Agustina Dominga del Corazón de Jesús Ortiz de Rozas y Lopez Osornio

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About Agustina Dominga del Corazón de Jesús Ortiz de Rozas y Lopez Osornio

AGUSTINA ORTIZ DE ROZAS de MANSILLA

Nació en Buenos Aires, el 10 de enero de 1816. Fue bautizada con el nombre de Agustina Dominga en la Iglesia de Nuestra Señora de Monserrat, el 20 de enero de 1816 (Libro 4, Folio 241). Murió de una afección cardíaca, en Buenos Aires, el 29 de agosto de 1898, a los ochenta y dos años de edad. “Su vida se extinguió sin agonía, como si entrara en un plácido sueño” dijo la crónica social de “El Diario”, que hizo referencia al fin de sus días.

Era la hermana menor de Don Juan Manuel de Rosas. Contrajo matrimonio en la Iglesia Catedral Metropolitana de Buenos Aires el 2 de abril de 1831 (Libro 10 de Matrimonios de personas blancas, folios 156) con el general Don Lucio Norberto Mansilla, 27 años mayor que ella. Era una mujer de gran belleza, cultura y distinción, que sobresalió por su compromiso familiar y por su sensibilidad social. Tuvo amistad con las personalidades más distinguidas de nuestra vida pública. Recién casados, se instalaron en la casona de patios de la calle Potosí (hoy Alsina), con pilar de madera dura entre las dos puertas, una a la calle Tacuarí, otra a la calle Potosí, haciendo cruz con la casa de sus padres.

Como expresa la historiadora María Sáenz de Quesada, la historia de Agustina Rosas de Mansilla surge de la mirada de los otros, más que de los documentos provenientes de su mano, que son pocos y, por lo general, simples cartas de cortesía “En la memoria de su hijo Lucio Victorio, se la ve embellecida por el recuerdo, la admiración, el cariño filial y cierto temor reverencial. Por su parte, las memorias de su nieto Don Daniel García-Mansilla la evocan en los años de su vejez. Aparece, asimismo, fugazmente en las cartas de Mariquita Sánchez, en las de Juana Manuela Gorriti y en la correspondencia de Tomás Guido y Pilar Spano; también en los relatos alusivos a las tertulias porteñas en tiempos de Rosas. Sin duda, el relato de ficción más difundido en época temprana, Amalia, de José Mármol, traza el perfil de la hermana menor como el de una bella, inofensiva y juguetona mujercita, cuya imagen transcurre a la sombra del poder, pero, a la vez, con bastante libertad, en lo que respecta a su vida privada. No obstante esa apariencia de frivolidad y de fragilidad, una mirada más profunda revela el fuerte temperamento de Agustina, como su capacidad para buscar un espacio propio en el ámbito social en el que le tocó vivir.”

“Sus padres le dieron una educación esmerada, apropiada al tiempo del romanticismo y del cosmopolitismo, tendencias que se imponían en la buena sociedad de la década de 1820. Esta notable capacidad de cambio en sus progenitores, con respecto a su formación aggiornada para su época, la preparó bien para ocupar un lugar de excepción en la sociedad federal y, también, para sobrevivir a su derrumbe.”

Durante su vida se destacó por sus obras de caridad, dejando un recuerdo imborrable entre los más necesitados por su filantropía, quienes a diario comprobaban como en la puerta de su hospitalaria casa siempre encontraban alimentos para satisfacer sus necesidades. Fue Presidenta de la Sociedad de Beneficencia en 1815. En dicha en entidad de bien público tuvo destacada actuación junto a Manuela Aguirre y Alonso de Lajarrota su prima, que tiempo después fue su consuegra, al casarse sus hijos - Manuel Rafael García Aguirre y Eduarda Mansilla Ortiz de Rozas.

El historiador José María Ramos Mejía, que la conoció, la recuerda: Educada por Madame Louise, una distinguida francesa que había formado algunas niñas de la buena sociedad bonaerense, desde el año 1824 hasta el año 1830, en que murió esta maestra, tenía mucho de sus hábitos y maneras de exquisita cultura. Poseía de la gentil parisiense la elegante desenvoltura del cuerpo, su verba trivial y abundante, servida por una facilidad de locución encantadora, como que Madame Louise había tomado entre sus manos hábiles la dócil arcilla de ese temperamento, dulce como el mejor acero, conformando su más perfecta obra de educación”

Charles Henri Pellegrini la pintó en acuarela, en el año 1835, junto a Lucio Victorio, su hijo mayor. Está representada por una joven mujer de bellos ojos negros, morena, de rostro redondeado y pelo renegrido, vestida de blanco, escotada con mangas abullonadas, reloj de larga cadena y peinetón a la moda inventada por Masculino. También, Fernando García del Molino la retrató, en una miniatura poco conocida, en el año 1838, junto a su hija Eduarda. Años después, en el año 1843, la volvió a retratar, pero sola. Dicen que fue la mujer más hermosa de su época, siendo cantada por poetas y admirada por todos. Tenía su corte propia “que no emanaba de su hermano ni de su marido, sino que reinaba por su belleza y donaire”, dice José Mármol.

