Marcelo Hugo Tinelli Domeño

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Marcelo Hugo Tinelli Domeño

Birthdate:
Birthplace: Bolívar, Buenos Aires, Argentina
Immediate Family:

Son of Dino Hugo Tinelli Guido and Maria Esther Domeño
Ex-husband of Private and Private
Partner of Private
Father of Private User; Private; Private; Private and Private

Managed by: Gustavo Latorre (c)
Last Updated:
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About Marcelo Hugo Tinelli Domeño

Marcelo Hugo Tinelli (San Carlos de Bolívar, Argentina; 1 de abril de 1960)[1] , es un presentador, empresario y productor argentino de radio y televisión.

Contenido

   * 1 Biografía
         o 1.1 Comienzos
         o 1.2 Videomatch
         o 1.3 Showmatch
               + 1.3.1 Canal 9
               + 1.3.2 Canal 13
         o 1.4 Vida personal
   * 2 Empresas
   * 3 Libros sobre Tinelli
   * 4 Véase también
   * 5 Referencias
   * 6 Enlaces externos

Biografía Comienzos

Marcelo Hugo Tinelli nació el 1 de abril de 1960 en la ciudad de San Carlos de Bolívar, a 255 km de la ciudad de Buenos Aires, hijo de Dino Hugo Tinelli (también periodista), fallecido en el año 1971 y nieto de José Domeño quien fué dueño de dos diarios.[1] Tuvo una humilde infancia, en la cual hasta llegó a trabajar como lustrabotas. Se mudó a la ciudad de Buenos Aires y de adolescente, estudió en el Colegio Manuel Belgrano. Fue jugador de fútbol de Divisiones Inferiores de los clubes Defensores de Belgrano y San Telmo. Pasaba sus tardes escuchando un conocido programa radial llamado "La Oral Deportiva" que se emitía por Radio Rivadavia donde comenzó trabajando como cadete.

Comenzó en la radio en 1975 (en Radio Rivadavia), haciendo notas en el programa de José María Muñoz.[1] Luego de varios años como corresponsal de campo en varios programas radiales de fútbol, recibió la oportunidad para desempeñarse como periodista de deportes en el programa sabatino Badía y Compañía del conductor y locutor Juan Alberto Badía en el Canal 13 de Buenos Aires, Argentina. Además realizaría algunas labores de continuidad en el canal hasta 1989. Videomatch

Iniciada la década de los '90 recibió la oportunidad de conducir un programa del rival Canal 11 de Buenos Aires (la recién renombrada Televisión Federal, Telefe) dedicado a temas deportivos que se dio en llamar Videomatch.[1] Dicha oferta le fue realizada ante el rechazo por parte del locutor radial Gustavo Lutteral.[2] Con el tiempo el programa comenzó a emitir "bloopers" (accidentes deportivos) y fue virando hacia el humor. Se transformó en un éxito que perdura - con distinto formato - hasta la fecha en la televisión argentina y fue la base sobre la que Tinelli cimentó su popularidad y fortuna. En 1997 antes de casarse por segunda vez, crea su productora Ideas del Sur la cual tomaría la responsabilidad de realizar y producir todos los programas de su autoría.

Desde el año 1998 organiza anualmente en la ciudad de Bolívar, la "Maratón Internacional Dino Hugo Tinelli", en honor a su propio padre, en donde se recaudan fondos que son aportados al hospital de la ciudad. Cantantes como Los Nocheros, la Mona Jiménez, y otros fueron participantes de dicha maratón de Los Picapiedras, serie favorita de su fallecido padre.

En el año 2002, organizó un equipo de volleyball llamado Bolívar Signia, el cual ganó el campeonato argentino 2002 - 2003. Showmatch Canal 9

En el año 2005 tras una pelea mediática con el entonces director de programación Claudio Villarruel, Tinelli decide llevar todos los programas de su productora Ideas del Sur en Telefe, incluyendo Videomatch (con, entonces, 15 temporadas consecutivas en pantalla), a Canal 9; que en ese momento era manejado por el empresario de medios y periodista Daniel Hadad y era tercero en audiencias tras los canales 11 y 13. El cambio tuvo un costo: el programa debió ser renombrado como Showmatch, (nombre que Ideas del Sur registró para la venta internacional de programas y/o formatos). Aún así, la emisión fue exitosa y devolvió al 9 notoriedad tanto en la prensa especializada como en el público tras años de "discreción" sobre las cosas que ocurrían en ese canal. Canal 13

Para sorpresa de todos, en septiembre de 2005, Tinelli firma una alianza de cuatro años con Adrián Suar, director de programación de Canal 13 y muda todos sus programas que se emitían en Canal 9 a El Trece. El anuncio oficial se dio durante la transmisión de un capítulo del estelar La noche del 10, donde su conductor, Diego Armando Maradona, a nombre de todo el canal, le organizó una semana después un gran recibimiento. La noticia remeció a la prensa internacional y ocasionó algunos roces entre las figuras de la planta televisiva. Ese contrato millonario duraría originalmente del 1 de enero del 2006 al 31 de diciembre del 2009 con posiblilidades de renovación automática cada cierto número indeterminado de años. Su primer programa en El Trece se transmitió el 30 de marzo del 2006.

Adquirió los derechos y es el conductor de Bailando por un sueño, en su versión argentina.

Es hincha del Club Atlético San Lorenzo de Almagro.[1] En febrero del 2009 cambió su imagen pasando de tener el pelo largo a raparse completamente, y se realizó un gran tatuaje que le cubre el brazo entero y que tiene imágenes religiosas. El diseño del tatuaje fue realizado por su propia hija, Candelaria.

En abril de 2009 se separó de su esposa, Paula Robles y debutó con la 20ª temporada de Showmatch el lunes 4 de mayo de 2009 con la Sección de humor en Showmatch 2009. Después se incorporarían otras secuencias siendo la más célebres Gran Cuñado y El musical de tus sueños, adaptación argentina de la franquicia mexicana El show de los sueños.

Tras los altibajos de su temporada 2009, y casi cuatro meses de descanso, el conductor prepara la vigésimo primera edición de su programa.

Hasta el año 2010, colaboró en la dirigencia del club San Lorenzo de Almagro. Vida personal

En 1986 Tinelli se casó en primeras nupcias con Soledad Aquino, proveniente de una de las familias mas tradicionales de San Isidro. Ambos se conocieron en el programa de Badía cuando Tinelli hacía los micros deportivos y Soledad trabajaba para la producción, con el público asistente, al en ese entonces estudio mayor de Canal 13. Con ella tuvo dos hijas Micaela y Candelaria. En 1993 la pareja se separó.

En 1997 se casó por segunda vez con Paula Robles, a quien conoció durante las grabaciones de "Ritmo de la Noche", donde él era el conductor y ella una de las integrantes del cuerpo de bailarinas del programa, que se presentaban como "Las T-Nelly's", con ella tuvo a Francisco [1998] y a Juana [2002] (hija menor de Marcelo). Empresas Artículo principal: Ideas del Sur

Es creador y presidente de la productora Ideas del Sur que genera series unitarias, telenovelas, y programas de interés general para la televisión argentina, entre los que se destacan: Todo por Dos Pesos (1999- 2002 Canal 7 y Azul TV), Okupas (2001 - Canal 7), Tumberos (2002 - América TV), Costumbres Argentinas (2003 - Telefe), Sol Negro (2003 - América TV), Los Roldán (2004 - 2005 Telefe y Canal 9), Patito Feo (2007 - 2008 Canal 13), Atracción x4 (2008 - 2009) y produce Consentidos, conjuntamente con Televisa. Libros sobre Tinelli

   * Carlos Mangone (1992). Tinelli: un blooper provocado. Buenos Aires: La Marca. 
   * Franco Salomone (1995). Yo, Tinelli. ¿Bocón o genio?. Buenos Aires: Beas Ediciones. 
   * Eduardo Bejuk (2009). Videomatch & Showmatch: 20 años de historia. Buenos Aires: Ideas del Sur. ISBN 978-987-249-030-0. 

