Príncipe de Melito; I Duque de Francavilla Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda, II conde de Melitó

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Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda Para otros usos de este término, véase Diego Hurtado de Mendoza. Diego Hurtado de Mendoza (c. 1500 - Madrid, 19 de marzo de 1578), I duque de Francavilla y I príncipe de Mélito, nieto del Cardenal Mendoza e hijo de Diego Hurtado de Mendoza y Lemos y Ana de la Cerda y Castro, fue un noble español que llegó a ser virrey de Aragón (llamado en sus instituciones propias Lugarteniente General de Aragón) desde 1553 o 1554 hasta 1556, presidentedel Consejo de Italia en 1558 y virrey de Cataluña.

Biografía Casó en 1538 con Catalina de Silva, hija de los condes de Cifuentes, con quien mantuvo conflictos desde muy pronto debido a las infidelidades y el difícil carácter de Diego. Sin embargo del matrimonio nació Ana de Mendoza de la Cerda, duquesa de Pastrana y princesa de Éboli tras su casamiento con Ruy Gómez de Silva en 1553.

Su yerno Ruy intentó colocar en puestos relevantes de la corte a su suegro, aunque su desempeño en los cargos que ostentó provocó grandes rechazos. En 1553 o 1554 es nombrado Lugarteniente General de Aragón, hecho que ya supuso un grave desafuero, pues solo podían ostentar este cargo los naturales del Reino de Aragón. Felipe II, en este periodo, buscaba imponer su poder sobre las instituciones propias de los reinos no castellanos, y en este sentido, Diego Hurtado sirvió al monarca sin comprender ni valorar el peculiar régimen foral aragonés, que quebró reiteradamente, y a los dos años tuvo que abandonar precipitadamente Zaragoza, si bien el rey no nombró nuevo Lugarteniente hasta 1566, en que fue sustituido por el arzobispo de Zaragoza Hernando de Aragón.

En 1555, transgrediendo un proceso foral de inhibición y el Privilegio de Manifestación, ordenó la ejecución de un herrero de Zuera acusado de contrabando de caballos, lo que se vio como un ataque a sus Fueros y Libertades, provocando una gran contestación y un proceso ante el Justicia de Aragón incoado por la Diputación del General. Tras excusarse Diego en nombre del rey, los diputados aragoneses detuvieron las acciones judiciales. Sin embargo, al año siguiente, volvió a ejecutar a otro preso acogido al Derecho o Privilegio de Manifestación. Colmada la paciencia de los aragoneses, Diego Hurtado de Mendoza hubo de refugiarse en la Aljafería para salvar su vida, y abandonar la ciudad del Ebro con toda rapidez.

Tras este episodio Diego Hurtado tuvo de nuevo problemas conyugales por una nueva infidelidad, y huyó de nuevo con su amante a Pastrana. Su suegro, para alejarlo de su hija, consiguió que el ya Príncipe de Mélito obtuviera el cargo de presidente del Consejo de Italia en 1558. Posteriormente, Ruy Gómez logró que fuera nombrado virrey de Cataluña, aunque no tardaría mucho en tener conflictos con su suegro. Al parecer todos los cargos tuvieron como objeto alejar a Diego en todolo posible de su hija y de la corte castellana, sabiendo que su carácter conflictivo iba a causar problemas allá donde fuera.

A la muerte de su mujer en 1576 contrajo matrimonio con Magdalena de Aragón, hija del Duque de Segorbe. Dos años después muere, aunque su primera hija Ana conservó su herencia

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<p><p>duque de Francavilla y príncipe de Mélito, nieto del Cardenal Mendoza e hijo de Diego Hurtado de Mendoza y Lemos y Ana de la Cerda y Castro, fue un noble español que llegó a ser virrey de Aragón (llamado en sus instituciones propias Lugarteniente General de Aragón) desde 1553 o 1554 hasta 1556, presidente del Consejo de Italia en 1558 y virrey de Cataluña.</p></p><p><p>Biografía</p></p><p><p> </p></p><p><p>Casó en 1538 con Catalina de Silva, hija de los condes de Cifuentes, con quien mantuvo conflictos desde muy pronto debido a las infidelidades y el difícil carácter de este. Sin embargo del matrimonio nació Ana de Mendoza de la Cerda, duquesa de Pastrana y princesa de Éboli tras su casamiento con Ruy Gómez de Silva en 1553.</p></p><p><p> </p></p><p><p>Su yerno Ruy intentó colocar en puestos relevantes de la corte a su suegro, aunque su desempeño en los cargosque ostentó provocó grandes rechazos. En 1553 o 1554 es nombrado Lugarteniente General de Aragón, hecho que ya supuso un grave desafuero, pues solo podían ostentar este cargo los naturales del Reino de Aragón. Felipe II, en este periodo, buscaba imponer su poder sobre las instituciones propias de los reinos no castellanos, y en este sentido, Diego Hurtado sirvió al monarca sin comprender ni valorar el peculiar régimen foral aragonés, que quebró reiteradamente, y a los dos años tuvo que abandonar precipitadamente Zaragoza, si bien el rey no nombró nuevo Lugarteniente hasta 1566, en que fue sustituido por el arzobispo de Zaragoza Hernando de Aragón.</p></p><p><p> </p></p><p><p>En 1555, transgrediendo unproceso foral de inhibición y el Privilegio de Manifestación, ordenó la ejecución de un herrero de Zuera acusado de contrabando de caballos, lo que se vio como un ataque asus Fueros y Libertades, provocando una gran contestación y un proceso ante el Justicia de Aragón incoado por la Diputación del General. Tras excusarse en nombre del rey, los diputados aragoneses detuvieron las acciones judiciales. Sin embargo, al año siguiente, volvió a ejecutar a otro preso acogido al Derecho o Privilegio de Manifestación. Colmada la paciencia de los aragoneses, Diego Hurtado de Mendoza hubo de refugiarse en la Aljafería para salvar su vida, y abandonar la ciudad del Ebro con toda rapidez.</p></p><p><p> </p></p><p><p>Tras este episodio Diego Hurtado tuvo de nuevo problemas conyugales por una nueva infidelidad, y huyó de nuevo con su amante a Pastrana. Su suegro, para alejarlo de su hija, consiguió que el ya Príncipe de Mélito obtuviera el cargo de presidente del Consejo de Italia en 1558. Posteriormente, Ruy Gómez logró que fuera nombrado virrey de Cataluña, aunqueno tardaría mucho en tener conflictos con su suegro. Al parecer todos los cargos tuvieron como objeto alejar a Diego en todo lo posible de su hija y de la corte castellana, sabiendo que su carácter conflictivo iba a causar problemas allá donde fuera.</p></p><p><p> </p></p><p>A la muerte de su mujer en 1576 contrajo matrimonio con Magdalena de Aragón, hija del Duque de Segorbe. Dos años después muere, aunque su primera hija Ana conservó su herencia.</p>

