Matilde Herrera

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Matilde Herrera

Birthdate:
Death: 1990 (58-59) (cancer)
Immediate Family:

Wife of Rafael José Beláustegui Basavilbaso and Roberto Aizenberg
Mother of Valeria Beláustegui Herrera; José Beláustegui Herrera and Martín Beláustegui Herrera

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Immediate Family

About Matilde Herrera

En la foto, de izquierda a derecha: el hijo José, la madre Matilde Herrera, el hijo Martín y la hija Valeria

Matilde Herrera Nacimiento 1931 Defunción 1990 Nacionalidad Argentina Ocupación Escritora, periodista y poeta Lengua de producción literaria Español

Matilde Herrera (Buenos Aires, 1931- ibíd., 1990) fue una periodista, escritora y poeta argentina, destacada militante contra el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional que gobernó el país entre 1976 y 1983.1 Fue una de las Abuelas de Plaza de Mayo, en donde colaboró personalmente con la recuperación de dos nietos que habían sido apropiados.2

Índice

   1 Biografía
   2 Homenajes
   3 Obras
   4 Referencias
   5 Enlaces externos

Biografía

Herrera contrajo matrimonio con Rafael Beláustegui, con quien tuvo tres hijos, y luego de su divorcio volvió a casarse, esta vez con el artista Roberto Aizenberg.3 4 Comenzó a trabajar de periodista de 1962 y desempeñó su tarea hasta su muerte.5 Durante la época del Terrorismo de Estado en Argentina, sus tres hijos, José, Valeria y Martín, y sus respectivos cónyuges -militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo-6 fueron secuestrados por las Fuerzas Armadas. Su hija Valeria y la pareja de su hijo menor Martín llamada Cristina, estaban embarazadas al momento de ser secuestradas. Matilde no perdió, de todas maneras, a Tania (primera hija de Valeria y Pepe que rondaba el año) y Antonio (hijo de Jose y Electra); estos niños fueron dejados en comisarías y hospitales por las fuerzas paramilitares luego del secuestro de sus padres.

En 1977, Herrera se exilió en París junto con su esposo, donde fundó la Comisión de Familiares de Desaparecidos, junto con Claudia Lareu, Diana Cruces y otros militantes.7 En 1981 se trasladaron a Tarquinia, Italia.8 Regresó a Argentina en 1983, una vez terminada la dictadura militar. Falleció siete años después, en 1990, de cáncer.2 Homenajes

Fue homenajeada en 2002 por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, junto a otras diecisiete mujeres argentinas destacadas del siglo XX, entre las que se encontraban Evita Perón y Alicia Moreau de Justo. La Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud fue quien seleccionó a las mujeres homenajeadas.9

En el acto correspondiente al 24 de marzo de 2010, la actriz Florencia Peña leyó en la Escuela de Mecánica de la Armada, uno de los principales centros de detención clandestinos durante la dictadura militar, un poema de Matilde Herrera, "Seremos libres".10

En el Parque de la Memoria, en la Ciudad de Buenos Aires, se erige una escultura hecha por Roberto Aizenberg (Sin título) en honor a los tres hijos desaparecidos de Matilde: Martín, José y Valeria. En la escultura se muestran los contornos de tres figuras geométricas sin rostros que representan a todos los jóvenes desaparecidos durante la dictadura militar.11 Obras

   Vos también lloraste. Ed. Libros de tierra firme, Bs. As., 1986, 62 pp. Con prólogo de Horacio Verbitsky12 13
   José (1987). Reedición Lulu.com, 2009, 447 pp. ISBN 0557041244, ISBN 978055704124414 15
   Identidad, despojo y restitución. Bs. As., 1990. En co-autoría con Ernesto Tenembaum.

Referencias

   «Eligieron a las "mujeres del siglo XX"». La Nación (12 de julio de 2001). Consultado el 26 de mayo de 2011.
   «Matilde Herrera» (en inglés). Azul Editions. Consultado el 26 de mayo de 2011.
   «Más Personas Desaparecidas». Yendor. Consultado el 27 de mayo de 2011.
   «Roberto Aizenberg». Arte al Día. Consultado el 26 de mayo de 2011.
   Etelvina Astrada (1979). Poesía política y combativa argentina. Zero. p. 115. ISBN 84-317-0448-9.
   Rodolfo Mattarollo (15 de abril de 2011). «Un claro día de justicia». Página/12. Consultado el 26 de mayo de 2011.
   Diana Cruces. «Lecciones de batalla». El Combatiente. Consultado el 26 de mayo de 2011.
   Ades, Dawn; Guy Brett, Stanton Loomis Catlin, Rosemary O'Neill (1989). Dawn Ades, ed. Art in Latin America: the modern era, 1820-1980. Art - Latin American Studies (en inglés). Yale University Press. p. 338. ISBN 0300045611.
   «Argentinas destacadas del siglo XX». Diario Clarín (8 de marzo de 2002). Consultado el 26 de mayo de 2011.
   «Florencia Peña, cerca del gobierno». El Día (24 de marzo de 2010). Consultado el 26 de mayo de 2011.
   «Parque de la Memoria». Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Consultado el 26 de mayo de 2011.
   Edición Rústica de 19x14cm. Fuente: Mercado Libre
   «Vos también lloraste». Open Library. Consultado el 26 de mayo de 2011.
   «José». Lulu. Consultado el 26 de mayo de 2011.
   Breve reseña

