Juan Martínez de Iriarte

JUAN MARTÍNEZ DE IRIARTE, "Caballero hijodalgo, Señor de la casa y solar de Iriarte", en Guipúzcoa, el cual parece que vino al nuevo mundo integrando la comitiva del Presidente de la Real Audiencia de Panamá y Puertobello, Alonso de Sotomayor. De "Tierra Firme", pues, bajaría nuestro guipuzcoano al Perú, para de ahí llegar finalmente al Tucumán a principios del siglo XVII. En 1613 el Gobernador de esta última provincia, Luis de Quiñones y Osorio, le hizo merced de las tierras de "Tolombón", en el Valle Calchaquí. Por lo demás el agraciado ocupó, de un modo sucesivo, los cargos de Alcalde Ordinario y Alférez Mayor en La Rioja, de Regidor en Esteco, y de Teniente de Gobernador en Santiago del Estero. El 23-X-1622, el Adelantado del Río de la Plata - in partibus -, y Gobernador efectivo del Tucumán, Alonso de Vera y Zarate, le nombró su Lugarteniente, Justicia Mayor y Capitán a guerra de la ciudad de Córdoba, en reemplazo de su pariente Diego de Vera, al que la jerarquía eclesiástica había excomulgado; función que éste asumió el 10 de noviembre de aquel año.