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Árboles de Costados de Gran Parte de Las Primeras Casas de Estos Reynos: Cuyos Dueños Vivian en El Año De 1683

https://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Hurtado_de_Mendoza_y_de_la_Cerda

Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda Para otros usos de este término, véase Diego Hurtado de Mendoza. Diego Hurtado de Mendoza (c. 1500 - Madrid, 19 de marzo de 1578), I duque de Francavilla y I príncipe de Mélito, nieto del Cardenal Mendoza e hijo de Diego Hurtado de Mendoza y Lemos y Ana de la Cerda y Castro, fue un noble español que llegó a ser virrey de Aragón (llamado en sus instituciones propias Lugarteniente General de Aragón) desde 1553 o 1554 hasta 1556, presidente del Consejo de Italia en 1558 y virrey de Cataluña.

Biografía Casó en 1538 con Catalina de Silva, hija de los condes de Cifuentes, con quien mantuvo conflictos desde muy pronto debido a las infidelidades y el difícil carácter de Diego. Sin embargo del matrimonio nació Ana de Mendoza de la Cerda, duquesa de Pastrana y princesa de Éboli tras su casamiento con Ruy Gómez de Silva en 1553.

Su yerno Ruy intentó colocar en puestos relevantes de la corte a su suegro, aunque su desempeño en los cargos que ostentó provocó grandes rechazos. En 1553 o 1554 es nombrado Lugarteniente General de Aragón, hecho que ya supuso un grave desafuero, pues solo podían ostentar este cargo los naturales del Reino de Aragón. Felipe II, en este periodo, buscaba imponer su poder sobre las instituciones propias de los reinos no castellanos, y en este sentido, Diego Hurtado sirvió al monarca sin comprender ni valorar el peculiar régimen foral aragonés, que quebró reiteradamente, y a los dos años tuvo que abandonar precipitadamente Zaragoza, si bien el rey no nombró nuevo Lugarteniente hasta 1566, en que fue sustituido por el arzobispo de Zaragoza Hernando de Aragón.

En 1555, transgrediendo un proceso foral de inhibición y el Privilegio de Manifestación, ordenó la ejecución de un herrero de Zuera acusado de contrabando de caballos, lo que se vio como un ataque a sus Fueros y Libertades, provocando una gran contestación y un proceso ante el Justicia de Aragón incoado por la Diputación del General. Tras excusarse Diego en nombre del rey, los diputados aragoneses detuvieron las acciones judiciales. Sin embargo, al año siguiente, volvió a ejecutar a otro preso acogido al Derecho o Privilegio de Manifestación. Colmada la paciencia de los aragoneses, Diego Hurtado de Mendoza hubo de refugiarse en la Aljafería para salvar su vida, y abandonar la ciudad del Ebro con toda rapidez.

Tras este episodio Diego Hurtado tuvo de nuevo problemas conyugales por una nueva infidelidad, y huyó de nuevo con su amante a Pastrana. Su suegro, para alejarlo de su hija, consiguió que el ya Príncipe de Mélito obtuviera el cargo de presidente del Consejo de Italia en 1558. Posteriormente, Ruy Gómez logró que fuera nombrado virrey de Cataluña, aunque no tardaría mucho en tener conflictos con su suegro. Al parecer todos los cargos tuvieron como objeto alejar a Diego en todo lo posible de su hija y de la corte castellana, sabiendo que su carácter conflictivo iba a causar problemas allá donde fuera.

A la muerte de su mujer en 1576 contrajo matrimonio con Magdalena de Aragón, hija del Duque de Segorbe. Dos años después muere, aunque su primera hija Ana conservó su herencia.