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El Excelentísimo Señor Don Carlos María Santiago José Juan Nepomuceno Rafael Gónzalez de la Torre y Navacerrada Urrutia, Caballero de la Orden de Calatrava

Birthdate:
Birthplace: Seville, Seville, Andalusia, Spain
Death: December 02, 1879 (70)
Madrid, Madrid, Community of Madrid, Spain
Immediate Family:

Son of Jorge María de la Torre and María Luisa de Navacerrada
Husband of Ramona Ordovás
Partner of María del Rosario Gil de Montes de Sanchiz
Brother of Luis María de la Torre

Occupation: Military officer / Oficial militar, Governor-General of the Philippines / Gobernador General de Filipinas
Managed by: Klarenz Kristoffer Magdaluyo Qui...
Last Updated:

About Carlos María de la Torre

Carlos María de la Torre y Navacerrada (1809–1879) was a Spanish soldier and politician. He served as Governor-General of the Philippines from 1869 to 1871, and is considered to be the most beloved of the Spanish Governors-General ever assigned in the Philippines.

Governor General of the Philippines

A Carlist army officer, he was sent from Spain by Francisco Serrano after the ouster of Queen Isabel II as result of the La Gloriosa revolution. He was considered a liberal Spaniard who practiced the liberal and democratic principles for imposing liberal laws. He wanted to have the bronze statue of Isabel II, first unveiled in 1860, melted so that it would be put to better use. However, the Manila City Council saved it by declaring the statue municipal property.

He established the Guardia Civil in the Philippines and gave amnesty to rebels, of which the most prominent was Casimiro Camerino (El tulisán), the leader of bandits in Cavite. He organized the bandits given amnesty into an auxiliary force of the Guardia Civil. He abolished flogging, relaxed media censorship, and began limited secularization of education. He was also very close to the ilustrados, a group of Filipinos who understood the situation of the Philippines under Spanish rule. His supporters had done a Liberal Parade in front of the Malacañan Palace.

Only two weeks after the arrival of de la Torre as governor-general, Burgos and Joaquín Pardo de Tavera led a demonstration at the Plaza de Santa Potenciana. Among the demonstrators were José Icaza, Jácobo Zobel, Ignacio Rocha, Manuel Genato, and Máximo Paterno. The cry was "Viva Filipinas para los Filipinos!". In November 1870, a student movement, denounced as a riot or motín, at the University of Santo Tomas formed a committee to demand reforms on the school and its curricula. It later announced support of Philippine autonomy and recognition of the Philippines as a province of Spain. The committee was headed by Felipe Buencamino.

De la Torre was single and he had a mistress who had great influence on him. His mistress, Maria del Rosario Gil de Montes de Sanchiz, flared up friar opposition because of many reasons. One of the reasons was she authored a book entitled El Hombre de Dios. It was criticized because a woman wrote it.

Another is during a festivity in Malacañang Palace that was mainly attended by Philippine creoles, who are now definitely called Filipinos. She arrived at the place wearing a ribbon which said Viva la Libertad (English: Long live liberty) and Viva el Pueblo Soberano (English: Long live the sovereign nation).

In March 1872, de la Torre wrote to Madrid concerning his decision to get relieved from his post. However, his patron in Spain was assassinated the previous month and orders for his relief was given nine days before his letter was written. He was succeeded by Governor-General Rafael de Izquierdo, whom was described as the opposite of his liberal-mindedness.

Order of Charles III

Order of Calatrava

Acerca de Carlos María de la Torre (Español)

Torre y Navacerrada, Carlos María de la. Sevilla, 27.VII.1809 – Cuenca, f. s. xix. Teniente general, primer gobernador general de Filipinas tras la Revolución septembrina de 1868.

Perteneciente a una familia acaudalada, en 1816 ingresa como cadete en el Regimiento de Infantería de Galicia, por gracia especial dados los méritos contraídos por su padre en las negociaciones del casamiento de Fernando VII con María Isabel de Braganza. Simultáneamente con los servicios castrenses prosigue sus estudios, y ascendido a teniente (1826) se incorpora al Primer Regimiento de la Guardia Real (Segovia).

Tras la muerte de Fernando VII (1833) es destinado al Ejército del Norte en operaciones contra los carlistas alzados en armas (Primera Guerra Carlista, 1833-1839) e interviene en los hechos de armas de Olazagoitia, Ururzun, venta del Perdón, Bilbao, Amurrio y Mendigorría. En esta última batalla fue herido, por lo cual se le confiere el empleo de comandante de Infantería por méritos de guerra. Destinado al ejército de reserva de Andalucía toma parte en las campañas por Castilla la Nueva (zona derecha del Tajo y el valle del Tiétar) y más tarde, pasa al Ejército del Centro y asiste a los ataques de Cortés y Segura, por cuyos méritos contraídos se le concede la Cruz de San Fernando.

Durante los años 1843 y 1844, ya como coronel, participa bajo las órdenes del duque de Ahumada en la organización de la Guardia Civil como secretario de la Dirección y Organización de dicho cuerpo. Constituida la Inspección General, entra a formar parte de la plantilla de jefes y oficiales de dicho cuerpo. Ocupando destino en la Guardia Civil participó en las operaciones contra la sublevación militar ocurrida en Madrid el 26 de marzo de 1848. Ésta se encuadra dentro de las revoluciones de ámbito europeo de 1848, que en España tiene poca incidencia y se traducen como reacción al Gobierno de los moderados (1844-1854). Por esta última acción fue promovido al empleo de brigadier de Infantería y es destinado voluntariamente a Cuenca.