Véase también

   * Videomatch
   * Showmatch
   * Ideas del Sur

Referencias

  1. ↑ a b c d e Marcelo Tinelli: cuando la fama tiene sentido Nota en el diario La Nación, 30/11/2003. Consultado el 1/8/2009
  2. ↑ TV: Magdalena Ruiz Guiñazú entrevista a Marcelo Tinelli para Diario Perfil

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Biografía

Conductor, periodista deportivo, showman, empresario, productor e hincha de San Lorenzo. Se trata de uno de los hombres más poderosos e influyentes de la TV argentina y latinoamericana. Dueño de un incomparable carisma y de una gran capacidad de conducción de programas de televisión. Sagaz a la hora de improvisar, es capaz de basar un programa en cualquier tipo de trivialidad y convertirlo en un éxito. Tal es su fama de buen conductor, que ya se lo cataloga entre los cinco personajes más importantes de la historia de la televisión argentina.

Comenzó su carrera en la radio, trabajando junto a José María Muñoz; más adelante tendría una participación en el programa Badía y Compañía; hasta que en 1990 comenzó la conducción de un austero programa de bloopers llamado VideoMatch, que luego se convertiría en el ciclo más visto del país durante más de 20 años seguidos.

Dueño de la productora de medios televisivos Ideas del Sur sus productos tienen un alcance regional de gran envergadura, sólo comparables a los de las productora competidora Cuatro Cabezas. Padre de tres hijas y un hijo; en dos décadas este joven de la ciudad de Bolívar logró convertirse sin duda alguna en uno de los hombres más influyentes y poderosos del país, tanto en el ámbito televisivo y empresarial así como en el político.

FAMILIA, PRIMEROS AÑOS E INFANCIA

Marcelo Hugo Tinelli, hijo de María Esther Domeño y Dino Hugo Tinelli; nació en la clínica San Cayetano de la ciudad de San Carlos de Bolíivar, provincia de Buenos Aires, el 1 de abril de 1960.

Bisnieto de Angelo Tinelli y María Teresa Constaninta Cravotta, quienes vivían en la localidad de Carhué, provincia de Buenos Aires. Tuvieron un hijo cuando Angelo tenía 27 años de edad y María Teresa 25, quien nació en 1906 y se lo llamó José Antonio Tinelli; el abuelo de Marcelo Hugo. Angelo se dedicó a la agricultura y con el tiempo devino en rentista, mientras que María Teresa era ama de casa.

José Antonio, el abuelo paterno de Marcelo, era empleado de comercio y también trabajó en una imprenta. Se casó con Carolina Guido, abuela de Marcelo. En julio de 1932 nació el hijo de la pareja, Dino Hugo Tinelli; quien en el futuro se convertiría en el padre de Marcelo. José Antonio murió de un paro cardíaco en el año 1978 en la ciudad de Bolívar y su tumba es una de las afectadas tras la gran inundación de Carhué.

Dino Hugo, el padre de Marcelo, se desempeñaba como periodista deportivo en los diarios el Mensajero y la Mañana de Bolívar. Era fanático de San Lorenzo, pasión que heredó Marcelo con la misma magnitud de su padre. De hecho solían ir a ver juntos a San Lorenzo en el viejo Gasómetro.

Dino se caracterizaba por ser una persona muy trabajadora y sociable. Incluso llegó a tener emprendimientos varios, incluyendo una florería y una fábrica de trapos de piso. Una persona muy meticulosa en lo profesional; solía jugar apuestas con los empleados del taller del diario, calculando cuánto tiempo tardaban en imprimir el diario del día siguiente .

Amante del tango y especialmente de Julio Sosa. Era una persona con muchos amigos y con un excelente sentido del humor, que no dudaba en hacerle bromas pesadas a sus amigos y familia; incluso su hijo no se salvaba -ahí se puede notar otra característica heredada por Marcelo y que éste explotaría como nadie en el futuro-. Ha contado Marcelo que una vez su padre le había regalado una camisa que según el pequeño Tinelli era muy fea, a pesar de ello Dino y su madre le insistían en que se la pusiera, ya que se trataba de un regalo del padre. Finalmente se la puso y cuando bajó a la calle su padre salió al balcón, gritando delante de todos sus amigos, -‘¡payaso!’. Marcelo entonces subió, se quitó la prenda y se la tiró.

También era amante de la cocina, haciéndole probar a su hijo todo tipo de comidas, logrando así que éste último adquiriese un paladar de gustos variados.

Su vida estaba muy relacionada al mundo del fútbol, ya que como periodista de los diarios anteriormente mencionados realizaba las notas de la sección de deportes cubriendo los partidos de los distintos equipos. Además según palabras de Marcelo también jugaba muy bien al fútbol, destacándose como excelente marcador de punta.

En 1971 Dino Hugo, tuvo que ser internado en el Sanatorio Anchorena de la Ciudad de Buenos Aires por un problema hepático, dado que por aquel entonces el hospital de Bolívar no contaba con los recursos suficientes para atenderlo. Finalmente la enfermedad resultó ser un cáncer en el pulmón, por la cual falleció veinte días más tarde de la internación, a los 38 años de edad.

Dino Hugo Tinelli, se había casado con María Esther Domeño, maestra e hija de María Rosa Carbajo y del empresario José Domeño, dueño de campos, una barraca y de los diarios El Mensajero y La Mañana de Bolívar, donde trabajaba Dino. María Esther era conocida coloquialmente como "Chiquita".

María Esther se destacó como excelente alumna, gran oradora y más adelante como muy buena maestra, fue muy querida y hoy recordada por muchos de sus ex alumnos. Realizó en su juventud también presentaciones en un coro en el Teatro Coliseo de Bolívar.

La madre de Marcelo, como se mencionó antes se desempeñaba como docente, incluso llegó a trabajar como maestra rural en la escuela Nº 18 en las cercanías de Bolívar, donde el pequeño Tinelli, solía acompañarla.

Como se mencionó antes, Marcelo Hugo Tinelli nació en la Clínica San Cayetano de la Ciudad de San Carlos de Bolívar, provincia de Buenos Aires.

Su casa de la infancia se encontraba -y aún se encuentra- sobre la calle Alvear 55 de la ciudad de Bolívar.

Ahí dio sus primeros pasos en la vida, heredó de su padre una gran pasión por el fútbol y principalmente por el equipo de sus amores, San Lorenzo de Almagro.

Ya desde chico se destacaba por su personalidad emprendedora, solía organizar campeonatos de fútbol para los que también armaba los equipos. Además le gustaba relatar los partidos entre los equipos en que no jugaba. Acostumbraba pararse detrás del arco y relataba el partido. En ese aspecto ya se notaba su pasión por el periodismo deportivo.

Nació, creció y se crió alrededor del fútbol, ya que su padre amaba dicho deporte y lo jugaba de forma amateur, además éste último se dedicaba al periodismo deportivo; también le heredó su amor por San Lorenzo, tal es así que solía acompañarlo al Viejo Gasómetro del barrio de Boedo cada vez que jugaba el equipo durante los años '68, '69 y '70.

Le encantaba jugar en tiempos de carnaval y acostumbraba introducir piedritas a los globos, -como le decían en aquel entonces en Bolívar a las bombitas de carnaval- para tirarle a los camiones que pasaban por delante del grupo de amigos.

Pero lo que más le encantaba era el fútbol. Coleccionaba figuritas, pero al llenar los álbumes en lugar de cambiarlos por un premio, despegaba las figuritas y con ellas armaba equipos, con cajas de zapatos los arcos y se ponía a jugar imaginariamente a la pelota con las manos.

De niño, a Marcelo le gustaba coleccionar estampillas y marquillas de cigarrillos, afición que le había pasado su madre María Esther -o Chiquita, como la llamaban coloquialmente-.

El pequeño Tinelli era muy compañero de Chiquita, y acostumbraba acompañarla en sulky a la escuela Nº 18 de Bolívar, donde ella era maestra rural. Incluso se sentaba en el aula con los otros chicos, a pesar de no ser alumno de la misma.

De hecho ya desde aquel entonces afloraban actitudes de conductor o showman en el pequeño Marcelo, ya que en una ocasión, al acompañar a su madre a la escuela, durante un acto en el que había un biombo con títeres, no dudó en un descuido de su madre en escabullirse y ponerse detrás de dicho biombo y comenzar un show propio.

