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La Campaña Nacional de 1856

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Batalla de Santa Rosa

Batalla de Santa Rosa. Hecho histórico que ocurrió el 20 de marzo de 1856 en la “Hacienda Santa Rosa”, Guanacaste, Costa Rica, que fue un enfrentamiento bélico en el marco de la Campaña Nacional de 1856-1857, y tuvo como resultado la expulsión del ejército filibustero comandado por "General" William Walker, President of Nicaragua de territorio costarricense. Historia En la segunda mitad del siglo XIX predominaba la esclavitud en algunos países del continente americano, como en Estados Unidos de América y Brasil. Esta situación tuvo una amplia repercusión en el hecho histórico de Costa Rica conocido como “La Campaña Nacional”, ya que el estadounidense "General" William Walker, President of Nicaragua pretendía someter al yugo de la sumisión al pueblo centroamericano, en vista de sus ideas esclavizantes e imperialistas. Aunado a lo anterior, hay que tener en cuenta que en los Estados Unidos estaban en un proceso de desarrollo, por lo que la llegada de "General" William Walker, President of Nicaragua a Centro América favorecía la política expansionista de ese país para adueñarse de otras tierras y ejercer en ellas su dominio. A principios de marzo de 1856, cuando la producción cafetalera se encontraba en plena expansión, Costa Rica debe enfrentar a los filibusteros y de esa manera ratificar su independencia. En Nicaragua desde la proclamación de la independencia en 1821, dos grupos se disputan a muerte el poder político: Los “liberales de León” y “los conservadores de Granada”. En 1854, el grupo de los liberales de León fue derrotado en las elecciones, por lo que sus partidarios recurrieron a la guerra civil y al auxilio extranjero para poder gobernar el país.Francisco Antonio Castellón Sanabria, jefe liberal contrató a los filibusteros estadounidenses, con el objetivo de decidir esta lucha a su favor, pero no se dio cuenta del afán expansionista y la mala reputación con la que contaba su líder "General" William Walker, President of Nicaragua. Este último desembarca en 1855 en el Realejo, encabezando la llamada “Falange Americana”, los liberales no imaginaron jamás que estaban ante el hombre que llegaría a proclamarse Presidente y General en jefe del ejército nicaragüense. En esa época el presidente de Costa Rica era don Juan Rafael Mora Porras, Presidente de Costa Rica, conocido como Juanito Mora, quien tuvo que enfrentar la amenaza del grupo filibustero, comandado por "General" William Walker, President of Nicaragua, que pretendía invadir al país. En consecuencia, Juan Rafael Mora Porras, Presidente de Costa Rica hace un llamado al pueblo costarricense y organiza un ejército para defender la soberanía nacional. El 28 de febrero, Juan Rafael Mora Porras, Presidente de Costa Rica decretó no reconocer misión alguna del Gobierno provisorio de Nicaragua y declara que tomará las armas para la defensa de los nicaragüenses del dominio filibustero, hasta arrojarlos de toda la América Central. ”Compatriotas: ¡A las armas! Ha llegado el momento que os anuncié. Marchemos a Nicaragua a destruir esa Falange impía que la ha reducido a la más oprobiosa esclavitud. Marchemos a combatir por la libertad de nuestros hermanos. Ellos os llaman, ellos os esperan para alzarse contra sus tiranos. Su causa es nuestra causa. Los que hoy los vilipendian, roban y asesinan, nos desafían audazmente e intentan arrojar sobre nosotros las mismas ensangrentadas cadenas. Corramos a romper las de nuestros hermanos y a exterminar hasta el último de sus verdugos. No vamos a lidiar por un pedazo de tierra: no por adquirir efímeros poderes; no por alcanzar misérrimas conquistas, ni mucho menos por sacrílegos