Liberal de convicción y progresista que militaba en las filas de Sagasta, a partir de estas fechas estaría implicado en la mayoría de levantamientos revolucionarios preparados dentro y fuera de España. En 1857 se ordena su traslado forzoso de Cuenca a Vitoria acusado de haber alentado los movimientos revolucionarios de Quintana y Toboso, por lo que permanece en esta capital hasta que se le concede licencia para fijar su residencia en Francia.

En 1859, desencadenado el conflicto armado entre España y Marruecos (Guerra de África, 1859-1860), por influencia de Prim fue designado para mandar y organizar la División de los Tercios Vascongados con el fin de reforzar al Ejército de África. Tras un año de preparación y adiestramiento, De la Torre y sus fuerzas llegan a Tetuán en febrero de 1860 y toman parte en la batalla de Wad-Ras. Posteriormente regresa a la Península en expectación de destino tras ser disuelta su división.

A finales de enero de 1866, mientras residía en Lisboa, solicita licencia para trasladarse a Granada; es detenido en Badajoz acusado de haber colaborado en la sublevación de Prim en Villarejo (enero de 1866). Esta conspiración junto con la de los artilleros del cuartel de San Gil, forman la cadena revolucionaria organizada desde Francia y Portugal por militantes demócratas, progresistas y republicanos. En el mismo año de 1866 se le permite fijar su residencia en Pozorrubio (Cuenca), desde donde se trasladaría a Francia.

Un año después, comprobada su colaboración con Prim y Sagasta en París, desde el Gobierno de González Bravo, se emite una orden de búsqueda a través del embajador francés en Madrid y el cónsul de Burdeos, lo que causa, tras seguir en paradero desconocido, su baja en el Ejército. Posteriormente, a causa del manifiesto emitido desde Bruselas, y por sus artículos subversivos publicados en periódicos franceses, se le instruye sumaria.

Con el triunfo de la Revolución de septiembre de 1868 se incorpora a las filas del Ejército, y ascendido primero a teniente general es nombrado gobernador y capitán general de Filipinas. Toma el mando, en junio de 1869 ante una gran expectación de los diferentes sectores de la sociedad filipina por tratarse del primer dirigente enviado por el Gobierno provisional de la Revolución democrática. Para congraciarse con el pueblo y a la vez descongestionar las cárceles, concede un indulto general, que es muy mal recibido por los sectores más conservadores.

En septiembre de 1869 preside la jura de la Constitución en el palacio de Santa Potenciana de Manila; la apertura de libertades es festejada por una minoría de filipinos ilustrados y liberales españoles, aunque no por la mayoría del pueblo, poco acostumbrado a eventos políticos de estas características. En el programa de festejos y como acto simbólico de la caída de la Monarquía, De la Torre ordena la demolición de la estatua de Isabel II; tras negarse los empleados municipales a cumplir dicha orden, la Junta municipal, como propietaria, reclama el busto que finalmente queda depositado en el ayuntamiento. Puede que este acto de insubordinación, conocido por el Gobierno de Madrid, llevara a éste a emitir un decreto por el cual quedaban cesados todos los funcionarios de la Administración filipina. Aunque en sus Memorias De la Torre considera que ésta fue una medida impopular para su mandato, la puso, sin embargo, en vigor a pesar de las protestas de los funcionarios cesantes que se vieron suplantados por peninsulares.

Durante su gobierno, de las medidas emitidas por el Ministerio de Ultramar, las del ministro Moret fueron las más controvertidas, especialmente el decreto por el que la Real y Pontificia Universidad de Santo Tomás, pasaba a llamarse Universidad de Filipinas, con todos los cambios que conllevaba la nueva situación en perjuicio de la Orden dominicana fundadora de dicho centro. El proyecto, como otros muchos, no fue adelante pero sí dio lugar a un gran enfrentamiento entre el gobernador y el clero regular que se puso de parte de los dominicos.

Una decisión tomada, un tanto extravagante, durante su gestión fue la creación de los “Guías de la Torre”, banda de forajidos convertidos en guardianes de los caminos. En sus inicios, la banda dirigida por Camarino, defendía a los campesinos subyugados, pero finalmente se convirtieron en un grave problema para los responsables del orden público; no obstante, De la Torre quiso darles una oportunidad y convirtió a Camarino y sus hombres en un cuerpo de seguridad y vigilancia que apoyaría a la Guardia Civil. Como era de esperar, la reinserción de los bandidos no fue todo lo satisfactoria que el gobernador esperaba, por lo que se vio obligado a declarar el estado de excepción en la provincia donde actuaban Camarino y sus hombres.

El balance de su gobierno (junio de 1869-abril de 1871) no puede calificarse precisamente de acertado, sino todo lo contrario. La política implantada por este “liberal probado y radical sincero” (en palabras de Larra) dejó a las islas en un crítico estado de desconcierto político que se saldaría con los sucesos de Cavite de 1872, ocurridos bajo el mando de su sucesor Rafael Izquierdo.

Orden de Carlos III

Orden de Calatrava

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Carlos María de la Torre's Timeline

1809
July 25, 1809
Seville, Seville, Andalusia, Spain
July 29, 1809
Seville Cathedral, Seville, Seville, Andalusia, Spain
1879
December 2, 1879
Age 70
Madrid, Madrid, Community of Madrid, Spain