Otro lugar al que Marcelo solía ir muy seguido de niño era el cine Otero, donde muchas veces tenía que ir a buscarlo su tía y madrina Mirta Domeño de Vital -también docente al igual que su hermana Chiquita-, quien ha llegado a contar que para ubicarlo buscaba la sobresaliente cabeza del pequeño Tinelli y que al encontrarla se quedaba tranquila.

Pero Marcelo era también alumno, habiendo hecho la primaria en la Escuela Cervantes de Bolívar, a donde concurrió hasta los diez años de edad. A la escuela iba caminando; ahí al igual que con sus amigos del barrio, se destacaba por su personalidad de alumno líder y popular de su curso. Era muy atento y estudioso.

Otra cosa que ya se notaba en Marcelo era su capacidad empresarial, ya que con su grupo de amigos, organizaban venta de helados en verano, en la que ellos se encargaban de venderlos y el se ocupaba de la parte de la cobranza, como si se tratase de una especie de jefe del negocio.

Pero no todo era color de rosas en su vida; él solía tener miedos, especialmente de noche cuando veía que su padre cambiaba de personalidad por un problema que tenía con el alcohol. Sentía que su padre era uno de día y otro cuando comenzaba a beber. Por la noche cambiaba su carácter y se ponía muy mal. Algo que le causaba temores a Marcelo, ya que su padre era muy divertido de día pero de noche era otra persona, causándole problemas para dormir al pequeño. Ese fue un problema que le costó muchos años superar al futuro conductor y empresario.

La vida de Marcelo era como la de cualquier niño normal de ciudad pequeña, hasta que su padre Dino Hugo se enfermó a los 38 años de edad, un día lo llevó a caminar y tuvieron una charla profunda en la plaza poco antes de ser internado, pero el pequeño no se imaginaba la gravedad de la dolencia de su padre.

Al poco tiempo Dino Hugo tuvo una recaída por un problema hepático, causado por una cirrosis, y dado que el hospital de Bolívar no contaba con los recursos necesarios; una noche a las cuatro de la madrugada la familia se suviría a un Ford Falcon, con Marcelo en la parte trasera del vehículo, rumbo a Buenos Aires. Ese sería el último día de Marcelo en Bolívar, quien fue inesperadamente arrancado de su pequeña ciudad natal y a donde no volvería luego de años.

La enfermedad además resultó complicarse por un cáncer de pulmón causada por su hábito al cigarrillo. A los quince días de estar internado Dino Hugo en el Sanatorio Anchorena, en enero de 1971, falleció dejando huérfano de padre a Marcelo tres meses antes de que éste cumpliera los 11 años de edad.

Aquel fue un gran golpe tanto para Chiquita como para su hijo, dejando una tremenda herida en ella que la llevó a decidir no volver jamás a Bolívar, ya que todo ahí le recordaba a su amado marido. Así abandonaron literalmente a Bolívar, dejando todo atrás; la casa, los amigos, la familia, y comenzando una nueva vida en la gran ciudad.

Cuando llegaron a Buenos Aires se instalaron en el departamento que tenían sus abuelos maternos en esta ciudad, ubicado en Pueyrredón y Peña, en el barrio de Recoleta. Ahí vivirían junto con su madre varios años.

Para el pequeño Tinelli, a punto de cumplir 11 años, todo era nuevo; las grandes edificaciones y avenidas, el caudal de gente, el tráfico. Tal es así que no sabía como cruzar la avenida Pueyrredón, llegando a preguntarle a su madre cómo hacer para cruzarla. De hecho esa avenida, con su doble sentido de circulación y la cantidad de colectivos, lo había impactado, le causaba un gran temor; tanto que pensaba que podría tener un accidente en cualquier momento.

Tuvo que adaptarse a la nueva vida, al nuevo lugar, a la gente, e incluso al estado anímico de su madre que desde entonces comenzó a caer en pozos depresivos.

Una cosa que lo sorprendería en Buenos Aires, era la posibilidad de poder ver televisión a toda hora, ya que en Bolívar solo podían captar en los días de tormenta Canal 10 de Mar del Plata. Pero eso también causaba conflictos con su abuelo, el dueño de casa, ya que Marcelo debía pararse a cambiarle el canal -en aquel entonces no había control remoto- y discutían porque cada uno quería mirar algún programa distinto.

Inmediatamente en Marzo retomó los estudios escolares, ahí comenzaría a hacer otros amigos y a adaptarse a su nuevo hogar, la gran ciudad.

Incluso en sexto grado tuvo la oportunidad de dar su primer beso. Tenía una compañera llamada Roxana, que le enseñaba a todos los chicos del curso a dar besos. Solían encontrarse a la salida los compañeros en la plaza, y en una de esas le preguntaron a Marcelo si a él ya le había enseñado a besar, y éste contestó afirmativamente ya que se encontraba entre los afortunados que sabían besar.

La escuela secundaria la hizo en el Nacional Nº 6 "Manuel Belgrano" de la calle Ecuador 1158 de Buenos Aires; ahí también fue estudioso y atento; y pronto se convertiría en un alumno popular. No obstante también solía llegar a tener enfrentamientos que llegaban a peleas de manos; según ha contado el mismo Marcelo era algo que ocurría fácilmente dos o tres veces al año.

Hizo nuevos amigos, y uno de ellos era un vecino de Pueyrredón y Peña, donde estaba viviendo Tinelli; Rubén Gerez, y quien por entonces se convertiría en su mejor amigo en Buenos Aires.

Con Rubén compartían su amor por el fútbol. Y un sueño de Marcelo Tinelli, el de convertirse en jugador profesional, no se había apagado, tal es así que su amigo lo acercaría a cumplir parte de dicho sueño.

Un día de 1973, cuando Marcelo tenía 13 años, Rubén le comentó que conocía a un chico llamado Carlos Fano que los podía presentar para realizar una prueba en Defensores de San Telmo. A eso Tinelli le preguntó dónde quedaba San Telmo, a lo que su amigo le respondió que se encuentra en la Isla Maciel. Aún así Marcelo no la ubicaba, y Rubén le dijo que es pasando La Boca.

De esta manera fueron a probarse; pero la primera vez que llegaron a la Isla Maciel no habían sido recibidos de la mejor forma. Tanto, que al pasar por la plaza, los niños de la zona al ver a dos forasteros, comenzaron a lanzarles piedras y otros objetos que encontraban en el camino. De esta manera tuvieron que salir corriendo hacia la cancha. Sin embargo todo finalizó satisfactoriamente; ya que tanto Marcelo como Rubén fueron aceptados en el equipo para jugar en las inferiores y luego terminaron en buenas relaciones con los chicos de la zona que antes los habían atacado.

Así comenzaría su corta carrera de futbolista jugando para Defensores de San Telmo, llegando a jugar en tercera división, muchas veces incluso llegó a cruzar la boca del Riachuelo en canoa para ir a la cancha.

Pero quizá uno de los momentos más recordados de su etapa como jugador fue el ocurrido el 15 de septiembre de 1974, cuando San Telmo se enfrentó a los Cebollitas, equipo en el que jugaba Diego Armando Maradona, por el Torneo Evita. El encuentro se dio en la cancha de Rácing.

Los Cebollitas, dirigidos por Francis Cornejo, llegaban a esta final tras un centenar y medio de partidos invictos; mientras que los de San Telmo, dirigidos por Mario Nacisi, habían llegado a aquellas instancias gracias a la garra puesta por los chicos y especialmente por su mejor jugador y goleador el Chino José Báez.

Sorprendentemente el primer tiempo finalizó con ventaja de dos tantos para el equipo en que jugaba Tinelli, con goles de José Báez y Julio Carrizo.

Los de San Telmo que habían ganado todos los partidos, sabiendo a quienes se enfrentaban, habían analizado a aquel equipo para generar una táctica eficaz. Habían llegado a la conclusión que el diez se la tiraba siempre a los delanteros, y tras algunas jugadas marcaba un gol. Ellos aún no sabían que el diez era ni más ni menos que Maradona. Así ensayaron toda la semana la ley del offside, logrando dejar diez veces en offside a los delanteros de los Cebollitas en el primer tiempo.

