Micaela Bastidas Puyucahua

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Micaela Bastidas Puyucahua

Birthdate:
Birthplace: Tamburco District, Abancay Province, Apurimac, Peru
Death: May 18, 1781 (36)
Cusco, Cusco, Cusco, Peru (ejecutada)
Immediate Family:

Partner of Túpac Amaru II, Marqués de Oropesa, José Gabriel Condorcanqui
Mother of Hipólito Condorcanqui Bastidas; Fernando Condorcanqui Bastidas; Mariano Condorcanqui Bastidas and Mariana Condorcanqui Bastidas

Managed by: Luis E. Echeverría Domínguez, ...
Last Updated:

About Micaela Bastidas Puyucahua

https://es.wikipedia.org/wiki/Micaela_Bastidas
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Primer Congreso Internacional Las mujeres en los procesos de independencia de América Latina. Lima, 21,22,23 de agosto 2013 Exclusión y género Las mujeres en la independencia del Perú Sara Beatriz Guardia

Marcha al Cusco. El enfrentamiento final El 13 de diciembre de 1780, Micaela Bastidas lanzó un edicto nombrando coronel a José Mamani y capitán a Simón Aymi Tupa, colaboradores leales pero de poca importancia. No existe ninguna evidencia que tal medida haya sido consultada con Tupac Amaru, aunque dice obedecer sus instrucciones. Poco después recibió una carta de Marcos de la Torre desde Acomayo, informándole que carecía de armas y soldados, lo que corrobora Tomás Guasa cuando señala: “me hallo solo sin ninguna persona a nuestro favor; yo sé que nos esperan con bastantes soldados en Pilpinto, y aquí tenemos muy pocos y todos en contra”42.

No obstante, el mismo 15 de diciembre envió una carta al Gobernador José Torres donde le ordenaba que, “inmediatamente conduzca toda la gente de este pueblo, para hacer la entrada al Cusco, y arruinar de raíz tantos ladrones perjudiciales”43. También le escribe a Tupac Amaru en tono conciliador: “He celebrado infinito que hayas llegado con felicidad. Yo me hallo en este Pomacanchi haciendo más gente, porque de este Tungasuca había salido con poca”44, pero éste continúa su viaje sin avanzar el trecho pequeño que lo separaba de ella.

Data del 22 de diciembre la carta que Areche dirigió a la corte de España dándole cuenta del movimiento de los rebeldes45, y preparándose para la gran ofensiva. El 23 de diciembre Tupac Amaru expide el “Bando a los arequipeños” con mensajes unitarios y convoca para finales de diciembre a sus capitanes en Sangarara para evaluar la situación. Es en esta reunión que se toma la decisión de marchar al Cusco, y Tupac Amaru y Micaela Bastidas avanzan juntos hasta llegar a los cerros que rodean la ciudad. El 4 de enero de 1781 sitian el Cusco. Pero después de diez días de infructuosos ataques deben replegarse, Tupac Amaru parte a Acomayo y Micaela a Tinta. Durante el asedio a la ciudad enfrentaron una situación inesperada: combatir contra el cacique Rosas de Anta y el cacique Mateo Pumacahua atrincherados en la fortaleza de Sacsahuamán, ambos indios renegados aliados a los españoles como consta en el Informe del Cabildo del Cusco de 178346.

Tupac Amaru había dirigido un oficio, el 3 de enero de 1781, al Cabildo del Cusco solicitando que se le permita el ingreso a la ciudad al padre Domingo Castro, a don Ildefonso Bejarano y al capitán Bernardo de la Madrid en calidad de emisarios. Pero este oficio y otro del 10 de enero no fueron respondidos. No hay tregua ni negociaciones. El 15 de enero el virrey Francisco de Jáuregui ordena preparar las milicias para que sofocar el levantamiento dirigido por “el indio rebelde Josef Gabriel Tupa Amaro”. La orden es liquidar la rebelión y a los principales líderes indígenas.

