Álvaro de Luna y Jarana, I Conde de Santisteban de Gormaz

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Álvaro de Luna y Jarana, I Conde de Santisteban de Gormaz

Birthdate:
Birthplace: Cañete, Cuenca, Castile-La Mancha, Spain
Death: June 02, 1453 (62-63)
Valladolid, España (Spain) (Decapitado )
Place of Burial: Toledo, España
Immediate Family:

Son of Alvaro Martinez de Luna and María Fernández de Jaraba
Husband of Elvira Portocarrero and Juana "la triste condesa" de Pimentel y Enríquez, Condesa de Montalbán
Partner of Catalina NN and Margarita Manuel Souza de Silva, señora de Mejorada
Father of María de Luna, Señora de Cornago; Pedro de Luna y Manuel, 1er Señor de Fuentidueña; Juan de Luna y Pimentel, II Conde de San Esteban de Gormaz and María de Luna y Pimentel, Señora de La Torre de Esteban Hambrán
Brother of Martín de Luna and Señora de Luna

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Last Updated:

About Álvaro de Luna y Jarana, I Conde de Santisteban de Gormaz

Álvaro de Luna (Cañete, Cuenca, c. 1390-Valladolid, 2 de junio de 1453), fue un noble castellano de la casa de Luna que llegó a ser condestable de Castilla, maestre de la Orden de Santiago y valido del rey Juan II de Castilla. Está enterrado en la capilla de Santiago, en la girola de la catedral de Toledo.

Infancia y ascenso en la corte

Nació en Cañete —actual provincia de Cuenca— en 1390, hijo natural1 de Álvaro Martínez de Luna, un noble aragonés, y de María Fernández Jaraba, conocida como La Cañeta2 o Juana de Uranzadi.3 Su padre murió cuando Álvaro de Luna tenía solo siete años, mostrando serias dudas acerca de su paternidad sobre este.4 Su madre tuvo otros hijos con otros hombres, entre ellos al futuro arzobispo de Toledo Juan de Cerezuela, con el que Álvaro de Luna confraternizó y al que trató siempre como hermano.4 Durante su infancia fue cuidado por su tío Juan Martínez de Luna y por su tío abuelo el antipapa Benedicto XIII de Aviñón,4 también conocido como el Papa Luna.

Fue introducido en la corte como paje de Juan II por su tío Pedro de Luna, arzobispo de Toledo, en 14085 o 1410. Álvaro aseguró pronto una gran ascendencia sobre Juan II, entonces un niño. Durante la regencia del tío del rey, Fernando, que terminó en 1412, no pudo ascender más allá del puesto de sirviente. Cuando, sin embargo, Fernando fue elegido rey de Aragón tras el Compromiso de Caspe, la regencia quedó en manos de la madre del rey, Catalina de Lancáster, hija de Juan de Gante, nieta de Pedro el Cruel.

Álvaro supo maniobrar para convertirse en una persona muy importante en la corte y para que el joven rey le tuviera en una alta consideración, lo que la superstición de la época atribuyó a un hechizo. No obstante, dados los ambiciosos e inescrupulosos nobles que le rodeaban, entre ellos sus primos, los infantes de Aragón, Juan II de Aragón y Enrique de Aragón hermanos de Alfonso V de Aragón, es bastante comprensible que depositara su confianza en un favorito que tenía todas las razones del mundo para permanecer fiel al rey. Álvaro era también un maestro en todos los talentos que el rey admiraba: era un aceptable caballero, un habilidoso lancero, buen poeta y elegante prosista.

   "Fue pequeño de cuerpo e menudo de rostro, pero bien compuesto de sus miembros, de buena fuerça e muy buen cabalgador, asaz diestro en las armas e en los juegos d' ellas. Muy avisado en palacio, muy graçioso e bien razonado, como quier que algo dudase en la palabra, muy discreto, gran disimulador, fingido e cabteloso, e que mucho se deleitava en usar de tales artes e cabtelas, assi que pareçe que lo había natural."
   Descripción por parte de Fernán Pérez de Guzmán

En 1418, con motivo de la celebración de la mayoría de edad de Juan II tuvo lugar una serie de festejos y torneos, durante uno de los cuales Álvaro de Luna fue gravemente herido en una justa, al dañarse la cabeza por el impacto de la lanza de su contrincante. A pesar de sufrir fracturas craneales y temerse por su vida, Álvaro de Luna se recuperaría del accidente. Sin embargo, durante su convalecencia y consiguiente alejamiento de la Corte se produjeron los primeros movimientos por parte de sus rivales políticos por intentar alejarlo de la órbita del monarca, sin éxito.