Pero durante el segundo tiempo tras algunos cambios de táctica en los Cebollitas, que dieron sus frutos, la situación cambió. El equipo de Villa Fiorito comenzó a aventajar a los de la Isla Maciel. Fue entonces en que Mario Nacisi mandó a la cancha a Marcelo Tinelli en reemplazo de Rubén Geréz quince minutos antes de finalizar el partido; aquella sería la primera vez en que Marcelo y Diego se encontrarían cara a cara, sin saber ninguno de los dos lo que les deparaba el destino. Tinelli marcó a Maradona propiciándole algunas fuertes patadas.

El partido finalizó con el marcador en 7 a 2 -Maradona marcó tres goles- con victoria de los Cebollitas. Según Marcelo una cosa que los distrajo fue la presencia de las cámaras de televisión de Canal Siete, mientras que los de Fiorito estaban muy concentrados. Según ha llegado a contar Tinelli, a pesar de la derrota los de San Telmo terminaron saludando a la cámara.

Un día que ha quedado en el recuerdo del futuro conductor como uno de los más prominentes de su corta carrera de futbolista.

Fuera del ámbito futbolístico y en un terreno más personal, el futuro conductor televisivo ha llegado a contar que la primera vez que tuvo relaciones íntimas con una mujer fue a los 15 años. Él y otros seis compañeros de la escuela habían decidido acudir a los servicios de una profesional. Fue así que los siete se dirigieron a un edificio ubicado en Avenida de Mayo. Habían hecho el arreglo telefónicamente, pero cuando llegaron ninguno se atrevía a tocar el timbre.

Fue así que finalmente Marcelo se animó a tocar el portero eléctrico y le abrieron la puerta. Al instante debatieron entre los amigos rápidamente quién debería entrar primero, y puesto que Tinelli fue el que se atrevió era el justo merecedor.

No se atrevió a subir por el ascensor, debiendo hacerlo por las escaleras; el problema era que se trataba de nueve pisos, por lo cual de seguro la mujer tuvo que esperar un rato largo.

Al llegar se encontró con una mujer grande que lo invitó a entrar. Le dijo que se pusiese cómodo mientras ella entró a otra habitación. Marcelo no sabía que quizo decir, así que esperó sentado cruzado de piernas. Al rato la mujer volvió desnuda diciendo “¿y, qué pasa?”. El adolescente le contestó que así estaba cómodo; a lo que ella comenzó a reírse y le dijo que se tenía que sacar la ropa.

Él estaba muy nervioso, pero llegó a vencer los nervios hasta que le gustó lo que estaba ocurriendo. Sin embargo de manera muy inoportuna sonó el timbre -muy probablemente se trataba del siguiente cliente-; así que la mujer le pidió que se vistiese y lo hizo salir por la misma escalera por la que subió. Según él fue una primera vez incompleta pero que pudo terminarla sólo en casa.

Tinelli tenía también otra pasión, el yo-yo; tanto que había llegado a participar en los torneos provinciales de aquel juego. Incluso en 1977 cuando San Telmo se disputaba una final contra Defensores, Marcelo no participó del juego ya que ese mismo día tenía que asistir a un campeonato de yo-yo.

Haber sido jugador de San Telmo lo acercaría además a una oportunidad que le cambiaría la vida para siempre en 1975.

LOS PRIMEROS PASOS DE SU CARRERA PROFESIONAL

Para 1975 Marcelo, con quince años de edad, ya se había amoldado por completo al estilo de vida de Buenos Aires; ya habían pasado cuatro años desde que abandonaron inesperadamente su hogar en Bolívar; tenía otras amistades, cursaba la secundaria en el Nacional Nº 6 "Manuel Belgrano" y jugaba en las inferiores de San Telmo. Pero fue esto último lo que causó que se haya topado con una oportunidad única la cual no supo desaprovechar.

El adolescente era oyente del programa radial La Oral Deportiva, conducido por José María Muñoz. por Radio Rivadavia. Un sábado Tinelli se encontraba tranquilo charlando con un amigo, Hugo Issa, en Pueyrredón y Peña cuando al joven bolivarense se le ocurrió preguntarle al amigo cómo habrán salido las inferiores.

Fue así que no tuvieron mejor idea que ir a buscar los resultados de otros equipos y de la tabla de posiciones para saber en qué puesto se ubicaba su equipo a Radio Rivadavia, que estaba muy cerca de allí -recordemos que era 1975 y en aquel entonces no había Internet-. De esta manera llegaron a Arenales 2467, donde se encuentra la emisora de Radio Rivadavia y obtuvieron los resultados.

Esto luego se volvió costumbre y así conoció al periodista Hernán Ramazzotti, a quien un día le comentó que su sueño era ser periodista deportivo. Fue así que le dieron una oportunidad y comenzó a trabajar como cadete en Radio Rivadavia para el programa la Oral Deportiva.

Aquel sería su primer trabajo; solía hacer los mandados, lo mandaban a buscar las credenciales de los periodistas a los distintos clubes, traer café, comprar en el almacén de la esquina los fiambres y armar los sándwiches para los integrantes del programa; José María Muñoz, Horacio García Blanco, Julio César Calvo y Dante Zabatarelli.

Aquel fue su primer trabajo, y curiosamente el día que cobró su primer sueldo al llegar a su casa se dio cuenta de que lo había perdido en el camino. Entonces volvió a la radio, y José María Muñoz, inmediatamente y sin dudarlo, metió la mano en el bolsillo y le dio generosamente la misma cantidad del sueldo, y le pidió que se compre un par de corbatas y que las use.

De esta forma a partir de 1975 empezó a dividir su tiempo entre sus actividades como estudiante de la escuela secundaria, jugador de las inferiores del club San Telmo y su trabajo como cadete de la Oral Deportiva en Radio Rivadavia. También había llegado a repartir tarjetas de una plomería como sueldo adicional.

Mientras tanto la situación de su madre, Chiquita, empeoraba; los pozos depresivos desde la muerte de Dino Hugo se iban haciendo cada vez más frecuentes, y la enfermedad se desarrolló en esquizofrenia. De maestra pasó a ser bibliotecaria ya que no podía encargarse de los alumnos; y con el tiempo comenzaron las internaciones.

Ya para cuando él tenía 18 o 19 años la acompañaba al hospital, y en muchas ocasiones como no tenía el monto de dinero suficiente para pagar las internaciones de su madre, que a veces superaban el mes de duración, lo hacía con canjes de Radio Rivadavia que le permitían buscar para poder costear los gastos.

Hacia 1977 ya tuvo la oportunidad de dar los resultados de los partidos por teléfono desde las canchas.

Pero su verdadero debut llegaría en 1978. Un día cuando volvía a la radio luego de hacer un trámite en la calle como cadete, José María Muñoz, lo mandó a llamar a su oficina. El relator le dijo que esté preparado porque el próximo domingo viajaría con él a Rosario para cubrir la transmisión desde los vestuarios para el partido final del Torneo Metropolitano entre Quilmes y Rosario Central a disputarse en aquella ciudad de la provincia de Santa Fe.

Marcelo, acostumbrado ya a su realidad de cadete, corta cable de noticias y productor de piso en las emisiones de los domingos, quedó atónito ante la noticia y tardó en reaccionar.

Esto era algo muy importante, un gran salto para Tinelli, ya que se trataba de la emisora más escuchada del país y el programa radial más importante en materia futbolística. Además él sólo había participado en algunos flashes informativos, pero esto era distinto, era un gran paso para alguien que sueña en convertirse en periodista deportivo.

Fue entonces que tuvo que pedir un adelanto de sueldo para comprarse un buen pantalón de vestir, una camisa nueva, una campera y zapatos mocasines a estrenar.

Así el domingo 29 de octubre de 1978, Muñoz, Tinelli y el equipo de periodistas viajaron en avioneta hasta Rosario. Esta sería la primera vez que el muchacho de Bolívar volaría en su vida. Toda una mezcla de sorpresas para el joven de 18 años, debutar en los vestuarios, encima en una final y como cereza de la torta volar. Así comenzó su carrera como periodista deportivo.

La emisión resultó un éxito, mencionó los números de córner, con alguna que otra equivocación causada por los nervios y la inexperiencia, los cuales supo sortear con mucha simpatía. Fue un gran comienzo para la carrera del bolivarense, ya que este fue el partido que le dio el primer título de su historia en primera división a Quilmes.

