Manuel José García Ferreyra

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Manuel José García Ferreyra

Birthdate:
Birthplace: Buenos Aires, Argentina
Death: October 22, 1843 (59)
Buenos Aires, Argentina
Immediate Family:

Son of Pedro Andrés Garcia de Sobrecasa and Clara María Ferreyra de Lima y Freyre de Landiem
Husband of Manuela Juana Isidora Nepomucena Aguirre y Alonso de Lajarrrota
Father of Manuel Rafael García Aguirre
Brother of Maria Anastasia García Ferreyra; Francisca García Ferreyra; Jose Valentin García Ferreyra; Manuela García Ferreyra; Pedro Andrés García Ferreyra and 1 other

Occupation: Ministro de Hacienda de -Argentina
Managed by: Carlos F. Bunge
Last Updated:

About Manuel José García Ferreyra

Manuel José García (Buenos Aires, 1784 – íd, 1848), estadista, diplomático, doctor en jurisprudencia, primer Ministro de Hacienda de la República Argentina y fundador del hoy denominado Banco de la Provincia de Buenos Aires.

Contenido

1 Juventud

2 La política de Alvear

3 El ministerio de hacienda

4 El tratado de paz con el Brasil

5 Últimos años

6 Opiniones sobre García

7 Notas

Juventud  

Hijo del Coronel Pedro Andrés García y de Doña Clara Ferreyra, nació en Buenos Aires el 11 de octubre de 1784. Completó sus estudios preparatorios en el Real Colegio de San Carlos, ingresando luego en la Universidad de Charcas, donde se doctoró en derecho civil y canónico en 1804.

Participó en las invasiones inglesas, combatiendo a las órdenes de su padre, como Comandante de la 4ta Compañía del Batallón de Voluntarios de Cántabros Motañeses, en la heroica batalla producida en la iglesia de Santo Domingo el 5 de julio de 1807 durante la segunda invasión, oportunidad en la que por su actuación mereció el ascenso al grado de Teniente Coronel, concedido en 1808 por el entonces virrey Santiago de Liniers.

En 1808 fue partidario del grupo dirigido por Manuel Belgrano y Juan José Castelli, que pretendía conseguir la independencia de España coronando como reina a doña Carlota Joaquina de Borbón. Fue nombrado como Subdelegado Real de Porco y Chayanta, en el Alto Perú, en 1809.

Regresó a Buenos Aires después de la Revolución de Mayo, en 1811. Fue tesorero del cabildo porteño, regidor segundo en 1812, y vocal de la Cámara de Apelaciones en 1812.

La política de Alvear  [editar]Se unió a la Logia Lautaro, fundada por Carlos María de Alvear. Al instalarse el Segundo Triunvirato, se le encargó organizar el temario que debía tratar la Asamblea General Constituyente, conocida como Asamblea del año XIII, de la cual fue secretario. Curiosamente, entre los temas no incluyó la sanción de una Constitución ni la declaración de la independencia.

Tras un fugaz paso por la Cámara de Apelaciones, en abril de 1813 fue nombrado secretario de Hacienda, cargo desde el cual llevó adelante una política típicamente librecambista, y propuso la libre actividad minera para cualquiera que quisiera venir a extraer minerales. El director Gervasio Posadas lo nombró miembro del Consejo de Estado.

A principios de 1815, fue comisionado por el director supremo Alvear como enviado plenipotenciario ante Inglaterra. Su misión resulta casi increíble: debía pedir la incorporación lisa y llana de las Provincias Unidas del Río de la Plata al Reino Unido. Ante todo, debía pedir que se enviaran tropas para “asegurar este paso”. Llevaba dos cartas escritas por Alvear, una para el primer ministro inglés y otra para el embajador inglés en la corte portuguesa de Río de Janeiro, Lord Strangford. Pero éste lo persuadió que su gobierno no apoyaría ninguna acción de independencia ni anexaría territorio español, ya que acababa de firmar un convenio con España. De modo que nunca fue a Inglaterra.