Apogeo

A partir de su huida nocturna junto al rey desde Talavera de la Reina al castillo de La Puebla de Montalbán, en noviembre de 1420, cuando tras el golpe de Tordesillas había quedado aquel poco menos que preso de su primo Enrique de Aragón y hasta la pérdida de la confianza del rey, Álvaro de Luna fue la figura central de la Castilla de su época. Era un periodo de conflicto constante provocado por tornadizas coaliciones de nobles que, bajo el pretexto de liberar al rey de la perniciosa influencia de su favorito, realmente trataban de convertirle en una marioneta que sirviera a sus propios intereses. Frente a los infantes de Aragón y la gran nobleza terrateniente, Álvaro de Luna forjó una alianza con la pequeña nobleza, las ciudades, el bajo clero y los judíos (Abraham Benveniste), que se oponían a la oligarquía nobiliaria castellana y a los infantes de Aragón, que defendían los tradicionales intereses políticos y económicos de su familia en Castilla.

La historia de Álvaro de Luna fue una constante de expulsiones de la corte por parte de facciones victoriosas, y su retorno cuando la facción vencedora se disgregaba. De hecho, en uno de sus momentos de gloria, en 1423, logró que el rey abriera un proceso amañado al condestable Ruy López Dávalos aprovechándose de su huida a Aragón por su apoyo a Enrique, para apropiarse de su patrimonio y títulos. Por el contrario, también fue, a su vez, solemnemente expulsado y desterrado a Ayllón en 1427 por los infantes de Aragón y una coalición de nobles descontentos con su favoritismo; solo para hacerle volver a la Corte un año después. Álvaro de Luna culminó de forma victoriosa una larga guerra con Aragón, iniciada en el verano de 1429, expulsando a los infantes aragoneses de Castilla.

En 1431, se esforzó en emplear a los inquietos nobles en una guerra para reconquistar Granada. Aunque hubo algunos éxitos, como la batalla de La Higueruela, era imposible una política consistente dado el carácter levantisco de los nobles y la indolencia del propio rey. Se dice, según unos, que no conquistó Granada por el terremoto de Atarfe, según otros porque fue sobornado por los moros para que no conquistara la ciudad, entregándole un carro repleto de higos, cada uno de los cuales ocultaba una moneda de oro.

En mayo de 1445, la facción de los nobles aliada con los principales enemigos de Álvaro, los infantes de Aragón, fue derrotada en la batalla de Olmedo (1445). Allí fue malherido en una mano —de cuya infección falleció al poco— el infante Enrique de Aragón, y el favorito, Álvaro, que había sido nombrado condestable de Castilla y conde de Santiesteban en 1423, le sucedió en su título de Gran Maestre de la Orden de Santiago. En ese momento su poder parecía incontestable, pero solo se basaba en el afecto que le dispensaba el rey. Eso cambió cuando la segunda esposa del rey, Isabel de Portugal, madre de Isabel la Católica, temerosa del inmenso poder del condestable, conocedora de sus intrigas, abusos y ciertos asesinatos dispuestos por él, urgió con insistencia a su marido a prescindir del favorito.

Caída

En 1453, el rey Juan II cedió. El 4 de abril, Álvaro de Estúñiga detuvo al condestable por orden del rey en Burgos y fue trasladado al castillo de Portillo. Su esposa Juana Pimentel y su hijo Juan de Luna se refugiaron en Escalona, desde donde pidieron ayuda al papa, por ser la Orden de Santiago (de la que es Gran Maestre) protegida papal. El 28 de abril, Juan II parte desde Portillo hasta Fuensalida para sofocar la rebelión de los partidarios del condestable.

El día 1 de junio se le trasladó a Valladolid, donde fue juzgado y condenado en un manido juicio que no fue más que una parodia de la justicia. Fue decapitado8 en cadalso público en la plaza Mayor de Valladolid el 2 o 3 de junio9 de 1453. Sepulcro del condestable Álvaro de Luna en la capilla de Santiago de la catedral de Toledo.

   "Poco después, la gente de Valladolid y algunos nobles llevaron su cuerpo a enterrar al convento de San Francisco, donde él había dejado dicho a los religiosos la noche anterior a su muerte que así lo hicieran. Más tarde, al cuidado casi reverente del que había sido su fiel servidor, Gonzalo Chacón, fueron trasladados a la ciudad de Toledo, donde recibieron tierra definitivamente en la suntuosa capilla de la catedral, llamada de Santiago, construida a sus expensas, donde yacía enterrado su hermano el arzobispo don Juan de Cerezuela, y reposarían después los restos de su mujer, doña Juana Pimentel, y otros miembros de su familia."
   Serrano Belinchón, 2000, p. 221