El aludido nombramiento, fechado en Santiago del Estero, expresa en sus considerandos; "Atento a que Vos el Capitán Juan Martínez de Iriarte, mi Lugarteniente que habéis sido en esta ciudad, con aprobación de los señores Presidentes y Oidores de la Real Audiencia de La Plata, despachada en catorce de febrero de este año, sois persona principal, caballero hijodalgo, Señor de la casa y solar de Iriarte, que habéis servido a Su Magestad en ocasiones que se han ofrecido; por la satisfacción que de vuestra persona tengo, por la presente en nombre de Su Magestad, como tal su Gobernador y Capitán General de estas Provincias, en virtud de sus reales poderes, elijo, proveo y nombro a vos, el dicho Capitán Juan Martínez de Iriarte, por mi Lugarteniente Justicia Mayor y Capitán a guerra de la ciudad de Córdoba, sus términos y jurisdicción". El Padre Juan P. Grenón, en su interesante impreso documental "Juegos Coloniales", transcribe una escritura otorgada en Córdoba el año 1626, donde el Capitán Juan Martínez de Iriarte expone; que "habiendo considerado los daños e inquietudes, pérdidas de hacienda y otros inconvenientes que de los juegos se siguen, y por librar la hacienda de ladrones, me obligo por diez años a no jugar ni naipes ni dados"; y en caso de no cumplir el compromiso tendrían el derecho de multarlo al firmante en 3.000 pesos; 2.000 para la caja de Redención de Cautivos y 1.000 para gastos de la Santa Cruzada. El personaje de esta historia - proscripto por si mismo de toda timba - había ligado su suerte, desde 1614, a la de Ana María Ramírez de Montalvo, mediante sólida coyunda marital que le trajo de refuerzo una dote de 8.000 pesos. Era ella hija del Capitán Juan Ramírez de Montalvo, "caballero hijodalgo" de Logroño, y de Gabriela de Villarroel, cuyos padres fueron Diego de Villarroel, que fundara la ciudad de San Miguel de Tucumán, y María Maldonado de Torres. Por su parte Ramírez de Montalvo - según lo consignaría más tarde su bisnieto Agustín Martínez de Iriarte, en un escrito solicitando mercedes al Consejo de Indias - era (sic) "sobrino lexítimo del Señor Juan Ramírez de Velazco, Gobernador y Capitán General destas tres provincias (Salta, Jujuy y Esteco) y conquistador y poblador dellas, y Divisero de la Casa y solar de la Piscina, que fundó el christianísimo Sr. Don Ramiro de Navarra". Obra en poder del investigador Jorge Zenarruza, copia fiel de un documento presentado al Gobernador Juan de Alonso de Vera y Zarate, el 11-11-1623, por el apoderado del Capitán Juan Martínez de Iriarte - Alonso de Herrera y Guzmán, Caballero de San Juan y marido de Ana Ramírez de Velasco, tocaya y prima de la mujer del mandante -, en cuyo escrito se solicitaba, para Martínez de Iriarte, la encomienda vaca del pueblo indígena de "Anganombo" y sus anexos, en el Valle de Choromoros de San Miguel de Tucumán. Vista la Información acompañada de los méritos y servicios del interesado, el Gobernador acordó concederle la referida encomienda por ante el Escribano mayor de la gobernación Pedro de Avalos. He aquí los fundamentos que concretan dicha recompensa, transcriptos - en lo pertinente - con ortografía moderna: "... Aviéndose publicado los dichos Edictos conforme a las cédulas y órdenes de Su Magestad, se opusieron a la dicha (encomienda) vacante algunas personas beneméritas, entre las cuales fue el General Don Alonso Herrera y Guzmán, en nombre y por poder del Capitán Juan Martínez de Iriarte. Y teniendo consideración a su mucha calidad y servicios que ha hecho a Su Magestad en el Reino de Tierra Firme y en estas provincias ... como Gobernador y Capitán General le hace merced y encomienda al dicho Capitán Juan Martínez de Iriarte, los indios, pueblos y repartimientos de Anganombo y sus anexos, con todos los indios reducidos y agregados a dicho pueblo de Anganombo, en el valle de Choromoros ... con los caciques y parcialidades y lo demás anexo y perteneciente, según y de la manera que lo tuvo y poseyó Pedro Ruiz de Zavala y los demás antecesores, y para que los haya y posea por dos vidas, suya y de sus sucesores legítimos ... Atento a lo cual, y que vos, el dicho Capitán Juan Martínez de Iriarte, sois caballero hijodalgo, y que en las ocasiones que se han ofrecido habéis acudido al servicio de Su Magestad, desde que entrasteis en el Reino de Tierra Firme con don Alvaro de Sotomayor, Presidente de la Real Audiencia de Panamá y Puertobello, y en los fuertes que allí se hicieron más tiempo de tres años; y continuando el real servicio, ha más tiempo de veinte años que entraste en estas provincias, y en ellas, en las ocasiones que se han ofrecido de paz y guerra, habéis hecho lo mismo y ejercido cargos y oficios de república, como ha sido en la ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja, el de Alcalde ordinario y de Alférez Mayor, y en la de Nuestra Señora de Talavera de Madrid, de Regidor, y en la de Santiago del Estero, cabeza de estas provincias, mi Lugarteniente Justicia Mayor y Capitán a guerra, y lo mismo en esta ciudad de Córdoba, con mucho lustre de vuestra persona y gastos de vuestra hacienda, por no tener los dichos oficios salario ninguno; y todo lo cual me consta y es notorio; además de lo cual fuistes casado con doña Ana María de Montalvo, hija legítima de Juan Ramírez de Montalvo y de doña Gabriela de Villarroel, hijos y nietos de pobladores y conquistadores de estas provincias; y haberos quedado del dicho matrimonio cuatro hijos e hijas, y estar con necesidad, y para que os podáis sustentar con alguna comodidad; confiando de vuestra persona que, si en adelante se ofreciese, acudiréis al servicio de Su Magestad; en su real nombre y de sus reales poderes ... os hago merced y encomienda, como su Gobernador y Capitán General de estas provincias, de los indios, pueblos y repartimientos de Anganombo y sus anexos ...".

El l-VII-1631, en San Miguel de Tucumán, ante el Escribano Gregorio Martínez de Campuzano, el Capitán Juan Martínez de Iriarte otorgó un poder a favor de un tal Juan Iturrios. Tiempo más adelante, hacia el año 1634, durante el gobierno de Felipe de Albornoz, perdía heroicamente la vida con las armas en la mano, luchando en defensa de San Miguel de Tucumán, cuando esta ciudad fue atacada por los indios, en el llamado "gran alzamiento calchaquí". Lo mataron en "Ypiaicombo", como a dos leguas del recinto castellano. Ref. Carlos F. Ibarguren Salta, Argentina. Documento inédito.