Mateo Gerónimo de Villanueva y Montoya

En Alarcón fue Regidor por los nobles los años 1740, 1743, 1747, 1754, 1756, 1759 y 1762 y Alcalde de la Santa Hermandad en 1741 y 1755. Alcalde ordinario por los nobles en Tébar los años 1731 y 1761, de la Hermandad en 1732 y Alguacil Mayor los años 1729 y 1755.

Presentó pleito en 1765 ante la Real Chancillería de Granada contra el concejo de Belmonte para que le reconociera su condición de hidalgo. Probó su nobleza en la Real Chancillería de Granada en 1766. Siguió pleito contra él ante la Real Chancillería de Granada D. Pablo Pérez Carrillo por daños causados por sus ganados en olivares de su propiedad. Fue condenado en primera instancia en Alarcón a un destierro de 3 años a mas de 10 leguas de esta villa de Alarcón. Otro pleito siguió con Francisco Parreño Rodríguez. En 1768 aparece como Procurador Síndico en el Picazo. Heredero del vínculo que fundó en Alarcón su abuelo Don Mateo Villanueva Palomares y del vínculo que fundó en Tébar Don Fernando Villanueva el 25 de mayo de 1613 y del que fundó Doña Angela Villanueva en virtud del poder que tenía de Don Fernando Villanueva, cura párroco que fue de Campillo de Altobuey, el dia 10 de setiembre de 1693. Alcalde Mayor Honorario de Vara de Rey por renuncia de D. Francisco Angulo Peralta el 23/8/1732. En 1767 siguió, junto con su hermano D. Diego Antonio Villanueva un juicio contra los Montoya por haber talado los montes de Mulatones, Alto Padilla, el Villar y otros, pertenecientes a los propios de Alarcón. El 30 de marzo de 1766 otorga poder junto con sus hijos para vender las sisas nuevas de la carne de la villa y corte de Madrid a D. Juan Francisco Pozoseco, beneficiado en la Iglesia parroquial de San Nicolás de Madrid. Hizo testamento el 22 de noviembre de 1781 en el Picazo ante Damián Zamora. Establece que se le entierre en la iglesia del Picazo, en la capilla propia de su familia y que se digan por su intención mil setecientas setenta misas y se de a los pobres del pueblo siete fanegas de pan cocido.