Juana Pimentel, al conocer la ejecución de su marido, abandonó la resistencia y rindió el castillo de Escalona a las tropas reales. A partir de este momento, y hasta su muerte, Juana firmaría todos sus documentos como «La Triste Condesa», mostrando así el lamento que le producía la ejecución de su marido. Álvaro de Luna en la historiografía

El papel interpretado por Álvaro de Luna ha sido juzgado de diversas formas. Para el padre Juan de Mariana (siglo XVI), se trataba simplemente de un ambicioso favorito, en búsqueda constante de su propio interés. Para otros, fue un fiel servidor de su rey, esforzado en reforzar la autoridad de la corona, la cual era, en Castilla, la única alternativa a la anarquía. Por supuesto que buscó su propio beneficio, pero su supremacía fue sin duda mejor que el dictado de los avariciosos nobles.

Se ha especulado en abundancia acerca de la íntima amistad que unía al rey con Álvaro; intelectuales de la talla de Gregorio Marañón han sostenido con solvencia que mantenían relaciones homosexuales.

Álvaro de Luna en la literatura Colecta para sepultar el cadáver de don Álvaro de Luna, de José María Rodríguez de Losada. 1866. (Palacio del Senado de España, Madrid).

Álvaro de Luna escribió el libro "Virtuosas e claras mujeres en defensa de las mujeres y contra el moralismo misógino de El Corbacho o Pere Torroella"; este interesante texto ha sido editado por Lola Pons Rodríguez (Burgos: Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, 2008). Además su personaje aparece en diversas obras de otros autores:

   Aparece expresamente mencionado en el poema extenso Laberinto de Fortuna de Juan de Mena.
   Mencionado en las célebres Coplas por la muerte de su padre de Jorge Manrique.
   En Don Quijote, Cervantes lo cita en una de las poesías cómicas que prologan el libro (Urganda la Desconocida).
   En Liceus El Portal de las Humanidades se ha publicado, bajo Libros Digitales, la tragedia para el teatro Don Álvaro de Luna:Tragedia en cuatro actos de Santiago Sevilla.
   Las comedias Próspera fortuna de don Álvaro de Luna y adversa de Ruy López Dávalos y Adversa fortuna de don Álvaro de Luna, de Tirso de Molina.
   Doctrinal de privados del Marqués de Santillana al maestre de Santiago don Álvaro de Luna, poesía crítica compuesta por su enemigo Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana.
   Los bandos de Castilla, de Ramón López Soler.
   El condestable Don Álvaro de Luna y Los tres ballesteros del rey, de Manuel Fernández y González.
   En tres novelas: El valido del rey, La bastarda del Condestable y El Castillo de Escalona, por Rafael Pérez y Pérez.

Matrimonios y descendencia

Contrajo un primer matrimonio en 1420 con Elvira de Portocarrero, hija de Martín Fernández Portocarrero, señor de Moguer y III señor de Villanueva del Fresno y de Leonor Cabeza de Vaca, no habiendo sucesión de este matrimonio.

Estando casado con Elvira, tuvo una hija fuera de matrimonio con Catalina:

   María de Luna, señora de Cornago. El 6 de agosto de 1436, el rey Juan II de Castilla despachó una cédula de legitimación a favor de María de Luna, hija del Condestable y Catalina. Casó con un pariente, Juan de Luna y Mendoza, alcaide de Soria, sobrino de su padre.

Después de enviudar de Elvira de Portocarrero, tuvo un hijo natural en Margarita Manuel, viuda de Diego García de Toledo Barroso, e hija de Enrique Manuel de Villena y Beatriz de Sousa:

   Pedro de Luna y Manuel, señor de Fuentidueña, casado con Mencía de Ayala.

Contrajo un segundo matrimonio en 1430 en Calabazanos con Juana Pimentel, «La Triste Condesa», condesa de Montalbán e hija del segundo conde de Benavente Rodrigo Alonso Pimentel y de su esposa Leonor Enríquez,12 Juana testó el 30 de mayo de 1485. De este matrimonio nacieron:

   Juan de Luna y Pimentel (1435-1456). En 1440 su padre fundó un mayorazgo a su favor del condado de San Esteban de Gormaz y de Alcozar.
   María de Luna y Pimentel, (1432-11 de enero de 1497). Se casó alrededor de 1459 con Íñigo López de Mendoza y Luna, II duque del Infantado. Sucedió a su hermano después de su temprana muerte.

