Historical records matching Evaristo Carriego
Immediate Family
-
father
-
sister
-
brother
-
brother
About Evaristo Carriego
Sus familiares y amigos reunieron toda su obra en un libro póstumo llamado “La
canción del barrio”. Fue el poeta del arrabal porteño, y aún hoy sus poemas son recordados.
El trae consigo ese mismo fuego combativo de sus antepasados, pero esta vez, la llama es más frágil y se apagará tempranamente.
Su madre, María de los Ángeles Giorello lo describe de esta manera. “
Era bueno…Un muchacho serio y triste, de pocas palabras,
pensativo siempre. Tenía 4 años cuando por el año 1887, su
padre y yo lo trajimos de donde había nacido: Entre Ríos, la
provincia de su abuelo que fue periodista y diputado y de
bisabuelo, que fue gobernante y militar…. Cuando se hizo
grande se hizo triste… Huraño….Se borró de su cara la
alegría del chico que jugaba con los otros en los patios y en
las calles y empezó a transmitir la tristeza de muchacho sin
novia… Vistió de negro o de azul y era delgado. Tenía pocos
amigos y trasnochaba…En vez de vino tomaba café…Siendo todavía un chico,
escribía décimas para los gauchos de los carnavales de Palermo. Traía a los
gauchos a casa y en esta salita los hacía ensayar. Yo le reñía……Evaristo escribía
décimas en los abanicos de las muchachas y salía a pasear con el caudillo Nicolás
Paredes……escribía dos o tres horas y luego se iba. Pasada la medianoche
regresaba. Algunas veces lo traía Alfredo Palacios, que era diputado, en su coche.
Otras veces, las más, venía solo, caminando despaciosamente por las calles
desiertas desde el centro, desde el café o desde algún diario.”(5)
La descripción física de su amigo Adriano Díaz Olazábal es maravillosa: “estatura
mediana, silueta delicada y nerviosa, cara larga y de palidez mate, ojos
pequeños pero muy oscuros y expresivos, cabello negro y ralo partido al medio,
frente alta y más bien recta, voz de timbre claro e insinuante, ademán parco y
suave y como principal característica de su rostro una clara sonrisa……el físico
no había traicionado al espíritu: tenía estampa de poeta…En las primeras épocas
usaba corbata suelta, negra, como fue invariablemente su ropa. Después
adicionó el sobrero de estilo cordobés, pero de alas breves, que le daba aspecto de
sevillano. Padecía de dos tic bastantes pronunciados, un parpadear relámpago
con ciertas intermitencias y una contracción de labios. Padre, madre y
hermanos , a quienes el poeta quería y respetaba le correspondían con amplitud.
La familia, aunque sencillamente, vivía de rentas y él no sufrió nunca privación
alguna, respetaban su vocación. No era mujeriego. No tenía inclinaciones
donjuanescas. La mujer en general, no despertaba en él instintos, sino
sentimientos. No veía en ella la posible presa, sino la entidad humana: madre,
hermana, esposa. Ese acendrado respeto, esa especie de culto, fue quizás una de
las causas por las cuales quedó en blanco en su vida la página del amor.
Careciendo de una posición independiente, rehuyó todos los posibles enredos del
corazón. No tuvo novia ni ningún gran amor. Para él la vida era un problema
exclusivamente intelectual, sencillamente poético. Era el soneto que iba a
publicar en breve, el último libro del escritor favorito, la discusión literaria que
quedara pendiente en la madrugada anterior. El mundo de Carriego cabía en
una de sus estrofas”.(6)
Evaristo Carriego con su poesía, se acerca a su barrio, al mundo que lo rodea, vive los
problemas de las gentes sencillas como si fueron suyos. Ha caminado y ha visto lo que sucede en el suburbio, cómo viven las personas sus desdichas y esto lo marca a fuego. Su poesía se impregna de ese arrabal. El conventillo, el organito, los personajes del barrio, a ellos les cantó en cada una de sus poemas, a la costurerita, que dio aquel mal paso, y lo peor de todo, sin necesidad…; a la que pasó muy agitada con una duda amarga en el pensamiento y un ensueño muerto en el corazón…; al organito, pianito que cruza la calle cansado moliendo el eterno familiar motivo que el año pasado gemía la luna de invierno…; a la madre muerta en “La silla que ahora nadie ocupa”.
Según B. González Arrillo en el prólogo de la edición de Misas Herejes de 1925- Ediciones Modernas “Sus versos se popularizaban con una rapidez asombrosa. Aparecían en las páginas de “Caras y Caretas” y a las pocas horas las muchachas de los conventillos se los sabían de memoria, y allá los recitaban a media voz, todas románticas, mientras en el “ Café de los Inmortales” media docena de sombrerudos cultores de las musas de melena y corbata al viento, discutían sobre si los versos de Carrieguito eran emotivos o no….”
Este fue Evaristo Carriego, el poeta. Su luz se apagó el 13 de octubre de 1912.
Su hermano, Enrique Cruz Carriego, fue mi abuelo. Nació en Paraná, Entre Ríos el 3 de
mayo de 1886. Se casó en Buenos Aires el 23 de septiembre de 1914 con Adela Kramer. Mi abuelo se decidió por la carrera militar, egresando de subteniente. Tuvo muchos destinos, en Ushuaia, Director de la Cárcel. Fue gobernador Interino de Formosa, en ese entonces Territorio Nacional. Hizo la Carrera de Diplomacia, fue Cónsul en Portugal y Noruega, escribió un libro “Por las calles de Buenos Aires”. Falleció en septiembre de 1971.