partidos. No, vamos a luchar por redimir a nuestros hermanos de la más inicua tiranía: vamos a ayudarlos en la obra fecunda de su regeneración, vamos a decirles: Hermanos de Nicaragua, levantaos: aniquilad a vuestros opresores. Aquí venimos a pelear a vuestro lado por vuestra libertad, por vuestra patria. Unión, nicaragüenses, unión. Inmolad para siempre vuestros enconos; no más partidos, no más discordias fraticidas. Paz, justicia y libertad para todos. Guerra sólo a los filibusteros”. Juan Rafael Mora Porras, Presidente de Costa Rica vez conformado el ejército, marchó hacia Guanacaste para enfrentar a los esclavistas filibusteros. El 20 de marzo de 1856 en la “Hacienda Santa Rosa”, las tropas costarricenses libraron la primera batalla, mediante una adecuada estrategia militar y derrotaron a los invasores hasta obligarlos a abandonar ese territorio. Esta fue la primera victoria del ejército costarricense, lo que permitió aumentar la confianza y el ánimo de los combatientes para seguir en la lucha, con la finalidad de no permitir el filibusterismo en Centro América. La heroica Batalla de Santa Rosa Un día como hoy, 20 de marzo de 1856, las tropas costarricenses, movilizadas al calor de los llamamientos patrióticos del Presidente Juan Rafael Mora Porras, Presidente de Costa Rica, con amplio apoyo de los costarricenses, de la misma Iglesia Católica en aquellos días jefeada por el Primer Obispo, Obispo Anselmo Llórente de la Fuente que también se sumó a la gesta de la defensa del territorio nacional, frente a la amenaza filibustera, de invadir el territorio nacional, cuando ya estaba establecida esa hueste extranjera en territorio nicaragüense, se llevó a cabo la primera batalla en la cual fue derrotado el ejército invasor, de lo que se ha llamado la Guerra Nacional, la Campaña Nacional, la Gran Guerra Patria como también se quiere llamar esos sucesos, que se prolongaron hasta el primero de mayo de 1857, cuando Walker finalmente fue derrotado, sometido, y rendido fue expulsado de la región. William Walker, quien se había instalado en Nicaragua, planeaba desde allí dominar Centroamérica, anexar sus territorios a los Estados sureños de los Estados Unidos y someter a la esclavitud a los pueblos de Centroamérica. El gobierno de Costa Rica, por sus enviados diplomáticos en Estados Unidos, estaba informado de los planes de "General" William Walker, President of Nicaragua lo que contribuyó a realizar la preparación de la defensa del territorio y la soberanía nacionales. Era claro al gobierno que la amenaza más grande estaba en permitir que "General" William Walker, President of Nicaragua y su tropa permaneciera en Nicaragua, por lo que era necesario expulsarlo de ese país y de Centroamérica. A inicios de marzo el Gobierno movilizó la tropa de voluntarios y el Ejército Nacional hacia Liberia, donde se sumó la caballería de llaneros y de combatientes de la zona. El 10% de la población nacional, alrededor de 10.000 personas participaron en esta gesta patriótica. Salidos en su inmensa mayoría de los campos de trabajo, sustituidos por mujeres, que continuaron las faenas diarias y producir para la guerra, todo el país se integró como una sola fuerza para derrotar los filibusteros. Los generales Capitan José María Cañas Escamilla y General y Jefe de las fuerzas Centroamericanas. Jose Joaquín Joaquín Mora Porras,