La admiración que despertaba hizo que, en 1835, el doctor Bernardo Valdez colaborara con José Rivera Indarte en la publicación de “La Volkameria”, un volumen de doscientas páginas, escrito en prosa y en verso, dedicado a ella, impreso con litografías de César Hipólito Bacle.

Después de Caseros, entre los muchos parientes de Rosas favorecidos por Urquiza, figuraba ella. Mujer extraordinaria, de espíritu culto y distinguido, Rubén Darío le dedicó un artículo en “El Tiempo”, de Buenos Aires y José Mármol escribió acerca de ella: “La naturaleza, pródiga, entusiasmada de su propia obra, había derramado sobre ella una lluvia de sus más ricas gracias y, a su influjo, había abierto sus hojas la flor de una juventud que radiaba todo el esplendor de la belleza. De belleza estatuaria, de pintor, y a quien ni el uno ni el otro podrían imitar exactamente. El cincel quebraría los detalles del mármol antes de dar a la estatua contornos del seno de los hombros de esa mujer, y el pincel no encontraría como combinar en las tintas el color indefinible de sus ojos brillantes y aterciopelados unas veces y otras con la sombra indecisa de la media luz de ese color; ni donde hallar, tampoco, el carmín de sus labios, el esmalte de sus dientes y el color de leche y rosa de su cutis.” Una acuarela suya, obra de Carlos Pellegrini (1835) se encuentra en el Museo Histórico Nacional.

Era hija de Don León José Ortiz de Rozas y de la Cuadra y de Doña Agustina Josefa López de Osornio y Rubio Gamiz , quienes contrajeron matrimonio el 30 de septiembre de 1790. Su padre fue bautizado, en Buenos Aires, el 11 de abril de 1760. Fue Capitán del Regimiento Fijo, Gobernador de la Caballería y expedicionario contra los indios. Cierta vez, en el año 1785, cayó prisionero, cuando sus fuerzas fueron derrotadas por los indios en Puerto Deseado y se salvó de morir gracias al recuerdo que allí tenían de su padre. Murió en su ciudad natal el 15 de agosto de 1839.

En cuanto a su madre, fue bautizada en Buenos Aires el 27 de agosto de 1770 (LM, libro XIII, folio 57) y falleció en su ciudad natal el 13 de diciembre de 1845. Agustina, tenía una enorme devoción por su madre. En cierta oportunidad, su hijo mayor Lucio Victorio, le escuchó decir: “Quiero parecerme a ella hasta en sus defectos…..si los tenía”. Perplejo, Lucio la miró. Entonces, Agustinita temperamental como su madre, repuso con convicción: “Pues hasta en sus vicios”. Los que la conocieron, decían que era brava, bravísima. Extraña un poco hoy, sin embargo, leer que esta mujer, capaz de atravesar veinte partos exitosos y permanecer toda su vida al lado del mismo hombre, al que adoraba y cuidaba con esmero, haya sido tildada de “viril”.

El doctor Ramos Mejía, la describe caminando precipitadamente, hablando rápido, y diagnostica en ella “un deseo extraño de ocuparse de muchos asuntos a la vez.” Y es que se ocupaba de todo: inspeccionaba a galope tendido los campos y rebaños; controlaba que el mantel siempre estuviera limpio y que, de cuando en cuando, hubiera flores en la mesa (nunca adornos); compraba y vendía casas, o las edificaba; contaba la hacienda; acostumbraba a hacerle el nudo de la corbata a su esposo, que él llevaba ancha y blanca; también reedificaba; estaba pendiente de la educación de sus hijos; hacia obras de caridad; y cuando su hijo Juan Manuel gobernaba, sin dejar de controlar que los cubiertos de plata estuvieran bien pulidos, hasta se daba tiempo de amparar a personajes perseguidos por sus opiniones públicas. Era caritativa y solícita con los pobres, para quienes fue “una verdadera providencia.” Ramos Mejía que: “En la vivacidad de su rostro, en su andar firme y resuelto, y hasta en los destellos de sus ojos brillantes y convulsivos, podía descubrirse una naturaleza llena de vida.”

Eran sus abuelos paternos: Don Domingo Ortiz de Rozas y Rodillo de Brizuela y Doña Catalina de la Cuadra y Fernández Ponce de León. Su abuelo paterno, fue bautizado en Sevilla, España el 9 de agosto de 1721. En el año 1730 ingresó como Cadete en el Real Cuerpo de Guardias Españolas de Infantería. Posteriormente, pasó al Río de la Plata en el séquito de su tío el gobernador Don Domingo Ortiz de Rozas, más tarde Conde de Poblaciones. Su abuela paterna fue bautizada el 19 de junio de 1723.