Caído en desgracia Alvear, el nuevo director, Álvarez Thomas, le mandó preguntar cuál había sido su misión. García le contestó que sería contrario a los intereses del país decírselo. Permaneció en Río y se hizo nombrar enviado especial ante la corte portuguesa por cada uno de los siguientes directores del estado.

Pidió a nombre del Directorio la invasión de la Banda Oriental por fuerzas portuguesas, para acabar con la "anarquía" en que la tenía sumida Artigas. Gracias - en parte - a su insistencia, tres poderosos ejércitos portugueses invadieron una de las provincias del país al que decía representar a fines de 1816.

El ministerio de hacienda  [editar]Regresó a Buenos Aires a mediados de 1820, y el gobernador Martín Rodríguez lo nombró ministro de Hacienda el 7 de agosto de 1821. Creó el Banco de Descuentos,[1] que tenía el monopolio de la emisión de billetes y monedas. Este fue el primer antecedente de lo que se convertiría en el Banco de la Provincia de Buenos Aires. También fue autor de la primera ley de presupuesto de la historia argentina. Durante su gestión se crearon la Contaduría, la Tesorería y la Receptoría, todas dependientes del Tribunal de Cuentas.

Firmó los preliminares del empréstito con la banca Baring, que inició la larga historia de la deuda externa de la Argentina, aceptando pagar intereses altísimos a cambio de recibir mucho menos de la mitad del capital contratado (y no en dinero, sino en letras de cambio contra comerciantes ingleses). Pero en cuanto tuvo ese dinero, se negó a darle ningún uso a los fondos así conseguidos, ya que el principal objetivo del ministro era que el país debiera dinero, no usarla. Poco después explicaba al delegado correntino que no podía tomar medidas proteccionistas de la economía nacional, porque

"hallándonos en grandes deudas con esa nación (Inglaterra), nos exponíamos a un rompimiento que causaría grandes males."

Se opuso a apoyar al ejército de San Martín en Perú, y el enviado de éste tuvo que oír a García decir, en plena Legislatura provincial, que a Buenos Aires le convenía que permanecieran los enemigos en el Perú.

Continuó en el cargo de ministro de hacienda bajo el gobierno de Las Heras; y a partir del 29 de enero de 1825 se encargó además del Ministerio de Gobierno y de Relaciones Exteriores en forma interina.[2]

Contrajo matrimonio en la Iglesia de San Ignacio de la ciudad de Buenos Aires, el 5 de marzo de 1825, con Manuela Juana Isidora Nepomucena de Aguirre y Lajarrota, hermana del financista Manuel Hermenegildo Aguirre, que en ese momento era ministro de hacienda del presidente Rivadavia. Tuvieron un solo hijo, Manuel Rafael García Aguirre , quien se casó con Eduarda Damasia Mansilla, hija del general Lucio Norberto Mansilla y sobrina de Juan Manuel de Rosas.

El tratado de paz con el Brasil  [editar]En el año 1827, después de la victoria de Ituzaingó, fue nuevamente enviado en misión diplomática al Brasil, para abrir las tramitaciones de paz con el Imperio. El presidente Rivadavia lo envió con el mandato de obtener la paz; fue enviado a discutir donde quedaba a merced de las presiones de la Corte y del embajador inglés. Volvió con un tratado preliminar que debía ser ratificado por el Congreso, en que se le cedía la totalidad del territorio oriental al Brasil y se obligaba a pagar una indemizacion de guerra.

Su actuación hizo del tratado de paz una derrota de los intereses nacionales, y por ende mereció el repudio de la opinión pública. Hay que entender que Garcia actuó más bien según los intereses de la ciudad de Buenos Aires, en la que operaban grupos de comerciantes y ganaderos que se beneficiaban de la política aperturista y del dominio del puerto y aduana de Buenos Aires. Como el puerto de Buenos Aires estaba bloqueado por la flota imperial, había decidido conseguir que el bloqueo fuera levantado a cualquier precio.[3]

Bajo la presión de la opinión pública, el tratado fue rechazado por Rivadavia. Pero aun así, pocos días más tarde tuvo que renunciar a la presidencia.[4]

El tratado firmado por García fue un muy mal precedente para las aspiraciones del sucesor de Rivadavia, Manuel Dorrego, que sólo pudo mejorarlo transformándolo en una declaración de independencia para el Uruguay, que hasta entonces no había intentado ser un país distinto de la Argentina.

