Manuel Alberdi y Abadía

Miércoles 8 de Julio de 2009 | El hijo del prócer se ocupó con fervor de sus documentos. Por Carlos Páez de la Torre (h) - Redacción LA GACETA, Tucumán, Argentina

En 1884 falleció el doctor Juan Bautista Alberdi. Sus herederos -hijos de su hermana Tránsito Alberdi de García- llegaron en 1886 a un arreglo con Manuel Alberdi, hijo natural del prócer nacido en 1837. De acuerdo al mismo, Manuel se hacía cargo de los escritos inéditos del padre, de su biblioteca y de los derechos de autor de los libros ya publicados. Esto último con la condición de entregarles la mitad del producto que la publicación rindiera. Del asunto se ha ocupado en detalle Alberto Octavio Córdoba, en su excelente "Bibliografía de Juan Bautista Alberdi" (1968). Manuel, hombre muy culto e inteligente, solicitó en 1894 al Gobierno Nacional que le entregasen los ejemplares que quedaban sin vender de las "Obras completas", para que se costeara la edición de los textos faltantes con el importe de su venta. El Estado accedió al pedido, por ley 3083. Manuel inició entonces la publicación de los inéditos. Hasta 1900, alcanzó a publicar 11 tomos, ayudado por Francisco Cruz. Ese año murió y legó todos los documentos a Josefa Escobar Sarsfield de Pérez, señora que lo había cuidado -tenía pésima salud- en sus últimos años. Puso como condición a la heredera que continuara las ediciones con la colaboración de Cruz. En 1901, la edición llegó al tomo 16. Al año siguiente, Cruz compró a la señora de Pérez la totalidad del archivo de Alberdi (115 libretas y 134 legajos de correspondencia), además de objetos personales, por 4.750 pesos. Su nuevo dueño lo cuidó con la misma reverencia que Manuel. En 1921, falleció Francisco Cruz, y su viuda, Carmen Susviela, vendió el conjunto al historiador Jorge Furt, en 1946. La familia Furt es, desde entonces, poseedora de lo que Córdoba llama "tesoro de documentos, cuyo contenido encierra importantes períodos de historia argentina y que su creador había ido formando a través de largos años de trabajo".