realizaron el planeamiento estratégico de las operaciones militares. En Liberia se supo de la invasión del territorio costarricense y se ordenó su inmediata expulsión. Los filibusteros se habían establecido en la Hacienda Santa Rosa, conocida por la tropa costarricense, que con el plano exacto del Mayor Clodomiro Escalante Nava, y los estrategas del Ejército planearon su acometida. Así, General Lorenzo de los Angeles Salazar Alvarado, con 200 hombres, el Capitán Mateo Marín dirigía los dos cañoncitos que llevaban, el escuadrón de Caballería, la tropa de Moracia con 200 hombres, a 20 varas del enemigo esta tropa impuso un fuego sostenido que en menos de 15 minutos lograron derrotar la tropa filibustera, que sufrió además el sable y la bayoneta. La Batalla de Santa Rosa evitó la toma filibustera de Costa Rica. Los oficiales Manuel Rojas, General José Manuel Quirós y Blanco, el Capitán Gutiérrez, cayeron en combate. La casona fue tomada por todo lado. Se distinguieron los oficiales Carlos y Miguel Alvarado, Vicente Velarde, Mateo Marín, Santiago Millete, Joaquín Fernández, Felipe Ibarra, Jesús Alvarado. ¡Gloria eterna a los caídos en esta gesta, a los oficiales y los soldados! ¡Gloria a Juan Rafael Mora Porras, Presidente de Costa Rica! En la campaña de 1856 contra los filibusteros, la división interna se dio también entre los residentes extranjeros en el país, en especial entre la nutrida colonia alemana. Un grupo importante decidió apoyar incondicionalmente al presidente, entre los que figuraban miembros de las familias de Simon Rohrmoser , Heinrich Runnebaum, Lutschauning, Cristian Friedrich Carnighol Gradsnick, Pape, Luthmer, Pauly, así como los médicos Karl Hoffmann Brehmer, Ellenbrock y Joseph Braun. Otro grupo, entre los que se mencionan nombres como Whilhem Marr, Fernando Streber y Fernando Schlesinger, se aliaron con los opositores. Uno solo de ellos al "General" William Walker, President of Nicaragua, Bruno* Karl Louis von Natzmer decidió marcharse hacia Nicaragua a pelear a favor de "General" William Walker, President of Nicaragua.​ Edward Wallerstein, En 1851, se adquiere un nuevo armamento en el Reino Unido: en Londres, el cónsul de Costa Rica Edward Wallerstein, compra en Birmingham 1000 llaves de fusil y dos cajones con rifles Minié con bayoneta, que envía por barco a Puntarenas. En 1852, se nombró al coronel polaco Fernando von Salisch como jefe instructor del ejército, con la misión de profesionalizar las fuerzas armadas y entrenarlas en el tiro con puntería a diferentes distancias.21​ Además, ingenieros prusianos residentes en el país, el coronel George Franz von Bullow los capitanes Franz Blotemberg y Paul Stupinagel, impartían regularmente sus conocimientos sobre estrategia militar,22​ reemplazando los códigos militares coloniales españoles por la disciplina militar inglesa y las tácticas militares napoleónicas, convirtiendo de este modo a un grupo de campesinos descalzos con muy poca noción de la disciplina marcial, en un cuerpo armado profesional. Para 1854, las tropas llegan a 6500 efectivos y se decide aumentarlas a 9000. Ese mismo año el cónsul Edward Wallerstein, compra en Inglaterra 200 fusiles, 20 000 tiros, dos baterías de montaña, cuatro baterías de campo de ocho libras y 300 barriles de pólvora. En 1855, llegan a Puntarenas en el bergantín Esperanza y la barca América, propiedad del comerciante inglés William Le-Lacheur se encarga de la exportación del café costarricense al Reino Unido), 500 rifles Minié, tres baterías de cañones de campaña de tres piezas de bronce cada una y dos de fortificación, todas con su correspondiente parque e idénticas a las utilizadas por el ejército inglés en la Guerra de Crimea. En febrero, arribó al país el coronel Pierre Barillier, experto militar en calidad de asesor táctico, enviado por el Napoleon III, President & Emperor of France, Co-Prince of Andorra, gracias a las gestiones realizadas en París por el secretario adjunto del presidente Mora, Adolphe Marie, y el embajador Gabriel-Pierre Lafond de Lurcy. El Segundo Imperio francés envió, además, un cargamento de armas y pertrechos de guerra, traído por Marie y Barillier, que se integraron al Ejército Expedicionario de camino a Rivas.