El 22 de enero, desde Tinta Micaela escribe a Tupac Amaru para decirle que está esperando la decisión que él debe tomar en Quisquijana47. En la siguiente carta del 24 enero escribe: “Aquí estamos haciendo los preparativos de armas y municiones de guerra”48, y lo llama: “hijo de mi corazón, de todo mi aprecio”, e incluso lo trata de Vuestra Merced. A medida que avanza el tiempo, en las cartas se advierten situaciones cada vez más difíciles de sortear. El 6 de febrero, Micaela le informa: “acaban de llegar sucesivamente tres propios de Quiquijana y dicen que los enemigos se hallan en dicho pueblo, y que nuestra tropa se ha retirado a Checacupi”49.

El 9 de Marzo de 1781, el ejército español destinó dos destacamentos de 1,846 hombres, 6 cañones y municiones distribuidos en seis columnas ubicadas en distintos puntos estratégicos. El 13 de marzo, Julián Tupac Catari con decenas de miles de indios sitió La Paz durante 109 días. Entre el 18 y 22 del mismo mes, Tupac Amaru logró un importante triunfo estratégico en Pucacasa. Pero el ejército español también avanza incontenible. Se acerca el gran enfrentamiento, mientras Micaela, llamada Mamanchic por los indios, madre de los pobres, multiplica sus tareas y afanes. El 23 de marzo de 1781 le envía la última carta donde lo llama “Señor Gobernador Don José Gabriel Tupac Amaru. Amantísimo hijo de mi corazón” y le informa sobre el movimiento de los soldados españoles. Firma, “De Vuestra Merced su amante esposa. Doña Micaela Bastidas”50.

El 6 de abril de 1781, José Antonio de Areche, al frente de una poderosa fuerza de miles de soldados derrotó a Tupac Amaru en la batalla de Checacupe o Tinta. Sin embargo logró huir y se refugió en Langui, en la casa de un cercano colaborador, Ventura Landaeta, confiado en su fidelidad. Horas más tarde fue entregado a los españoles con Antonio Bastidas, pero su hijo Mariano y Diego Tupac Amaro consiguieron escapar51. Ventura Landaeta, el traidor, obtuvo de los españoles una pensión vitalicia y una cuantiosa recompensa.

Micaela Bastidas recibió un mensaje secreto anunciándole la detención de Tupac Amaru y partió con sus hijos y familiares por el camino de Livitaca donde fue emboscada, traicionada también por Ventura Landaeta. El mismo día, 12 de abril de 1781, fueron apresados, Tupac Amaru, Micaela Bastidas, sus hijos: Hipólito (18 años) y Fernando (10 años), Antonio Bastidas, Cecilia Tupac Amaru, Tomasa Tito Condemayta, Úrsula Pereda, Isabel Coya y Francisca Aguirre. Días antes, el 7 de abril había sido detenida Marcela Castro, madre de Diego Tupac Amaru. Esa noche, el Visitador previno a Tupac Amaru y a Micaela Bastidas que se despidiesen de sus hijos porque no los volverían a ver nunca más. Era Domingo de Ramos de la Semana Santa del 16 de abril de 1781.

Un proceso sin justicia

El juicio se inició el 17 de abril y culminó tres meses después el 14 de julio52. Incluyó a más de doscientos prisioneros y se realizó en el antiguo colegio de los jesuitas, San Francisco de Borja, convertido en cárcel. Dos escribanos siguieron el proceso: Manuel Espinavete López, y José Palacios, primo de Micaela Bastidas, cercano a Tupac Amaru, pero convertido después en “delator a favor de la administración colonial. Más tarde, también él fue investigado y perseguido”53.

La primera en pasar al estrado el 21 de abril fue Micaela Bastidas ante el Oidor de la Real Audiencia de Lima del Consejo de su Majestad, el Juez Benito de la Mata Linares, quien valiéndose de engaños intentó una confesión y la delación de otros sublevados. Pero ella evade respuestas comprometedoras, niega cargos, no se contradice y evita inculpar a sus compañeros de lucha. Los únicos nombres que proporciona son de aquellos que los han traicionado: Manuel Galleguillos y Francisco Cisneros. También protege a los sacerdotes Antonio López de Sosa y Ildefonso Bejarano, que después fueron desterrados y encerrados en el convento de San Francisco de Cádiz54.