Eran sus abuelos maternos: Don Clemente José López de Osornio y Gamiz de las Cuevas y Doña María Manuela de Rubio y Díaz. Su abuelo materno nació el 21 de noviembre de 1720 y fue bautizado en Buenos Aires, el 25 de noviembre de 1720. Militar, Sargento Mayor de la Milicias Regladas, Comandante General de la Campaña. Jefe de la expedición contra los indios guaraníes, en 1767. Muerto el 13 de agosto de 1783, en el Rincón del Salado, más conocido como Rincón de López, lanceado y degollado vilmente por los indios. A principios de esa década los malones habían llegado hasta Luján y arrasaban todo a su paso. Destruyeron Magdalena y el fuerte de Chascomús y, ese año de 1783, ya habían invadido Rojas y Melincué. En cuanto a su abuela materna, nació en Buenos Aires, el 14 de septiembre de 1738 y cuatro días después fue bautizada en la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced de su ciudad natal (LM. Libro 1738. Folio 411), quién era descendiente de Don Casco de Mendoza y Gamiz de las Cuevas y tenía extensas hectáreas de campo en el pago de la Magdalena. Murió en su ciudad natal el 6 de agosto de 1785.

Eran sus bisabuelos paternos paternos: Don Bartolomé Ortiz de Rozas y García de Villasuso , bautizado en el pueblo de Rozas, el 4 de septiembre de 1689, hermano del Conde de Poblaciones Don Domingo Ortiz de Rozas y García de Villasuso, Regidor del pueblo de Rozas en 1714, diputado y procurador general del Valle Soba, provincia de Santander, Cantabria, España. Caballero del hábito de Santiago y Doña María Antonia Rodillo de Brizuela y sus bisabuelos paternos maternos: Don Pablo de la Cuadra y González, bautizado en San Julián de Muzquez, Intendente de la Real Hacienda, Alcalde de Buenos Aires, Gobernador y Capitán General del Río de la Plata y Doña Isabel Fernández Ponce de León, cuyos padres eran naturales de Briviesca, Obispado de Burgos.

Eran sus bisabuelos maternos paternos: Don Francisco López de Osornio, bautizado en Buenos Aires el 7 de septiembre de 1681 (LM-L3.folio 296) natural de Manzanilla, Huelva, España, Capitán de Infantería y Doña María Gamiz de las Cuevas Álvarez Lasarte, bautizada en Buenos Aires, en la Parroquia de Nuestra Señora de la Merced, el 10 de agosto de 1684 (LM.L4, folio 305) y sus bisabuelos maternos maternos: Don José Rubio y Casco de Mendoza, bautizado el 17 de mayo de 1694 y Doña Isabel Díaz Gamiz de las Cuevas, bautizada el 5 de septiembre de 1706.

De la unión de las familias Ortiz de Rozas y López de Osornio, nacieron once hermanos, cuatro de ellos fueron figuras destacadas de nuestro pasado histórico, en especial, el mayor que la historia lo conoce como “Juan Manuel de Rosas”.

La fotografía que adorna esta semblanza biográfica,(con traje azul y con su fecha de nacimiento y muerte especificada) es muy poco conocida porque estuvo siempre en el ámbito familiar.

FUENTES: Manuel Rafael García-Mansilla. Los García-Mansilla y Zavalía. Editorial Virtudes. Salta, Año 2018; Abel Echazú. López de Osornio. Su origen y primeras alianzas; Luis Enrique Azarola Gil, Los Ortiz de Rozas de Buenos Aires; Ejecutoria a favor de Luis Ortiz de Rozas y Ezcurra. Mansilla, Lucio Victorio. “A la memoria de mi madre”, París, octubre de 1898; Correa Luna, Federico.” Historia de la Sociedad de Beneficencia”, Buenos Aires, año 1923, Tomo 1, página 316; -Castro, Antonio. “Urquiza, benefactor de Rosas y su familia”, Tres Arroyos, año 1945; -Mármol, José. “Amalia”, Tomo 1, página 273; -Giannagieli. “Contribución a la bibliografía de José Mármol”, página 165; Ramos Mejía, José María. “Rosas y su tiempo”, Emecé, Buenos Aires, año 2001; Sáenz Quesada, María. “Mujeres de Rosas. Capítulo VII. La hermana menor”, páginas 287 a 335. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, año 2012.

Manuel R. Garcia Mansilla

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Agustina Dominga del Corazón de Jesús Ortiz de Rozas y Lopez Osornio's Timeline

1816
January 18, 1816
Buenos Aires, Argentina
January 30, 1816
Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
1831
December 23, 1831
Buenos Aires, Argentina
1834
December 11, 1834
Buenos Aires, Argentina
1836
August 3, 1836
Buenos Aires, Autonomous City of Buenos Aires, Argentina
1838
April 11, 1838
Buenos Aires, Autonomous City of Buenos Aires, Argentina
1840
May 15, 1840
Buenos Aires, Autonomous City of Buenos Aires, Argentina
1841
December 15, 1841
Buenos Aires, Argentina
1898
August 29, 1898
Age 82
Buenos Aires, Argentina