Mariano Ignacio de Montealegre y Romero y Sáenz

Don Mariano Ignacio de Montealegre y Romero y Sáenz (Así fue su nombre original, luego en tiempos de Cleto Ordóñez, cuando éste prohibió el uso de los escudos familiares, los títulos de nobleza, así como todo lo que diera un aire aristocrático a las familias, don Mariano modificó su nombre a simplemente: Mariano Montealegre Romero.)

En 1835 trasladó su residencia a la Villa de Santa Ana de Chinandega, siendo uno de los máximos promotores de la elevación de ésta población al rango de Ciudad. Era rico terrateniente que llegó a adquirir la hacienda Campuzano en jurisdicción de Chinandega y la hacienda San Bernardo en Jurisdicción de Honduras. También fue Agente de Vapores del Pacífico y Senador de la República durante varios de los gobiernos de los 30 Años Conservadores, declinando a la candidatura presidencial.

Por otra parte, fue Cónsul del Perú en Chinandega y El Realejo. Desempeñó los cargos de Enviado Diplomático ante el Gobierno de Costa Rica, y en 1869 de Ministro Plenipotenciario ante la Santa Sede durante el reinado del Papa Pío Nono, quien le concedió en gracia a sus buenos oficios y a su religiosidad la condecoración de la Gran Cruz de la Orden de San Gregorio Magno con el Título de Comendador. De ése viaje trajo para la Iglesia parroquial de Santa Ana, la reliquia del Santo Lignum Crucis, (significa Madero de la Cruz) en una custodia de oro macizo con relieve en la peana, que costeó el Papa de su propio peculio, habiendo gastado en ella la suma de cinco mil pesos plata. Desde entonces y de manera tradicional tuvo como fecha de celebración los Jueves Santos de cada año, llegando a ser la procesión más solemne y ordenada de la ciudad, misma que él costeaba