Los cuatro testigos presentados por los españoles: Francisco Molina, Francisco Cisneros, Manuel de San Roque y Manuel Galleguillos, sostuvieron que impartía órdenes por escrito y de palabra “con más vigor que su propio marido, imponiendo pena de muerte…”55, y que fomentaba a los indios para que se unan a la lucha contra los españoles “con plata, coca y otras especies comestibles”. Mientras, Manuel Galleguillos, sostuvo que Micaela Bastidas comandó personalmente varias expediciones, y que “las órdenes de esta mujer eran más fuertes que las de su marido; de modo que sus deseos eran pasar a todos los españoles a sangre y fuego”, y que tenía “más arrogancia y más soberbia, de modo que se hizo más temible que su marido”56.

A diferencia de Tupac Amaru que siempre concitó simpatía y respeto no sólo de la gente más allegada a él, Micaela Bastidas fue calificada de cruel y odiada por los españoles. En varios documentos se refieren a ella con hostilidad y Melchor Paz dice que durante la emboscada al corregidor Arriaga, ella tuvo la mayor participación en su suplicio, y que “en medio de la flaqueza de su sexo, esforzaba las diligencias injustas de aquel homicidio, cargando en su mantilla las balas necesarias…” Agrega que “aquellos que conocen a ambos, aseguran que dicha Cacica es de un genio más intrépido y sangriento que el marido. (...) Suplía la falta de su marido cuando se ausentaba, disponiendo ella misma las expediciones hasta montar en un caballo con armas para reclutar gente en las provincias a cuyos pueblos dirigía repetidas órdenes con rara intrepidez y osadía autorizando los edictos con su firma” 57.

Fue condenada a la pena de muerte por José Antonio de Areche, en la ciudad del Cusco, el 16 de mayo de 1781.

“Por complicidad en la Rebelión premeditada y ejecutada por Tupac Amaru, auxiliándolo en cuanto ha podido, dando las órdenes más vigorosas y fuertes, para juntar gente, (…) invadiendo las provincias para sujetarlas a su obediencia, condenando al último suplicio al que no obedecía las órdenes suyas o de su marido, (…) esforzando y animando a los indios, dando bastones de Coroneles a los que creía más adictos; (...) nombrando a quienes se hicieran cargo de la administración de sacramentos, mandando cerrar las iglesias cuando le parecía; dando pases para que sus soldados no impidiesen a los de su facción; escribiendo cartas a fin de publicar los felices sucesos de su marido, (…) pidiendo le enviasen gente, con pena de la vida al inobediente”58.

Micaela Bastidas fue ejecutada el 18 de mayo de 1781 Tenía 35 años y un sueño inconcluso de libertad

El viernes 18 de mayo de 1781, la Plaza de Armas del Cusco amaneció cercada de milicias dotadas con fusiles y bayonetas. Los detenidos salieron juntos, esposados, metidos en zurrones y arrastrados a la cola de un caballo. Fueron ahorcados, José Verdejo, Andrés Castelo y Antonio Bastidas. Se les cortó la lengua antes de ahorcarlos a Francisco Tupac Amaro y a Hipólito Tupac Amaru. A Tomasa Titu Condemayta se le dio garrote en un tabladillo, “que estaba dispuesto con un torno de fierro que a este fin se había hecho, y que jamás (se) había visto por acá”59. Micaela Bastidas y Tupac Amaru presenciaron estas ejecuciones y la de su hijo Hipólito60.

Antes de matarla a Micaela Bastidas le cortaron la lengua, “y se le dio garrote, en que padeció infinito; porque teniendo el cuello muy delgado, no podía el torno ahogarla, y fue menester que los verdugos (…) dándole patadas en el estómago y pechos, la acabasen de matar”61. Después le cortaron la cabeza que fue expuesta durante varios días en el cerro Piccho. Desprendieron sus dos brazos, uno fue enviado a Tungasuca y el otro a Arequipa. Una pierna a Carabaya, y el resto del cuerpo quemado.