Enlaces externos

   Versión en PDF de Identidad, despojo y restitución en el sitio web de las Abuelas de Plaza de Mayo

""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" deciresytestimonios.blogspot.mx

domingo, 29 de enero de 2012 En el nombre del hijo Después de 25 años volvió a reeditarse José, uno de los primeros libros sobre la militancia de los ’70. Lo escribió Matilde Herrera, a quien la dictadura le desapareció a sus tres hijos.

Una madre con sus tres hijos ilustra la foto de esta nota. En primer plano está la mamá, Matilde Herrera. Periodista, escritora, poeta. La rodean sus hijos, que tuvo con Rafael Beláustegui: Valeria, la mayor; José, el del medio (con bigote); Martín, el más chico (con cara aniñada). ¿Había en ellos un sentimiento premonitorio? Se podría inferir por esos rostros graves, las miradas duras, las sonrisas que no aparecen, las ropas de un único color negro. ¿Presagiaban lo que vendría: la muerte, la aniquilación, la oscuridad? Esos tres chicos que inquieren desde esta página ya no están. Militantes del PRT-ERP, fueron desaparecidos en 1977, al igual que sus parejas. Matilde siempre los buscó. Exiliada en París, formó parte de la Comisión Argentina de Derechos Humanos (Cadhu). Desde allí denunció al terrorismo de Estado y pidió por la aparición de sus hijos y nietos. Volvió al país en democracia y fue una activa Abuela de Plaza de Mayo. Murió de cáncer en 1990, sin respuestas. Tres años antes de morir dejó un legado histórico: el libro José, publicado por primera vez en 1987, después de dos décadas de ausencia. Agotado durante muchos años, ahora fue editado por Ediciones Punto Crítico, gracias a la decisión de los nietos de Matilde, Antonio y Tania. Matilde explica en las primeras páginas el motivo de José: “Resucitar la voz de un militante popular de los ’70”. También lo expone Osvaldo Soriano, desde el prólogo de la primera edición: “Ésta es la historia de una vida que se cuenta a sí misma. El personaje de este libro es un símbolo de aquella época: Matilde se hace intérprete de las pasiones, los anhelos y los errores de José, de sus hermanos y por extensión de todos los militantes que intentaron cambiar por la fuerza un orden de injusticia y engaño.” El libro reúne en 400 páginas el relato de Matilde sobre la historia familiar, fotos, dibujos y poesías de José, el recuerdo de amigos, las entrevistas que Matilde hizo a las personas que lo conocieron. Y muchas cartas: de un niño a su madre, de un adolescente que viaja, de un joven que intenta tranquilizar a su madre desde la clandestinidad. Nada aquí es ficción. Todo pasó y estremece leerlo. A diez años de la desaparición de José, Matilde escribió: “Han quedado tus cartas, tus escritos. Ha quedado tu voz, y yo me permito darla a conocer. Quiero que permanezca tu palabra, la de tus hermanos, y a través de ustedes, la de todos aquellos que fueron secuestrados durante la dictadura. Los que están desaparecidos, pero que no han de aparecer jamás.”

Matilde trabajó en la Argentina en agencias de publicidad y también en las revistas Primera Plana y Crisis, entre otras. Fue amiga de Paco Urondo, Rodolfo Walsh, David Viñas y Julio Cortázar. Con Rafael Beláustegui tuvo a sus tres hijos. Se separaron y tuvo un segundo matrimonio con Roberto Bobby Aizenberg, un reconocido artista plástico. El libro es, primero, un hermoso relato sobre la cotidianidad de una madre y sus tres hijos. Sobre los problemas de la crianza, los pormenores de la convivencia. Y el despertar político y el compromiso de esos chicos en los convulsionados años del Mayo Francés, la muerte del Che, Vietnam, el Chile de Salvador Allende, Ezeiza. Matilde recuerda que en 1962, con ocho años, José le preguntó: “Mamá, ¿por qué los hombres no se quieren?”. “Lo abracé fuerte. Toda su vida siguió haciéndome esa pregunta. Él amó mucho y no podía soportar el odio. Cuando fue creciendo trató de revertir esa situación.” El interés de José por la militancia empezó de muy joven. A los 13 años se acercó al Partido Comunista Revolucionario (PCR). Fue también dirigente del Frente de Lucha de Secundarios (FLS) y de la columna Inti Peredo de las Fuerzas Argentinas de Liberación (FAL). Para esa época, Valeria había optado por el Movimiento de Liberación Nacional (MNL) que lideraba Ismael Viñas. Matilde recuerda una noche con José, cuando le informó sobre la muerte de un sobrinito de Aizenberg. Se puso a llorar y le decía: ¿Por qué, mamá? “De golpe tuve una imagen clarísima del hecho de morir. Fue como un latigazo. Lo miré y pensé que la ausencia definitiva era posible. Que nadie podía defenderse si la muerte atacaba. En ese momento presentí por primera vez que algún día no lo tendría a mi lado.”