El único inconveniente momentáneo fue cuando en la platea local, fue presionado por algunos hinchas de Central que lo molestaban por ser porteño.

Al regreso, tuvo otra tarea, esperar al micro del equipo vencedor en el Acceso Norte de la Panamericana, el cual arribó al lugar aproximadamente por la medianoche. Dado que no habían hinchas esperando en aquel preciso sitio, Marcelo tuvo la iniciativa de poner a un compañero del móvil para que se hiciera pasar por hincha eufórico, festejando el título de Quilmes. Ya desde entonces, al parecer, le gustaba armar escenas o situaciones que no serían otra cosa que las semillas de las futuras cámaras ocultas.

Desde entonces se desempeñaría como relator de los córners de los partidos transmitidos por la Oral Deportiva así como también participaba de la transmisión de partidos de menor importancia. Pero una cosa que lo haría destacar era su buen humor, algo que llamaría en un futuro la atención de otro gran conductor radial y televisivo, Juan Alberto Badía.

En 1977 su trabajo en Radio Rivadavia lo hizo regresar a su ciudad natal luego de años, tras lo cual conoció a una chica con la que se puso de novio. Desde entonces no sólo se engancho con la joven bolivarense sino que también con su lugar de origen.

A partir de ese momento comenzó a viajar en micro todos los viernes a Bolívar y volverse los domingos por la mañana para poder cubrir los partidos transmitidos por la Oral Deportiva.

El noviazgo duraría hasta los años ochenta. Eso lo llevaría a comprarse su primer automóvil, un Fiat 125 que le vendió un hombre de manera poco honesta en Bolívar. Este auto resultó tener el chasis en pésimo estado causándole grandes problemas de orden mecánico al adolescente Marcelo, y una primera mala experiencia con el mundo de los automóviles.

Entre los años '79 y '80 le tocaría hacer una interrupción, ya que tuvo que cumplir con el servicio militar en la 1º Brigada aérea de la base de El Palomar. Una de sus tareas era armar los planes de vuelo para los aviones que partían desde dicho aeropuerto.

Una dato interesante es que Marcelo, quien no se destaca por gran tomador de bebidas alcohólicas, tuvo su última borrachera importante cuando salió de baja del servicio militar.

Por aquel entonces ya se había mudado de la casa donde vivió con su madre y abuelos desde que llegaron de Bolívar en Pueyrredón y Peña a un departamento ubicado en Laprida 1714 de Capital Federal.

Hacia 1981 ya había retomado sus actividades en Radio Rivadavia, donde conocería a Juan Alberto Badía a quien le había llamado mucho la atención la personalidad y simpatía del joven de Bolívar.

Fue así que lo llamó para trabajar con él en el ciclo radial Piedra Libre, donde tendría sus espacios propios durante el programa. El fuerte de Marcelo siempre era el deporte, especialmente el fútbol, pero su simpatía y humor se harían notar también, haciendo que Juan Alberto Badía lo invite a sumarse a su nuevo ciclo televisivo Badía y Cia.

Marcelo Tinelli no se sentía seguro y se negaba a la propuesta de Badía, alegando por un lado que lo suyo era la radio, el mundo del deporte y además le decía que así estaba bien. Por otro lado no le gustaba el tema de la imagen y tener que estar cuidándose para mostrar una apariencia compatible a lo que se requería en televisión. Pensaba que no funcionaría en la pantalla chica.

Sin embargo Juan Alberto veía algo más en Tinelli, y estaba seguro que la personalidad y humor del joven de Bolívar debían ser explotadas en el mundo televisivo.

Finalmente Marcelo aceptó, y debutó en televisión en 1983 como un miembro más del equipo del nuevo ciclo Badía y Cia. por Canal 9. Luego a partir de 1984 y hasta 1989 el programa se transmitiría por Canal 13.

Por aquel entonces los fines de semana se emitían programas "ómnibus" como se les solía decir, que duraban varias horas, siempre por las tardes, contaban con varias secciones y panelistas; invitados de todo tipo, sketchs humorísticos y por supuesto músicos que cerraban usualmente cada programa con algún recital en vivo. Otros programas de este tipo en aquella época eran Finalísima, conducido por Leonardo Simons y Domingos para la Juventud, conducido por Silvio Soldán. A Badía y Cia. se lo considera uno de los últimos programas de este tipo; luego en los 90s la televisión argentina cambiaría mucho con las privatizaciones de canales al igual que su contenido; y Marcelo sería uno de los principales responsables de este cambio de estilo.

En Badía y Cia. Marcelo era panelista y hablaba obviamente de deporte, pero de a poco su humor le permitió participar de entrevistas y de a poco fue ascendiendo su participación e importancia en el ciclo.

Comenzó a realizar entrevistas a grandes de la música en el programa, como la banda Riff, Alphonso S'entrega, los Fabulosos Cadillacs, Lerner, Spinetta y otros.

Vale mencionar que Marcelo Giugno, primer percusionista de los Fabulosos Cadillacs es primo de Marcelo Tinelli. Por aquel entonces la discográfica Interdisc le había ofrecido firmar un contrato a dicha banda para sacar un nuevo disco. Fue así que Tinelli le dijo a su primo que si firmaba el contrato el lo metía en Badía y Cia.

La banda firmó, desde entonces Tinelli comenzó a insistir a Badía que invitara a los Fabulosos, hasta que el 26 de abril de 1986 los músicos debutaron en televisión en el ciclo donde trabajaba el bolivarense.

En aquel programa también solía participar en sketchs humorísticos junto al profesor Lambetain -interpretado por el actor Esteban Mellino-, quien volvía loco al que se convertiría en un futuro en el conductor más importante de la televisión argentina. Uno que causaba mucha gracia al público era el de las supuestas conversaciones de Loly Polly, la mascota títere de Lambetain, con Marcelo.

En aquel ciclo de los sábados también conocería a quien se convertiría en su primera esposa; María Soledad Aquino Leguizamón, quien trabajaba en la producción del programa. Perteneciente a una familia tradicional de San Isidro, Soledad Aquino es nieta del fundador y ex director del Museo Fernández Blanco, Luis Isabelino Aquino.

El 29 de mayo de 1986 se casaron y como regalo de bodas justamente el equipo de Badía y Cia. invitó de sorpresa un mes antes a los Fabulosos Cadillacs al programa.

La banda tocó también durante la boda, pero según los mismos integrantes del grupo musical, fue un total desastre. La idea era que como Badía iba a estar ahí, ellos pensaron que podría ayudarlos con sus carreras. Los temas que tocaron durante la fiesta eran covers como Put your head on my shoulder, Blue moon y Mi jopo entre otros.

La pareja se fue a vivir a la zona de San Isidro de donde es oriunda Soledad Aquino. Al poco tiempo de casarse, élla quedó embarazada, esperando así la pareja un hijo que lamentablemente perderían a los ocho meses de embarazo.

Pero Marcelo también tenía algunos otros proyectos paralelos. A principios de la década de los '80, conoció en Radio Rivadavia a Felipe McGough, conocido por estar relacionado al mundo del automovilismo. Ambos en 1984 abrieron una pequeña productora de publicidades llamada T.M, sin embargo ésta no logró desarrollarse demasiado y realizaba campañas publicitarias de menor importancia.

El joven de Bolívar continuó trabajando durante todas las temporadas de Badía y Cia. hasta 1989, además participaría del noticiero del trece junto a Mónica Cahen D'Anvers y Sergio Villaruel (padre de Claudio Villaruel) y seguiría relatando o comentando partidos de fútbol.

A pesar de todo aún no le alcanzaba para darse grandes gustos, tal es así que por entonces su auto era un Peugeot 505 en pésimo estado con las puertas y el guardabarros picado y oxidado; el cual solía dejar a varias cuadras de la cancha cada vez que iba a relatar un partido, de vergüenza a ser criticado.

A finales de 1987 Soledad Aquino quedó nuevamente embarazada y finalmente el 26 de agosto de 1988 nació la primer hija de Marcelo y Soledad, Micaela Tinelli.

La carrera de Marcelo iba en constante ascenso, pero aún así ascendía con ritmos normales; hasta que el verdadero puntapié que lo catapultó al éxito repentino, convirtiéndolo en una estrella del espectáculo casi de la noche a la mañana -literalmente- llegaría en 1990.