Según el visitador José Antonio de Areche, la ejecución de Micaela Bastidas debía ir acompañada “con algunas cualidades y circunstancias que causen terror y espanto al público; para que a vista de espectáculo, se contengan los demás, y sirva de ejemplo y escarmiento”62. La ejecución como espectáculo de terror, la “masculinización de su persona percibida en los edictos redactados contra Micaela y en los testimonios legales en torno a su juicio recalcaban la idea de que no merecía ser tratada como una mujer”63. A Tupac Amaru le cortaron la lengua y ataron sus brazos y piernas a cuatro caballos. Pero por más que tiraron los caballos no pudieron dividirlo, hasta que Areche ordenó que le corten la cabeza.

Sofocada la rebelión de Tupac Amaru, la administración colonial prohibió el uso del quechua, los instrumentos musicales, y los signos exteriores de la elite incaica, como la vestimenta. Tupac Amaru representó además, y fundamentalmente, “una alternativa política andina al sistema colonial. Lo que distingue a Tupac Amaru de los caciques costeños, autores de manifiestos y fautores de conspiraciones, fue sin duda su capacidad de movilizar toda la densa población indígena de la que fuera el área central del Tawantinsuyu”64.

Durante esos meses, Juan Pablo Vizcardo y Guzmán (1748-1798), intentó conseguir a través de los representantes ingleses del ducado de la Toscana, el apoyo de Inglaterra al levantamiento de Tupac Amaru. Pero entonces la rebelión había sido sofocada y Tupac Amaru ejecutado, pues las noticias tardaban meses en llegar de un continente a otro65. Exilado en Italia, Juan Pablo Vizcardo, redacto en 1791 la Carta a los españoles-americanos, en favor de la independencia de América meridional, que fue difundida por Francisco de Miranda en 1799 en francés, y en español en 180166. La Carta resume los tres siglos de colonialismo español, “ingratitud, injusticia, servidumbre y desolación”. Se trata del primer documento político que planteó la independencia de España con argumentos válidos.

Cacicas y caudillas

La participación de las mujeres en el movimiento liderado por Tupac Amaru contó con una importante presencia67. Entre las más destacadas figura Tomasa Titu Condemayta, Cacica de Acos (Quispicanchi, Cusco), propietaria de casas, fundos, animales y otros bienes, que puso a disposición de Tupac Amaru. Condujo una brigada de mujeres que defendió el puente Pilpinto (Paruro) de las tropas españolas; y posteriormente comando un numeroso grupo que “se presentó en los altos del cerro Piccho para batir la ciudad del Cuzco”68. Su éxito fue de tal envergadura que los españoles lo consideraron como “una obra de brujería”69.

El 25 de abril de 1781 fue acusada de ser una de las principales colaboradoras de Tupac Amaru, que reclutaba gente para el movimiento, y conminaba a los caciques para que se unieran a Diego Tupac70. Fue condenada a pena de muerte, “su cabeza separada del cuerpo, será llevada al pueblo de Acos y puesta en una picota en el sitio más publico y frecuentado. (…). José Antonio de Areche, Ciudad del Cusco, a los 26 días del mes de abril de 1781”71.

Cecilia Tupac Amaru, prima de Tupac Amaru y casada con uno de sus principales capitanes, el español Pedro Mendigure, participó activamente en el sitio del Cusco y en los preparativos insurreccionales del cerro Piccho. Tan radical en su postura que los españoles la consideraron aún más peligrosa que Micaela Bastidas. Cuando la detuvieron en Sicuani, el mismo día que ejecutaron a su esposo, la sacaron montada en burro y la azotaron por las calles.

El 30 de junio 1781 la condenaron a recibir doscientos azotes, y a diez años de destierro en el convento de recogidas de la ciudad de México. Antes de partir, su hermano Diego Tupac Amaru pidió clemencia para ella. El obispo de Cusco, Antonio Valdez, aceptó el 3 de enero de 1782 señalando que se trataba del primer indulto que se otorgaba72. Pero no hubo clemencia, el 19 de marzo de 1783 murió en la cárcel a causa de los maltratos.