Referencias

Hernández Amez, 2002, p. 256. Serrano Belinchón, 2000, p. 14. Palacios Sánchez, 1980, p. 64. Serrano Belinchón, 2000, p. 15. Serrano Belinchón, 2000, p. 16. Serrano Belinchón, 2000, pp. 17-18. Serrano Belinchón, 2000, pp. 25-26. Alonso de Palencia, Crónicas, Década I, Libro II, Capítulo VII, página 49. García Cortázar, 2005, pp. 240-241. Marañón, 1930, p. 66. López de Mendoza, 2005.

   Berwick y de Alba, 1898, p. 58.

Bibliografía

   Berwick y de Alba, Duquesa de (1898). Catálogo de las colecciones expuestas en las vitrinas del Palacio de Liria. Madrid.
   García Cortázar, Fernando (2005). Atlas de historia de España. Planeta. ISBN 978-84-08-05752-9.
   Hernández Amez, Vanesa (2002). «Mujer y santidad en el siglo XV: Álvaro de Luna y El Libro de las virtuosas e claras mugeres». Archivum: Revista de la Facultad de Filología (52-53): 255-288. ISSN 0570-7218.
   López de Mendoza, Íñigo (2005). Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, ed. Doctrinal de privados del Marqués de Santillana al maestre de Santiago don Álvaro de Luna. Alicante.
   Marañón, Gregorio (1930). «Ensayo biológico sobre Enrique IV de Castilla». Boletín de la Real Academia de la Historia (96): 11-93.
   Moxó y de Montoliu, Francisco de (1990). La Casa de Luna (1276-1348): factor político y lazos de sangre en la ascensión de un linaje aragonés. Münster, Westfalen: Aschendorffsche Verlagsbuchhandlung. ISBN 3-402-05825-1.
   Moxó y de Montoliu, Francisco de (2005). Miscelánea de Luna. Zaragoza: Institución "Fernando el Católico". ISBN 84-7820-745-7.
   Palacios Sánchez, Juan Manuel (1980). «El Célebre y Caballeroso linaje de los Luna, en su Entronque con el Señorío de la Villa Riojana de Cornago y la Ilustre familia Aragonesa de los Fantoni y Benedi». Berceo (98): 55-78. ISSN 0210-8550.
   Serrano Belinchón, José (2000). El condestable: de la vida, prisión y muerte de don Álvaro de Luna. AACHE Ediciones de Guadalajara. p. 223. ISBN 9788495179357.

Bibliografía adicional

   Blackmore, Josiah; Hutchenson, Gregory S. (2009). «Desperately Seeking Sodom. Queerness in the Chronicles of Álvaro de Luna». En Josiah Blackmore y Gregory H. Hutchinson. Queer Iberia. Sexualities, Cultures and Crossings from the Middle Ages to the Renaissance (en inglés). Durham, N.C.: Duke University Press. pp. 222-249. ISBN 0822323494.
   Eisenberg, Daniel (1976). «Enrique IV and Gregorio Marañón». Renaissance Quarterly (New York: Rennaissance Society of America) (29): 21-29. OCLC 41295602.

Enlaces externos Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Álvaro de Luna. Wikisource contiene un Retrato de Álvaro de Luna con un epítome sobre su vida incluido en el libro Retratos de Españoles ilustres, publicado en el año de 1791. de Álvaro de Luna. Wikisource contiene una obra de teatro de Antonio Gil y Zárate sobre Álvaro de Luna.

Álvaro de Luna. (2017, 4 de julio). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 18:42, julio 5, 2017 desde https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=%C3%81lvaro_de_Luna&oldi....

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Álvaro de Luna y Jarana (between 1388 and 1390 – 3 July? 1453), Duke of Trujillo, 1st Count of San Esteban de Gormaz, was a Spanish politician. He was a favourite of King John II of Castile, a Constable of Castile and Grand Master of the military order of Santiago.

In 1445, the faction of the nobles allied with Álvaro's main enemies, the Infantes of Aragon, were defeated at the First Battle of Olmedo. One of them, Infante Henry, Duke of Villena, brother of the Queen, died of his wounds. Luna, who had been Constable of Castile and Count of San Esteban de Gormaz since 1423, became Grand Master of the Order of Santiago by election of the Knights.

Queen Maria died under suspicious circumstances, pointing to Luna as the mastermind. Nevertheless, his power appeared to be thoroughly established. It was, however, based only on the personal affection of the king. The king's second wife, Isabella of Portugal, although her whole royal marriage was a product of Luna's arrangements, was soon offended by the immense influence of the Constable, and when the murder of the King's accountant Alfonso Pérez de Vivero was suspected to have been done on Luna's orders, she urged her husband to free himself from thralldom to his favourite. In 1453 the King succumbed to his wife's demands; Luna was arrested, tried and condemned to death in a process which was a mere parody of justice, and soon executed by beheading at Valladolid on 2 June 1453.

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