VIDEOMATCH, LA LLEGADA DE LOS EXITOS Y EL ESTRELLATO DE SU CARRERA

En la segunda mitad de la década de los '70 había incursionado en los medios a través de la radio, durante los '80 su carrera se desarrollaría en la pantalla chica junto a Juan Alberto Badía pero los éxitos llegarían con la nueva década.

La vida de Tinelli cambiaría casi por una casualidad del destino. Era un 28 de febrero de 1990, él trabajaba en la sección de deportes del noticiero del Canal 13, cuando fue llamado por el gerente artístico de Telefé, Gustavo Yankelevich.

Eran tiempos de cambios en la televisión argentina, hacía poco se habían privatizado los principales canales, entre los que se encontraba el Canal 11, que ahora se llamaba Telefé. Los estilos estaban cambiando y el formato de los contenidos, adaptándose a los tiempos más modernos y menos estructurados. Yankelevich, buscaba armar una programación de éxito que pudiera competir con el Canal 13.

Marcelo le contó a Mónica Cahen D' Anvers, quien conducía el noticiero, que lo habían llamado de Telefé, porque parecía que querían que se haga cargo de la conducción de un programa; Mónica le dijo: "Andá a ver que pasa".

Aquel 28 de febrero a las 9 y media de la noche, Marcelo se presentó y escuchó la propuestas de Yankelevich; una era que querían que se encargara de la parte deportiva de Telefé, y la otra se trataba de un programa deportivo que iría por la medianoche. Tinelli en realidad fue la segunda opción, ya que la primera fue Gustavo Lutteral, que a último momento se bajó del proyecto, dado que pensaba que un programa basado en material deportivo importado no funcionaría.

El gerente de contenidos del canal le dijo al bolivarense "Mañana arrancás con un programa. Se me cayó el conductor, Gustavo Lutteral". A lo que el joven le contestó que no podía ya que trabaja en el 13. Pero Yankelevich ya había hecho todos los arreglos y le respondió que había avisado a todos los medio. A eso le agregó: "Quedate tranquilo, es un programa de deportes como te gusta a vos". Finalmente Tinelli aceptó y le preguntó si debía ir de camisa y corbata o de remera; y la respuesta del gerente fue que de remera, ya que se trataría de un programa de estilo informal, que se ajustaría al estilo de pibe de barrio de Tinelli. El programa se iba a llamar Videomatch e iría a las 12 de la noche.

Al otro día Tinelli fue al Canal 13 a avisarles que se iría, pero Abel Maloney, gerente de contenidos del canal por aquel entonces no le dio tiempo de explicar nada. Lo recibió en su oficina con un diario en la mano, se trataba de Página 12; en donde se anunciaba el nuevo programa. Maloney enfurecido le preguntó: "¿Me vas a hablar de esto? No me gusta enterarme por el diario." Inmediatamente tomó el teléfono "¿Seguridad? Venga a mi oficina que aquí se retira una persona". Sin darle tiempo de despedirse de sus compañeros lo mandó a sacar del canal de una manera humillante, con guardias de seguridad. Así terminó su relación con el 13 luego de seis años de trabajo ahí; así como una etapa de su vida, pero comenzaría una nueva que le deparaba un futuro lleno de éxitos.

Aquella misma noche del 1 de marzo de 1990 comenzó el primer programa del ciclo Videomatch.

La idea del programa era la de ser un magazine íntegramente deportivo, que fuera a la medianoche, y que cubriera todos los deportes, desde los más populares a los menos. Las imágenes serían provistas por la productora Telesport, asociada a la cadena televisiva de deportes ESPN.

El primer elegido para la conducción había sido el locutor y animador, Gustavo Lutteral, que por entonces trabajaba en Canal 13. Sin embargo el 27 de febrero, dos días antes del comienzo del ciclo, le comunicó a Gustavo Yankelevich que daría un paso al costado y no conduciría el programa. Todo el equipo y el material estaba listo, sólo faltaba el conductor. Fue entonces cuando la producción le ofreció la conducción a Ernesto Cherquis Bialo pero la rechazó; sin embargo éste durante la reunión le dijo exactamente estas palabras a Yankelevich: "Esperá. Yo tengo a alguien mucho mejor: Marcelo Tinelli". Un joven relator que trabajaba en Canal 13. Fue así que el mismo Cherquis Bialo le avisaría a Tinelli que lo estaban buscando en Telefé.

El staff ya estaba armado; Tinelli iría como conductor a la cabeza; a él se le sumarían Osvaldo Príncipi en temas de boxeo, el entonces cronista de La Nación, Gonzalo Bonadeo; y expertos en deportes menos populares como Lanchita Bissio en motonáutica, Felipe Mc Gough en automovilismo, Teto Medina en skate y patinaje y Henry De Ridder en esquí. También formaban parte del equipo Rodolfo Civitarese, Osvaldo Cocho López, Rubén Daray, Eduardo Husni, Néstor Kot, Alejandro Coscia, Santuli, Daniel Jacubovich, Diego Díaz. La primera locutora del programa sería Marisa Caccia pero luego fue reemplazada por la ya fallecida María Muñoz.

Al principio el programa sería muy simple, un noticiero deportivo de medianoche de tono más bien serio, con un conductor que sería el único que aparecía en cámara, sentado detrás de un escritorio, con un micrófono, un pequeño monitor y un austero decorado con el logo VideoMatch. El programa además contaba con una locutora en off -Marisa Caccia al principio-, y los periodistas deportivos que también hablaban en off. Sería la versión televisiva de la revista El Gráfico. De hecho el mismo era promocionado de la siguiente manera: "Videomatch. Todo deporte, sólo deporte. De lunes a domingo a las 24:00 por Telefé -LS 84 Canal 11-".

Videomatch competía con Imagen de radio por ATC (Canal 7), el ciclo dominante del horario, conducido por el mentor televisivo de Tinelli, Juan Alberto Badía.

Desde entonces el bolivarense debería comenzar a cuidar su aspecto físico, vale hacer notar que en la época del programa de Badía y Cia. llegó a pesar más de 90 kilos; dado que tenía la costumbre de comer abundantemente; siendo una de sus costumbres predilectas la picada acompañada de fernet con bebida cola. Pero logró bajar de peso; y a lo largo del desarrollo de Videomatch / Showmatch durante más de dos décadas su imagen cambiaría casi año a año, sin embargo no volvería a aumentar de peso y se mantendría esbelto desde entonces. Algo que lo ayudo mucho fue que siempre fue de practicar deportes, especialmente fútbol, y el hecho de no ser fumador.

Pero volviendo a aquellos primeros días de Videomatch allá por marzo y abril de 1990; el ciclo intentaba mantenerse dentro de la línea de los deportes con sus distintos especialistas en off y un conductor a la cabeza, pero no le iba muy bien, apenas promediaba 1 punto de rating. Así que Marcelo comenzó a desacartonar un poco el programa pasando algunos bloopers deportivos de ESPN y haciendo algún que otro chiste de carácter moderado. Sin embargo la idea de hacer humor ni se le pasaba por la cabeza a Tinelli quien trataba de mantenerse siempre en la línea de los deportes, ya que era el propósito del programa desde un principio. Presentar musicales y hacer humor en vivo le hubiese dado vergüenza, ya que el bolivarense era aún muy tímido y se ponía fácilmente colorado por cualquier cosa.

En una nota de la revista Ahora del 3 de mayo de 1990 Marcelo hablaba del programa diciendo que éste acompaña a toda la familia; que la idea original era hacer un noticiero deportivo más bien formal, de estructura tradicional; pero que luego pensaron que sería mejor desacartonarlo, porque eso los acercaría al público femenino; además se incluían deportes que enganchan a los chicos y bloopers deportivos.

Pero seguían midiendo poco y para empeorar las cosas, ESPN decidió retirar sus videos, dado que sus directivos no estaban muy convencidos con la estructura del programa. Fue en ese exacto momento que la dirección artística de Telefé le propuso a Tinelli que además de conducir produjera el programa. El joven bolivarense le dijo a Yanquelevich que no sabía nada sobre el tema pero éste último confiaba en que podría lograrlo y apostaba a que llegaría a ser un buen productor.