Últimos años  [editar]En 1829, el General Lavalle lo nombró mediador ante su vencedor, Juan Manuel de Rosas, con quien tenía una amistad y parentesco, y el nuevo gobernador Viamonte lo nombró nuevamente Ministro de Hacienda. Su sucesor, el propio Rosas, lo mantuvo unos meses en ese cargo.

En la época del gobierno de Balcarce sostuvo la posición del partido que seguía a Rosas. Fue nombrado ministro de Hacienda del segundo gobierno de Viamonte, y durante ese período tuvo que expulsar del país a Rivadavia, su amigo, pues corría peligro de ser linchado por los federales si lo aceptaba. También intentó reconocer la libertad de cultos, cosa que en esa época sólo tenía sentido para sus admirados comerciantes ingleses.

Se retiró a la vida privada en 1835. Rosas lo nombró embajador en Brasil, en Perú y en Inglaterra sucesivamente, pero rechazó todos esos nombramientos.

Una noche de 1842, cuando García estaba de paso por Montevideo, en una charla con el intelectual Florencio Varela este vio entre papeles viejos, una carta lacrada sin abrir. Se la pidió al ex ministro, quién le autorizó su apertura. Es la famosa carta al primer ministro inglés que le entregó Carlos María de Alvear, para entregar al representante inglés. Hasta entonces, nadie había sabido de las negociaciones de Alvear.

García murió en octubre de 1848.

Opiniones sobre García  

Para resumir un poco su carrera, citamos a Carlos Ibarguren:

"Es sin duda Manuel José García, uno de los personajes más discutidos de la Historia Argentina. Como Talleyrand, era hombre del viejo régimen, y si el político francés sirvió sucesivamente a la Revolución regicida, a Napoléon Bonaparte durante el Consulado y el Imperio, a los borbones restaurados por Luis XVIII, y a la Monarquía burguesa con Luis Felipe de Orleáns, el político argentino – magistrado, diplomático, ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores – colaboró con ambos Triunviratos, con los Supremos Directores Posadas y Alvear, con los gobernadores unitarios Martín Rodriguez y Las Heras, con el unitarísimo Rivadavia y con Juan Manuel de Rosas, el Restaurador al rojo vivo de la Santa Federación "

Bartolomé Mitre lo recordaba con palabras elogiosas:

"Era sin duda uno de los hombres más notables de su época. Patriota decidido, hombre de elevación moral, cabeza de inteligencia poderosa nutrida con estudios serios, escritor literario con nervio y originalidad, con penetración profunda para juzgar a los hombres y las cosas, con una alta moderación que nunca se desmentía, era un verdadero hombre de Estado…"

Reflexionando sobre las pasiones de los hombres y la responsabilidad de gobierno escribía:

"Los sacrificios más heroicos son los que no tienen recompensa de gloria ni de fortuna. Una cosa es el patriotismo que inspira el valor de morir por su país, y otra el que hace capaz de conocer bien los intereses de la patria. Conozco por experiencia que los proyectos mas sutiles y benéficos suelen repentinamente mudarse en delito, y que hoy conduce al cadalso lo que mañana habría elevado a la mayor gloria."

Y, hablando en general de toda su gestión,

"He navegado, en un mar receloso e inconstante, sorteando las olas y evitando los escollos sin perder mi camino…Vendrá la verdad; y con la verdad la justicia y la honra para mi nombre."

La actuación de García es motivo de fuerte crítica por los historiadores encolumnados en el llamado revisionismo histórico. Una amplia mayoría de ellos, que no comparten las opiniones de los fundadores de la historiografía argentina, consideran que García compartió la intención de Alvear de instaurar una monarquía británica en el Río de la Plata, - pese a que luego de reunirse con Manuel Belgrano en Rio de Janeiro, decidió no entregar la carta a Lord Strangford -, que tuvo intereses en la creación del Banco de Descuento, y que fue responsable de la pérdida de la Banda Oriental por el tratado preliminar firmado con el Emperador del Brasil. Este personaje, que concita adhesiones y críticas con la misma intensidad.