Bartolina Sisa, esposa de Tupac Catari, participó en el levantamiento dirigido por los hermanos Catari, de agosto 1780 a febrero de 1781, que abarcó parte importante de Potosí, Oruro, y varios otros pueblos. El 13 de marzo de 1781 sitiaron La Paz y Sorata represando el río para luego romper puertas y aislar las poblaciones. Bartolina Sisa tuvo una destacada participación, “se desplaza con una comitiva de 800 aymaras entre los campamentos de El Alto, Pampahasi y Collana, y otorga pases y pasaportes para que algunas personas puedan desplazarse por el territorio rebelde”73. Detenida el 2 de julio de ese año, la condujeron a la Plaza Mayor de La Paz atada a la cola de un caballo portando un palo a modo de cetro y con corona de espinas74.

Gregoria Apasa, hermana de Julián Apasa Tupac Catari, a la que también se llamaba virreina, “tan carnicera y sangrienta como éste”75, según la información oficial, combatió junto a Andrés Tupac Amaru en Sorata y Azángaro. Fue condenada a muerte en 1782 con Bartolina Sisa, ambas montadas en burro por las calles recibiendo azotes antes de la ejecución.

Marcela Castro, alentó y participó en el levantamiento de Marcapata, esposa de Marcos Tupac Amaru y madre de Diego Cristóbal Tupac Amaru, fue condenada al destierro76. Ventura Monjarrás, anciana madre de Juan Bautista Tupac Amaru, fue condenada al destierro, pero murió antes. Margarita Condori, que ayudó al abastecimiento de las guerrillas de Diego Tupac Amaru también fue ejecutada. Todas las casas fueron arrasadas y los bienes confiscados.

En todas las provincias reina la tranquilidad

Después de la insurrección de Tupac Amaru, en el Virreinato del Perú “ahogado en sangre, como es bien sabido”77, reinaba la tranquilidad según un informe oficial enviado a España. Todas las provincias y sus pueblos gozan de “suavidad con sosiego, comunicación, confraternidad, y un total sujeción, con rendimiento a la Corona de España”78. Pero en realidad, la segunda etapa de la insurrección continuó hasta el 3 de noviembre de 1781.

Dos años después el movimiento liderado por Tupac Amaru y Micaela Bastidas había sido eliminado. En octubre de 1783 partieron noventa personas, en su mayoría mujeres desde el Cusco hasta el Callao a pie, “con lo que quedó limpia esta ciudad y sus provincias de la mala semilla de esta infame generación…”79, señala un documento oficial. Debían embarcarse en el buque "Pedro Alcántara" que las llevaría desterradas a México. La mayoría de las mujeres murieron antes de llegar al Callao, y las que lograron sobrevivir murieron en la cárcel. Otras durante la travesía80.

El otro barco, "El Peruano", que llevaba desterrados de la rebelión de Tupac Amaru partió con destino a España el 13 abril de 1784. La mitad de los presos murieron de escorbuto antes de llegar a Río de Janeiro donde permanecieron cuatro meses81. Entre otros, Susana Aguirre, Nicolasa Torres, Andrea Cózcamayta y Antonia Castro. Susana Aguirre era esposa de Juan Bautista Condorcanki Monjarras Tupac Amaru, medio hermano de José Gabriel, hijo de Miguel Condorcanki y Ventura Monjarras. Estuvo preso cinco meses en Lima, y partió deportado en ese barco con Mariano Tupac Amaru, y 60 personas más.

Resulta evidente que el estudio de la participación de las mujeres en la Independencia tiene necesariamente que incluir un movimiento paralelo que comprenda la ideología de la exclusión. Entonces en las gestas emancipadoras aparecerán los rostros de quienes combatieron por la libertad, y no será borrada ni minimizada la presencia de las mujeres y las distintas formas que adquirió esta participación, otorgándole así una mayor coherencia a nuestra historia al desarticular el carácter excluyente y discriminador de las representaciones discursivas del otro.

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Micaela Bastidas Puyucahua's Timeline

1744
June 23, 1744
Tamburco District, Abancay Province, Apurimac, Peru
1761
January 30, 1761
Tinta, Cuzco, Peru
1762
September 7, 1762
Lima, Lima, Lima, Peru
1768
June 30, 1768
Pampamarca, Yarowilca Province, Huanuco, Peru
1781
May 18, 1781
Age 36
Cusco, Cusco, Cusco, Peru
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