Se trataba de un gran desafío para el bolivarense, ya que el programa se había quedado sin material. Apenas aceptó, Marcelo citó a sus compañeros a una reunión de trabajo, en la cual les pidió a todos los integrantes del equipo que colaboraran con material, por ejemplo a Bonadeo le preguntó si tenía videos en VHS, y éste le contestó que tenía algunos de tenis; a lo que Tinelli le pidió que los trajera. A eso se sumaron Daniel Jacubovich que traería videos de básquet y "Lanchita" Bissio de motonáutica, y lo mismo hicieron los demás. De esta forma se hizo el programa durante el mes de junio, pero a los seis días seguían midiendo muy poco, promediando 1,8 puntos. Encima tenían que competir con el Mundial de Fútbol de 1990 que se desarrolló entre el 8 de junio y el 8 de julio, y acerca del cual la competencia presentaba informes nocturnos.

Fue entonces que Marcelo cansado de no poder levantar la popularidad del programa presentó la renuncia. Sin embargo no se la aceptaron. Así continuaron buscando material, y cuando faltaba lo generaban ellos mismos; filmando videos caseros con competencias que armaban los integrantes del programa como canotaje en los lagos de Palermo o carreras de Mountain Bike en San Isidro entre otras cosas.

Pero fue un simple suceso lo que cambiaría la suerte del programa. Un día a mediados de 1990, el equipo del programa se reunió en una cena de amigos la cual decidieron filmar. Dicho encuentro informal fue además de carácter entretenido ya que se divirtieron mucho; haciendo bromas, tirándose panes, jugando con los sifones y con la comida. Luego lo pasaron al aire, lo cual hizo que al mostrar a los "serios" periodistas en un tono tan informal, se lograra incrementar un poco el nivel de rating del programa.

Desde entonces se empezó a agregar cada vez más humor, junto al deporte. Ya no sería solamente un programa en el que se veía sólo el conductor y los demás integrantes con sus voces en off; ya que estos últimos aparecerían cada vez más en cámara. De a poco el programa se iría convirtiendo en una reunión de amigos, con bromas, risotadas y humoradas en cámara, liberándose cada vez más y dejando atrás el formato estructurado periodístico.

Hacia la segunda mitad del año le acercaron un elemento que ayudaría a subir aún más el rating de Videomatch, los bloopers del America's Funniest Home Videos; un programa estadounidense que se emitía por la señal del canal ABC de aquel país. Al instante le compraron los derechos y desde entonces el programa ya no estaba falto de material.

La consigna era mostrar al aire situaciones ridículas o hechos graciosos que le ocurría a la gente, los cuales eran filmados con cámaras caseras y enviados en VHS a la gente del programa norteamericano; quienes a su vez le permitían pasarlos a la gente de Videomatch. Mientras se mostraban estas grabaciones Tinelli y su equipo hacían comentarios graciosos en off como elemento adicional.

Así entre bloopers y cada vez más apariciones del equipo de expertos en deportes haciendo humoradas en cámara y la liberación total del conductor en una especie de líder de una barra de amigos, el programa se dedicó cada vez menos a los deportes y más a cosas graciosas; incluyendo pequeñas representaciones cómicas como el "Enano Gula Gula". Se podría decir que estamos ante una extraña situación pocas veces vista o incluso nunca vista de la mutación de un programa de un formato a otro. Quizá ese es el elemento principal del éxito de Tinelli, saber cuándo cambiar de raiz la estructura temática de un programa, convirtiéndolo en algo completamente distinto a lo anterior.

Quizá haya sido que Tinelli finalmente le hizo caso al consejo que le dio una vez su maestro de la televisión, Juan Alberto Badía, en el estudio "D" de Canal 13; que para triunfar en la televisión debe encontrar su estilo; y que éste es simplemente ser uno mismo. Fue en el momento en que comenzó a ser él mismo cuando comenzó a perderle miedo y vergüenza a la camara.

La imagen de Marcelo aparecía cada vez más en primeras planas y ahora ya era más conocido; un día iban Marcelo, Felipe Mc Gough y Lanchita Bissio en el Peugeot 505 de Marcelo, el cual como se mencionó antes, estaba en pésimo estado; cuando en el cruce de Córdoba y Callao pincharon una goma. Como el auto no tenía rueda de auxilio, Marcelo tuvo que detener un taxi. Al instante el chofer lo reconoció diciendo: "Flaco, ¿vos no tenés un programa por la medianoche? Vamos que te llevo a la estación" Ahí le arreglaron la goma vieja. Algunos lo conocían del programa de Badía y Cia. pero esto era distinto, ya que era la cara del programa que sumaba cada vez más seguidores noctámbulos.

Pero la fama funciona de manera extraña, ya que incluso desde un principio, con los escasos puntos de rating del programa algunos reconocían a Marcelo. En tiempos de Badía y Cia. su participación en el programa era de un columnista en ascenso, pero no mucho más; hasta hacía unos años todavía viajaba en colectivo y caminaba tranquilo por la calle. Pero de a poco todo ello cambiaría. Un día, a las dos semanas de haber comenzado Videomatch, Marcelo, volvía a la una y media de la mañana de Telefé a su casa de aquel entonces en San Isidro y paró en un semáforo cerca de la confitería "Nino", por la zona de Olivos. Otro auto se paró al lado y su conductor lo saludó. El bolivarense estaba serio ya que aquel día estaba cansado y algo deprimido, y el hombre le dijo una frase que fue el disparador para que decidiera poner vidrios polarizados: "¡Uh!, pero la tele es una gran mentira! Vos te matás de risa todas las noches y mirá la cara de c... que tenés acá". Tinelli intentó sonreir y decirle: "No, pero..."; sin embargo el otro auto arrancó y se fue.

De a poco, durante la segunda mitad del '90, el rating fue trepando de 1.8 a 2.1, y luego a 10 hasta llegar a derrotar a todos sus competidores. En un momento le ganaría 13 a 5 puntos a Imagen de radio, dejando en un tercer puesto a Revista 13 el programa de Liliana López Foresi que se emitía por Canal 13, con 2 puntos.

Una emisión que resultó muy alta en niveles de rating fue la de los festejos de los 200 programas; donde literalmente, como se suele decir popularmente "dieron vuelta" el estudio; el programa como todos era casi improvisado; incluso jugaron con pequeños fuegos de artificio dentro de dicho estudio. El conductor se tiraba al piso, tiraban papelitos y jugaban junto al equipo con elementos de la escenografía.

Ya para diciembre de 1990 Videomatch cumplía los primeros 300 programas y batía records de audiencia con 27.3 puntos de rating, o sea que casi 3 millones de personas lo veían. El noticiero deportivo que nadie veía al principio, hacia la segunda mitad del año '90 se había convertido en un exitoso programa de humor.

En 1991 aprovechando el éxito que había logrado tan repentinamente Tinelli, Yankelevich, quien necesitaba cubrir la noche de los domingos, le propuso hacer otro programa, además de VideoMatch, con formato de show; con recitales en vivo, cuadros musicales, sketchs, cámaras y una tribuna. Marcelo aceptó y así nacía Ritmo de la Noche cuyo formato, era el de un show en vivo que incluía una gran tribuna..

Este nuevo programa contaba también con la participación de todo el equipo de expertos en deporte de VideoMatch, que ya para entonces se dedicaban plenamente al humor.

También continuaría VideoMatch, pero este año ya arrancaba de lleno con el humor de los bloopers y las humoradas del conductor y de los integrantes del programa.

Es bien sabido que Alberto Olmedo fue el precursor del desacartonamiento estructurado de la televisión, ya que fue él quien comenzó a mostrar en cámara a los libretistas, a los camarógrafos e integrantes técnicos del equipo; mostraba las partes escondidas del estudio y en algunos sketchs incluso rompía la escenografía. Marcelo Tinelli haría lo mismo, sólo que iría un paso más; no sólo mostrando a los integrantes del programa que trabajaban detrás de cámara, sino que haciéndolos participar del mismo delante de cámaras. El bolivarense tiene la capacidad de sacar un personaje de cada uno; así primero lo hizo con los periodistas deportivos que ahora explotaban sus facetas de humoristas; lo mismo haría más adelante con otros; desde productores hasta sonidistas y técnicos.

