Maria Antonia Salas Fernandez de Palazuelos, El Angel de la Caridad

Nieta de don José Perfecto de Salas, notable personaje asesor del virrey Amat, hija de don Manuel de Salas y Corbalán, padre de la Patria y de los pobres, uno de los patriotas más ardorosos. Doña Antonia dejó una profunda huella por su bondad y su caridad sin límites. Dice don Vicente Grez, "si alguna vez se necesito en Chile que el ángel de la caridad y del consuelo extendiera sobre él sus alas protectoras fue durante los años de la Independencia." En medio de esas horas apareció una mujer animosa, uno de esos espíritus celestes creados para el bien. Esa mujer se llama Antonia Salas. (Vicente Grez - Las mujeres de la Independencia.) Doña Antonia consiguió la venida a Chile de las Hermanas de San Vicente de Paul, las monjas de la Providencia, formó una escuela de obstetricia para mujeres, y lo dio todo hasta arruinarse completamente, mereciendo ser llamada con justa razón "El Angel de la Caridad". Creo la Casa del Buen Pastor que fundó en 1858. Cuando murió en 1867 don Mariano Casanova pronunció una magnífica oración fúnebre y todos los hogares de Santiago, donde había viudas y huérfanos, se cubrieron de luto. La estatua que obsequió su nieto, don Matías Errázuriz, obra del escultor Drivier, que erigió la ciudad de Santiago, de acuerdo a la ley N. 4.146, monumento que se levanta en la plazuela de la Merced y que lleva en su base debajo de su nombre este sencillo epitafio: Charitatem Dilexit, amó la caridad.

José Toribio Medina - Estudios sobre la Independencia de Chile, pag. 211

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