En Buenos Aires el 12 de julio de 1915 nace su primer hijo, Evaristo Carriego, mi padre.
Egresó como escribano y abogado. Trabajó en su profesión, de forma privada y también
como funcionario en varios organismos del estado. Apasionado por la historia, leía
continuamente y tenía una memoria prodigiosa. Se casó el 26 de abril de 1945 con María Celia Stefanini, mi madre, fallecida el 5 de septiembre de 1983. Mi padre falleció el 19 de septiembre de 1989.
Estos son los Evaristo de mi familia. Personajes indiscutidamente vigorosos que dejaron su impronta, su huella; hombres fogosos, valientes, que a su paso marcaron un camino. Pero también fueron humanos, amaron y sufrieron, odiaron y rieron y demostraron su sensibilidad como en este poema que expresa todo sus más íntimos sentimientos:
Anoche, terminada ya la cena
y mientras saboreaba el café amargo,
me puse a meditar un largo rato;
el alma como nunca de serena.
Bien lo sé que la copa no está llena
de todo lo mejor, y, sin embargo,
por pereza, quizás, ni un solo cargo
le hago a la suerte, que no ha sido buena…
Pero, como por una virtud rara
no le muestro a la vida mala cara
ni en las horas que son más fastidiosas,
nunca nadie podrá tener derecho
A exigirme una mueca… ¡ Tantas cosas
se pueden ocultar bien en el pecho!
Susana Carriego Stefanini
Madrid, España
http://susanacarriego.iespana.es
- ###############################################################
Evaristo Carriego (Paraná, 7 de mayo de 1883 - † Buenos Aires, 13 de octubre de 1912). Poeta argentino.
Contenido
1 Biografía
2 Su obra poética
3 Cuentos
4 Enlaces externos
Biografía
Evaristo Carriego nació en Rivera. Bruno Tito, el 7 de mayo de 1883, su familia era de largo arraigo en Entre Ríos. Su abuelo, que Carriego recuerda en un relato, Recuerdo de mi tiempo, fue guerrero y legislador de orgullosa trayectoria: "Cuando la legislación del Paraná resolvió levantarle a Justo José de Urquiza una estatua en vida, el único diputado que protesto fue el doctor Carriego, en oración hermosa aunque inútil..." (Jorge Luis Borges, Evaristo Carriego. Buenos Aires, 1930).
Durante su niñez, se traslada junto a su familia al barrio porteño de Palermo (barrio de compadritos).La suya es, desde entonces, una existencia lineal, sin exabruptos, sin hitos memorables. Vivió de ciertos cariños íntimos, del amor de una muchacha muerta, de los amigos seguros. Visitó redacciones y revistas, anarquistas algunas -anarquizantes, como se autoadjetivaría Carriego en un relato-, como La Protesta. Allí conoce a Juan Más y Pi, quien, junto con Marcelo del Mazo, será un amigo cercano y comprensivo. Son años de discusiones sobre las ideas importadas y la literatura que se está haciendo: "...el centro aquel tan curioso -dice Más y Pi-, que se constituía en la redacción de La Protesta, que era entonces, un diario anarquista simple de ideas, donde se hacía más literatura que acracia, y donde el encanto de una bella frase valía más que todas las aseveraciones de Kropotkin o de Jean Grave".
Carriego vivió en este Buenos Aires con la seguridad de ser poeta y la urgencia del reconocimiento: "Imponía sus versos en el café -dice Jorge Luis Borges en la obra citada-, ladeaba la conversación a temas vecinos de los versificados por él. Participó, con sus urgencias, del ambiente literario de la primera década del siglo XX, frecuentó los cafés famosos, se desveló hasta la madrugada en las reuniones de escritores, pero se iba alejando lentamente, como volviendo hacia un centro único de interés: "En vez de amplificar más cada día su campo de observación -añade Jorge Luis Borges-, Carriego parecía complacerse en reducirlo. Me basta con el corazón de una muchacha que sufre, dijo cierto día en el ardor de una discusión". Su vida se constituyó así como su poesía, con elementos primarios y simples y fue vida breve: muere el poeta, a los 29 años, el 13 de octubre de 1912, tísico.
Publica su primer libro de poemas, Misas herejes, en 1908. Comienza su vida poética con inevitables influencias que se delatan ya desde el título: ecos del satanismo de moda, de raíz baudelairiana, en esa reducción ad absurdum del misticismo por la paradoja, misas y herejes. Casi todo es herencia y retórica de escuela en este libro, dividido en 5 secciones, de clara tendencia modernista. Luego vienen El alma del suburbio y La canción del barrio en la cual operan todos los arquetipos que constituirán su mitología personal y porteña, donde de destacan los guapos, los cafés, el barrio, etc. Todos ellos publicados póstumamente.
Su obra poética
Misas herejes (1908)
La fonda
La bandera celeste
Vida del General Lamadrid
Vida y muerte en Aragón
Cuentos
Flor de arrabal (1927)
Evaristo Carriego's Timeline
1883 |
May 7, 1883
|
Paraná, Argentina
|
|
1912 |
October 13, 1912
Age 29
|
Buenos Aires, Argentina
|