1871 con Antonio Arias Guerrero, hijo de Estevan[D] Arias Acosta y Andrea Guerrero.

Luisa[L] Arias casó con Juan Ramírez y fueron los padres de Celestina Ramírez Arias, quien casa en 1884 con Ezequiel[d] Rivas Arias.

LOS BAUTISTA

Manuel Bautista nació hacia 1747. Casó con Baltasara Genao y procrearon a Manuel[1] y Juan[2] Bautista Genao.

Manuel[1] Bautista Genao casó con Francisca Francisco y procrearon a Juan[A] Bautista Francisco.

Juan[2] Bautista Genao casó con María de Bargas y procrearon a Francisco[B] Bautista de Bargas.

Bajando una generación más, encontramos que:

Juan[A] Bautista Francisco casó con Rosa Adames, con quien procreó a Juan[a] Bautista Adames, quien a su vez casó en 1847 en Santiago con Blanca[b] Bautista Valdez.

Francisco[B] Bautista de Bargas casó con Mauricia Valdez y fueron los padres de Blanca[b] Bautista Valdez, quien a su vez casó con su primo Juan[a] Bautista Adames.

LOS BEATO

Nicolás Beato nació hacia 1771. Casó con Manuela Morillo. Procrearon a Eusebio[1] y Luis[2] Beato Morillo.

Eusebio[1] Beato Morillo casó con una señora de apellido de la Cruz y procrearon a Fernando[A] Beato de la Cruz.

Luis[2] Beato Morillo casó con Juana Sosa y procrearon a Francisco[B] Beato Sosa.

En la siguiente generación,

Fernando[A] Beato de la Cruz casó en 1846 con María Abréu, hija natural de Catalina Abréu.

Francisco[B] Beato Sosa casó con Catalina Abréu y procrearon a María Abréu, quien se casaría en 1846 con Fernando Beato de la Cruz.