Durante 1991 el éxito de VideoMatch continuó y a eso se le debe sumar Ritmo de la Noche, que tocaba picos de rating inimaginables tan sólo un año antes.

A todo ello se le sumarían nuevos personajes como Boby Goma (interpretado por Lionel Campoy), el imitador de sonidos Jorge Troiani y las T-Nellys, un grupo de bailarinas creado por el coreógrafo Juan Emilio Guidobono.

El personaje de Boby Goma, ya existía desde antes de 1991; Lionel Campoy lo interpretaba en teatros del circuito under de Buenos Aires, hasta que fue descubierto y lanzado a la fama por Tinelli. Fue tal el éxito de este personaje, especialmente entre los niños, que se generó toda una gama de productos y publicidades basados en él, incluyendo unos muñecos de excelente calidad que lo representaban.

Las T-Nellys eran bailarinas que realizaban cuadros musicales para Ritmo de la Noche, en los que muchas veces participaba Marcelo, incluso disfrazado caracterizando algún personaje. Las T-Nellys dejarían una huella muy importante en Marcelo, ya que una de las bailarinas del grupo años más tarde se convertiría en su segunda esposa.

Otro elemento que se destacaría en Ritmo de la Noche, es el de "Las Diosas del Verano", un concurso de belleza que mantuvo en altos niveles el rating del programa de las noches de domingo y gracias al cual serían lanzadas a la fama algunas modelos como Marixa Balli tras un topless realizado en la playa y el cual fue puesto al aire en el programa dominical.

Era tal el nivel de éxito e influencia en el público logrado por Tinelli, que incluso frases y palabras creadas y utilizadas con frecuencia por el bolivarense eran asimiladas por la gente; generándose una especie de diccionario "Tinelliano". De esta manera frases como "Pum para arriba" -nacida muchos años antes durante su época de cronista de La Oral Deportiva-, o "goma" -persona difícil de aguantar o bobo-, entre otras tantas habían sido plenamente adoptadas por la sociedad y se las solía escuchar con mucha frecuencia de boca de grandes y chicos, en todos lados; la calle, la escuela, el trabajo, etc.

Sin embargo junto a la popularidad también llegan las críticas; y fue así que algunos criticaban algunas caracterísitcas de ambos programas, como los chistes internos entre los integrantes del equipo o el concurso de "Las Diosas del Verano" el cual fue altamente criticado por la "Liga de Madres de Familia" así como por otras entidades del ámbito conservador. A pesar de ello eran más los que adherían al estilo Tinelli que sus detractores.

Pero 1991 no fue solamente un excelente año en lo profesional para Tinelli, sino que también en el ámbito personal, ya que nació su segunda hija María Candelaria.

Paralelamente a VideoMatch y a Ritmo de la Noche, seguía invirtiendo en TM, la productora que tenía desde 1984, primero con Felipe McGough y ya en los noventas en sociedad con Raúl Fernández.

Producía programas como Cable Sprint dedicado al automovilismo, Nike Sport, un ciclo deportivo; ambos emitidos desde un canal de Cablevisión; en épocas en que no habían tantos canales deportivos como hoy en día. También había comprado los derechos del Show de las Tortugas Ninja que se transmitía por Canal 13; así como los derechos de Fórmula 1 Internacional; cuyas transmisiones por Telefé eran producidas por Tinelli junto a su ex socio y compañero de VideoMatch, Felipe McGough.

El 31 de diciembre de 1991, finalizaba el segundo año de VideoMatch y casualmente cerraron la temporada festejando los 500 programas.

Luego de dos años de éxitos continuados se tomaría un descanso de dos meses con su familia en Punta del Este, Uruguay y luego en Estados Unidos. No obstante encontraría un reemplazo para su programa en la modelo y actriz Adriana Salgueiro. La idea era producir la versión femenina de VideoMatch, con un programa que iría en el mismo horario de lunes a viernes y con el mismo formato. El ciclo se llamó Arriba las Gomas y comenzó a estar al aire a partir del 1 de enero de 1992. Sin embargo sería un rotundo fiasco, que el mismo Tinelli considera uno de sus peores fracasos. Fue así que tuvo que ser reemplazado por capítulos del dibujo animado de la Pantera Rosa.

Cuando volvió con VideoMatch en 1992, luego de una larga gira de todo el equipo por distintas ciudades; en el primer programa él y el equipo actuaron una situación en la que venían corriendo hacia el canal y cuando entraban al estudio, en el escritorio del conductor se encontraba sentada la Pantera Rosa; a quien le pedían que se retirase dado que ahora se harían cargo nuevamente del horario al grito de "Chau Pantera!".

Según declaraciones del propio Marcelo, para él volver a VideoMatch era como hacer de nuevo la primaria dado que sentía que Ritmo de la Noche era como hacer la secundaria; quizá lo que más le molestaba era el horario, el cual le impedía pasar las noches con su esposa ya que regresaba a su casa a las 2 de la madrugada y al otro día recién se despertaba a las 10 de la mañana.

En marzo del '92 también volvería con Ritmo de La Noche, los domingos a las 21 horas; el exitoso ciclo que le permitiría codearse con las más grandes estrellas del cine, la música, el deporte y la actualidad del momento; tanto del ámbito nacional como internacional.

En 1992 también comenzaría una dupla en producción que duraría años; la de Marcelo Tinelli y Claudio Villarruel. Este último era hijo del periodista Sergio Villarruel, para quien trabajó el bolivarense en su paso por el noticiero del Canal 13, y quien lo alentó en el paso que daría al comenzar a conducir VideoMatch.

Marcelo ya lo había visto algunas veces cuando trabajaba en el noticiero, así que ya se conocían. Un día Tinelli lo llamó para que se encargara de la producción ejecutiva de VideoMatch, pero Villarruel; quien era productor general de Crema Americana, un modesto programa que se emitía por América 2 y que promediaba los dos puntos de rating; no quizo saber nada y cortó.

Luego de cortar todo el equipo de producción se acercó a Claudio para preguntarle si se iría con Tinelli, pero el les respondió que no, que se quedaría. Lo que le dijeron a continuación sus compañeros es irreproducible y le insistieron que debía aceptar. Así lo terminaron de convencer y a los dos días llamó a Marcelo, pero no lo atendió por supuesto. Sin embargo luego de algunas reuniones decidieron trabajar juntos; y no se equivocaron, fue la mejor decisión, dado que si ya el programa era exitoso no se imaginaban lo que les esperaba aún.

Curiosidades:

Su primer automóvil fue un Fiat 125 en mal estado, el cual tenía incluso el chasis deteriorado.

Su tía, Mirta Domeño de Vital (hermana de la madre), es profesora de Lengua y Literatura y se desempeña como Jefa del Departamento de Lengua y Literatura de la Escuela Superior de Comercio “Carlos Pellegrini”.

Tiene una chacra en la localidad de Baradero, Buenos Aires. La misma se llama Macondo, nombre inspirado en el nombre de la ciudad ficticia de la novela de Gabriel García Márquez Cien Años de Soledad.

En 1973 fue aceptado para jugar en las inferiores de Defensores de San Telmo, llegando a jugar en tercera división.

El 15 de septiembre de 1974 San Telmo se enfrentó a los Cebollitas, teniendo así Tinelli, a los catorce años, la oportunidad de jugar contra Diego Armando Maradona.

La casa natal de Tinelli en Bolívar se encuentra en la calle Alvear 55 de aquella ciudad.

La casa de sus abuelos en Bolívar se encuentraba en la avenida San Martín de aquella ciudad.

Luciano Giugno, quien fue el primer percusionista de los Fabulosos Cadillacs es primo de Marcelo Tinelli.

El gran debut de los Fabulosos Cadillacs -bajo el nombre de Cadillacs 57- fue en el casamiento de Marcelo Tinelli con Soledad Aquino. Hicieron covers como Put your head on my shoulder, Blue moon y Mi jopo entre otros.

Frases Personales:

Pum para arriba.

Buenas noches América.

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Marcelo Hugo Tinelli Domeño's Timeline

1960
April 1, 1960
Bolívar, Buenos Aires, Argentina