Como dice el historiador Juan Carlos Nicolau, más allá de los errores o aciertos en que pudo incurrir García en su desempeño, como político, diplomático y economista, al recorrer su vida pública surge en una síntesis el desencuentro de la sociedad argentina durante tres décadas para forjar la unidad de la Provincias Unidas del Río de la Plata que recién se lograría concretar en la segunda mitad del Siglo XIX. Esta apreciación esta avalada por los sucesos que llevaron al conflicto con el Brasil por su ocupación de la Banda Oriental. Los intereses políticos y económicos de cada fracción, tanto de los partidos porteños como los sectores políticos de las provincias interiores prevalecieron sobre cualquier intento de coincidir en un destino común.

Este desencuentro posteriormente se reflejó en guerras civiles de singular impiedad. Mientras, por un lado, Buenos Aires continuó aferrada a la defensa del control de su aduana, por el otro, la ceguera política de los hombres del interior les impidió forjar una unidad que doblegara la intransigencia porteña.

Notas  

↑ Creación del Banco de Descuentos

↑ Nombramiento de Manuel García como Ministro de Relaciones Exteriores

↑ El destacado historiador uruguayo Juan E. Pivel Devoto, luego de una ardua investigación derivada de la lectura de cartas de Lavalleja y Pedro Trápani se ha formado otra opinión con respecto a este hecho histórico: "La interpretación de los hechos que nos legaron nuestros historiadores clásicos, no nos habría permitido por cierto formarnos una idea muy halagadora de la conducta de aquel personaje. En esa creencia hemos vivido muchos años y, más aún, no tengo reparos en confesar que, quienes adquirimos nuestros conocimientos iniciales de historia en un manual, tenemos arraigada la idea de que el "famoso" Manuel José García había sido un enemigo de la República Oriental del Uruguay". El problema es mucho más complejo de lo que se supone. El convenio de paz suscripto por García en 1827 ha pasado a la historia con el duro calificativo de ignominioso que le prodigaron las pasiones desatadas de la época y con el juicio formulado por el presidente Rivadavia en un momento crítico de su gobierno, en el que quiso, por ese medio, conquistar la opinión pública que le rehusaba su simpatía.

↑ Según Pivel Devoto, "La actitud de Rivadavia y el pronunciamiento igualmente adverso, de la oposición tuvieron en aquel momento una finalidad política. Nadie analizó serenamente el tratado y con aquellos calificativos pasó a la historia." Dos personas tan solo acompañaron a García en aquellos momentos dramáticos que siguieton al rechazo de la paz. Lord Ponsonby, que opinaba de él que era el hombre mas inteligente del Río de la Plata y Don Pedro Trapáni. Sí, señores, Trapáni, el patriota Oriental, director político de la revolución de 1825, a quién la paz firmada por García no le pareció mala. A él que era casi el padre de la revolución. No hay duda que Trápani fue partidario del Tratado. En 1828 Manuel Dorrego lo persigue porque junto con Ponsonby hace fracasar su plan contrario a la independencia del Uruguay. Trápani y Lavalleja - ¿como explicar el hecho si la paz hubiese sido ignominiosa? -seguirán llamando a García "nuestro amigo", quién, en verdad, ha de continuar siéndolo de los orientales. A él acude Trápani siempre. Yo no he abrigado el propósito de hacer una apología, pero sí de llamar la atención sobre esta faceta de su vida poco conocida y acaso insospechada".

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Jos%C3%A9_Garc%C3%ADa"

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Manuel José García Ferreyra's Timeline

1784
October 8, 1784
Buenos Aires, Argentina
1826
November 10, 1826
Buenos Aires, Argentina
1843
October 22, 1843
Age 59
Buenos Aires, Argentina