Su intuición de madre se haría realidad. De la militancia estudiantil, los tres hermanos pasaron al PRT-ERP. Matilde recuerda cuando José se lo informó. “¡No quiero saber!”, le dijo y se tapó los oídos. “Mamá –le dijo apartando suavemente sus manos– no puedo vivir de espaldas a la injusticia.” “¡Te van a matar! ¡No quiero que te maten!”, le respondió y lo abrazó llorando. Durante los años ’74 y ’75 la militancia había acrecentado los riesgos de seguridad de los tres hermanos, con el acecho constante de las tres A y la policía. Todo se agravaría, claro, con la llegada al poder de las fuerzas armadas. José fue secuestrado el 30 de mayo del ’77, con su esposa Electra. Tenía 22 años. Una semana antes habían chupado a su hermana Valeria, de 24 años, con su esposo Ricardo Waisberg. Martín, de 19, fue apresado junto a su esposa, María Cristina López Guerra, dos meses después. Sólo se supo que José pasó por el centro clandestino de detención El Atlético. Y que Valeria y su esposo por El Campito. Valeria y María Cristina estaban embarazadas de tres meses al momento de su desaparición. No se sabe el destino de esos bebés. Quedaron dos pequeños hijos: Tania Waisberg, de quince meses, que fue devuelta a su familia. Y Antonio Beláustegui, de dos años, hijo de José. “Señores, en menos de un año ha desaparecido toda una familia. Nadie me ha dicho de qué se los acusa. No sé dónde se encuentran. No sé si están enfermos. No sé si son sometidos a torturas, no sé si están vivos o muertos”, escribía en septiembre de 1977, desde el exilio. Se había ido a París con Aizenberg. Ni bien llegó, se puso en contacto con otras víctimas. Una de sus primeras cartas fue traducida al francés y al inglés y circuló por todo el mundo. Al poco tiempo, testimonió en la ONU. Matilde ya era parte de la Cadhu. Volvió, como muchos otros, en el ’83. La lucha la seguiría desde su trabajo en Abuelas. Su compromiso duró hasta el día de su muerte, en 1990. Una década después, en 2001, llegó el reconocimiento: la Legislatura porteña la eligió como una de las mujeres argentinas del siglo XX.

El prólogo actual de José lo escribió el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde. “Matilde fue una entrañable amiga. Recorrió Europa denunciando a la dictadura terrorista, anteponiendo su fuerza espiritual por sobre su precariedad física y continuó su lucha durante la democracia. Con su palabra, su fuerza, su historia dio sentido al ejercicio de una ética irrenunciable reclamando una y otra vez no sólo por la aparición con vida de sus hijos, sino de todos los desaparecidos”, recuerda para Miradas al Sur. Y agrega: “Puso al servicio de esta lucha, sobreponiéndose a la brutal tragedia, su fino intelecto y la cultura que poseía. Nos queda el recuerdo de su extraordinaria personalidad y sus tres libros –del cual José es su obra mayor– cuya relectura nos calienta el alma.” El texto termina con un poema de José, escrito en 1968, cuando tenía 13 años. Dice: “Sé que algún día dejaré de pertenecer al mundo/ y nunca más podré escribir/ ni hacer el amor/ ni disfrazar la naturaleza con un poema/ ni viajar en los libros/ ni exponer mis ideas./ Por eso es que en este poema dejo mar, cielo y luna/ mariposas, besos y sirenas/ y me dejo a mí/ porque cuando muera seguiré viviendo en estos versos.”

por Raúl Arcomano Publicado por Casapueblos - AEDD en 22:52

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Matilde Herrera's Timeline

1931
1931
1953
February 3, 1953
Buenos Aires, Argentina
1954
May 30, 1954
Buenos Aires, Argentina
1958
1958
1990
1990
Age 59